Capitulo 4~Detener el tiempo

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Peter

El día de hoy estoy en clase de matemáticas y aunque me gusta la materia o al menos le entiendo un poco no hago el trabajo que pone el profesor porque desde que comenzó la clase mi mente se fue a otro lugar, para ser exacto en la noche anterior, no he podido dejar de pensar en eso porque fue un momento muy lindo en el que pase tiempo con la chica que ama la soledad, pero aun así por alguna extraña razón dejo que me quedara con ella un rato más para leer juntos su libro.

Fue ahí cuando vi por primera vez lo hermosa que era su sonrisa, porque si, aquella chica sonreía, trato de disimular sus emociones al principio de la lectura pero después al parecer le fue imposible dejándome ver esa parte de ella y a pesar de que han sido pocos los momentos que hemos pasado juntos, me he dado cuenta que en cada momento me va gustando más y creo que comienzo a sentir algo realmente por ella, porque no es lo mismo que una persona te guste de lejos a que te guste de cerca, porque de lejos no la conoces, conoces su físico mas no su personalidad y no te puedes enamorar de una persona solo por su físico.

Cuando menos me lo espero el timbre suena indicando que es hora del receso y que la clase ha terminado, así que recojo todas mis cosas y las meto en mi mochila, para poder dirigirme a la cafetería donde probablemente este Dana, pero supongo mal. Cuando llego a la cafetería mis ojos comienzan a buscar a la chica de cabello castaño, pero no la encuentro y creo saber el porqué, es por eso que decido ir a otro lugar donde podría estar y que es todo lo contrario a la cafetería, donde todo es silencio.

Cuando entro a la biblioteca la veo ahí sentada en una de las bancas que están en el rincón del lugar, se encuentra con la mirada en su libro y me decepciona un poco que lo lea sin mí. Me dirijo hacia ella con largos pasos deteniéndome frente a ella quien al sentir mi presencia levanta la cabeza y me mira de mal manera, típico de ella.

— Me has roto el corazón— digo con un tono sufrido —-creí que me esperarías para seguir con la lectura, tu y yo, como anoche.

— Pues creíste mal y si tanto te gusta el libro cómpratelo para que me dejes en paz a mí.

"No es por el libro, es por la compañía." Quise responderle, pero algo dentro de mí me hizo dejarlo como un simple pensamiento, ese que espero algún día compartirlo con ella.

— Lo tendré en cuenta, ¿Por qué no este fin de semana vamos a la librería?

— ¿Qué no puedes hacer nada solo?

— Si puedo, pero tú eres experta en esto, me puedes ayudar a elegir otros libros.

— ¿Y eso en que me beneficia?

— En que podrás leer sola y además si vas te compro un libro ¿te gusta la oferta? —veo como si pensarlo asiente, tratando de ocultar su sonrisa.

— Está bien, solo por eso, no por otra cosa.

— Yo no he dicho nada esta vez. —le digo levantando las manos en forma de rendición — ¿entonces puedo leer contigo en lo que queda de tiempo?

— Bien, eso sí, será la última vez.

— Claro. — solo tengo esta hora para estar junto a ella pues hoy tendrá su día de descanso porque lamentablemente para mí y afortunadamente para ella tengo entrenamiento.

Avanzamos demasiado en la lectura a pesar de que la hora de receso se pasó muy rápido y es por la bella compañía que tengo, probablemente alguna vez todos hemos escuchado la frase de que cuando disfrutamos algo, cuando algo realmente nos hace feliz, no nos damos cuenta de cómo avanza el tiempo realmente, porque para uno pasa en un abrir y cerrar de ojos cuando realmente no fue así.

Yildizim Esta Bien No Estar Bien [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora