Dana
Es miércoles por la tarde, Peter y yo nos vinimos a casa después de salir de la escuela quedamos con que hoy seguiríamos con las clases aunque le he dicho que tenido un muy buen avance, por lo que me conto a estado estudiando más en su casa como se lo recomendé, por otro lado con el proyecto de literatura le hemos avanzado mucho pues esta semana he tenido demasiada inspiración y en mis tiempos libres me pongo a escribir todo lo que se me viene a la mente y Peter me ha estado ayudando a aclarar más las ideas y a corregir la ortografía, claro que también ha aportado escribiendo algunos capítulos y sinceramente me va gustando mucho como va quedando.
— Oye Wembley, ¿segura que no quieres que te ayude?
— Completamente.
— Pero es que no me parece justo que me vaya a jugar con Cato mientras tú te quedas aquí cocinando.
— Si te quedas aquí no me podré concentrar y no me saldrá la comida. —era cierto estar en presencia de alguien cuando cocino me pongo de mal humor provocando que todo me salga mal, sin embargo, él lo entendió de otra manera.
— Dime ¿tanto te distraigo? ¿acaso te pongo nerviosa Wembley?
— Ya quisieras Walker, lo que quería decir es que tu presencia o la de cualquier otra persona me pone nerviosa así que no te creas el importante.
— Vale ya no diré más porque entonces te enojaras más y eso es lo último que queremos, ¿cierto Cato? —le pregunta a mi perro, que está junto a él, para después de un rato salir de la cocina.
Su idea principal era que pediríamos algo de comida, sin embargo, le dije que prefería hacer algo en casa porque estaba aburrida de la comida rápida, razón por la que ahora me encuentro cocinando, aunque antes de que se fuera con Cato le he pedido ayuda para hacer un jugo de naranja fue ahí donde decidí no pedirle más ayuda porque al estar cortando los limones estuvo a punto de cortarse un dedo, cosa que si pasaba con lo dramático que es me hubiera pedido que lo llevara al hospital.
Luego de servir me dirijo al patio para avisarle a Peter que la comida estaba lista y los veo a ambos sentados.
— ¿Qué les paso a ustedes? Creí que andarían corriendo por todo el jardín.
— Bueno estamos muy tristes porque nos corriste— responde Peter, haciéndose la víctima y como si Cato entendiera le sigue la corriente.
— Son unos dramáticos los dos, los corrí de la cocina para poder terminar de cocinar a gusto, sin embargo, ya pueden entrar a comer.
— Se nos ha quitado el hambre, ¿cierto Cato? — voltea a ver a mi perro, el cual se levanta para meterse corriendo a la casa. —al parecer le es más fiel a la comida.
— ¿Quién no? —le respondí pasando frente a él que sostenía la puerta.
Llegamos a la cocina y cada quien se sirvió su porción de comida, mientras que Cato ya había comenzado a comer desde antes de que llegáramos y se quedó n la cocina comiendo solo mientras que Peter y yo nos fuimos a comer a la sala para poder ver algo en la televisión. Algunas veces solíamos comer en la cocina y platicar un poco, sin embargo, yo tenía días en los que no quería ni pronunciar una palabra y justo estaba en esos días en los que buscaba cualquier otra cosa para evitar hablar y él lo entendía, después de todo este tiempo nos hemos llegado a conocer muy bien y él ha aprendido a darme mi espacio cada que lo necesito y al mismo tiempo estar presente en mi vida, en mi día a día.
— Ayer estuve leyendo los capítulos que me mandaste—comenzó a hablar Peter— y están muy bien redactados, hice algunas correcciones a errores que se te pasaron y agregué unos detalles más para complementar, más tarde te los envió. —finalizo para luego introducir el bocado que tenía en su tenedor.
ESTÁS LEYENDO
Yildizim Esta Bien No Estar Bien [COMPLETA]
Novela JuvenilDana es una chica muy reservada sin amigos, es muy diferente a los demás, no hay una palabra con la que sus compañeros la puedan definir. Pero como ella siempre dice no todo es para siempre así que probablemente su personalidad, su actitud cambien a...