7- Retazos II

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En la noche de aquel día, Caitlyn se estaba arreglando para ir a la cena. Sería algo casual pero no podía ir con la ropa del trabajo.

Una vestido morado ni tan corto ni tan largo y unos aretes para que el look se mirara más fino, zapatos de tacón y listo. Su madre todavía no había llegado así que no tuvo que continuar con la  charla de la tarde.

Al bajar las escaleras vió la hora y eran las 8 de la noche, todavía tenía tiempo ya que se verían hasta las 9.

Dando vueltas por su habitación encontró la chaqueta de Vi, pensó que se la había llevado pero estaba cerca de su cama.

‘tendré que llevársela luego’- pensó. Sabía que luego  también tendría que ir a informarle del posible operativo, aunque se preguntaba si sería muy pronto para la pelirrosa. En caso de que agravara la situación no sabía si ella sería capaz de enfrentar a Jinx. Cuando levantó la chaqueta del suelo, se cayó de su bolsillo un colgante.

‘por las dudas lo guardaré, quizá sea importante’

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Cuando por fin se estaba por hacer la hora en que saldría de mi casa mi madre iba llegando. Estaba muy seria pero no pude llegar a preguntar nada en absoluto porque un poco más y llegaría tarde.

Me despedí de ella con un beso en la mejilla y me fui. Cuando estuve fuera pude ver una hermosa noche estrellada y pensé en lo bonito que sería solo sentarme en la terraza a observarla.

‘la próxima será’- suspiré

Desde que me había vuelto la sheriff casi nunca tenía tiempo libre. Había otros vigilantes, por supuesto, pero yo era la encargada de dirigirlos y muchas veces me estresaba el hecho de que algunos no sabía que debían hacer. En general, en la carrera nos brindaban una formación táctica pero muchos ingresaban por tener conocidos y en realidad solo estaban en ese trabajo por el dinero. Lamentablemente era algo que yo no podía controlar pero si dejar el mínimo margen de error.

Jayce, antes me decía que trabajo demasiado, sin embargo, desde hace un tiempo no tenemos un trato tan cercano ya que he estado muy ocupada y desde que forma parte del concejo, la oportunidad de encontrarnos casi no existe.

‘y pensar que cuando éramos niños estábamos todo el tiempo juntos...siempre ha sido un idiota’- reí para mis adentros.

Tengo otros amigos que hice durante la academia o en el trabajo, pero muchos de ellos están casados o tienen parejas por lo que es rara la ocasión de vernos. Supongo que estando en los veintes es normal, aunque como siempre he pensado en el trabajo y mejorar Piltover realmente nunca barajé la posibilidad.

Entre pensamiento y pensamiento ya estaba en la puerta del restaurante. Ingresé y en la recepción fui saludada por el dueño, que me recibió con una sonrisa indicándome mi mesa.

En la mesa estaba sentada una mujer que no era muy llamativa. Tenía lentes gruesos y vestía ropa de oficina, yo en realidad no tenía idea de quién era porque había sido acordado de manera anónima, el mensaje me había sido transmitido por un oficial de confianza.

"Buenas noches Sheriff"- ella levantó la mirada al verme. Era joven pero se veían cansada.

"Buenas noches"- me senté frente a ella.

"Seguramente a usted le parece raro que una completa desconocida la llame de esta manera..."
Ella suspiró, yo solo la observaba con detenimiento intentando analizarla.

"No se preocupe"- le sonreí y tomé un sorbo de agua.

"...señorita la verdad es que yo no soy de aquí...mi familia es de Zaun y..."- suspiró-" mejor empiezo por el inicio. ¿Recuerda el día del robo en el edificio que se encuentra a dos cuadras de la academia?"- yo asentí y ella prosiguió-" yo trabajo ahí como secretaria y... pude reconocer a uno de los delincuentes"-

A pesar de todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora