Capítulo 13

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Yibo se separó de Zhan algo noqueado por haberlo abrazado ya que fue más por el impulso de su lobo que le pedía a gruñidos que tenga entre sus brazos al omega.

Y eso no lo disgustaba en absoluto.

Luego de aquello se dirigió a su habitación para traer unas almohadas con una manta lo más seguro es que iba a dormir en el sillón y Wang no iba a refutar nada contra ello puesto que primero era la comodidad de Zhan.

- Zhan ya conoces mi habitación anda y duerme ahí yo dormiré en el sillón -acomoda las cosas mientras por el rabino del ojo me doy cuenta cómo Zhan niega con su cabeza acercándose a mí.

- Oh no claro que no chico nuevo - lo alejo del sillón y lo llevo a rastras a su cuarto.

- Tú duermes acá yo vine de impertinente y no te voy a sacar de tu cuarto no señor yo voy a dormir en el sillón - Xiao estaba dispuesto a irse cuando siento cómo alguien lo toma por la cintura alzándolo para recostarlo delicadamente en la cama como si de una pluma se tratase y rodeándolo con sus fuertes brazos por su cintura para que este se mantuviera quietito.

- Eres muy terco Zhan - niega - no voy a dejar que duermas en el sillón tranquilo yo iré y dormiré tranquilamente - dijo aquello queriendo convencerlo vagamente.

- Ya te dije que no Yibo - refunfuñando - no arruines el momento y duerme conmigo aprovecha que mi lobo y yo estamos de buenas porque no acostumbro a dormir con alguien a excepción de mis almohadas y peluches - comentó divertido.

Yibo río ante lo dicho mientras asentía sabía que debía darle su espacio vamos recién se conocían pero no ahí estaba abrazando a un omega al cuál recién conocía pero por alguna razón hacía que su lobo no esté de amargado al contrario movía la cola cada vez que se acercaba a Zhan como si estuviera feliz con el acercamiento de su humano hacia el omega.

Al cabo de unos minutos ambos chicos cayeron rendidos ante el sueño el día había sido muy agitado y las clases ni qué decir.

Y tener a Zhan soltando feromonas dulces hizo que durmiera plácidamente.

A la mañana siguiente.

Yibo

Me desperté en la misma posición en la que había dormido con Zhan él estaba con un pequeño puchero en sus labios haciéndolo sencillamente adorable.

Decidí levantarlo aunque no sabía cómo el menor reaccionaba cuando lo levantaban en las mañanas.

- Zhan - lo muevo sutilmente - Zhan debemos ir a la universidad.

- Mmm no tengo sueño - agarra la sábana y se lo coloca hasta la cabeza tapándolo por completo.

Río ante ello se nota que al omega no le parece en lo absoluto que lo levanten de su buen sueño.

- Zhan vamos que yo sí me voy alistar para ir a la universidad y no creo que quieras faltar ya que recién empieza la semana - lo estaba regañando.

En ese momento un Xiao muy soñoliento levanta y seguramente lanzándome mil groserías a Wang en su mente.

- De acuerdo pero quiero que sepas que no me caes Wang - dijo con un puchero en sus apetecibles labios.

- Sonrío - Escoge de mi closet lo que desees yo voy a cambiarme abajo mientras preparo un suave desayuno para ambos - este asiente antes que me retire del cuarto.

Una vez me acabara de cambiarme preparé un sencillo pero nutritivo desayuno que constaba de huevos revueltos con unas tostadas y un batido de fresa.

Escucho cómo Zhan baja por las escaleras y le sirvo su desayuno dejándolo en la mesa del comedor.

Este agradece antes de disgustar el desayuno y sintiéndome satisfecho por aquello.

Comimos mientras conversábamos de cosas tribales y en unos cuantos minutos ya habíamos terminado lavando los trastes y dirigiéndonos juntos a la universidad.

Cuando llegamos Zhan se estaba acercando suponiendo que era para despedirse antes de entrar a su salón pero una voz conocida interrumpe la acción del omega.

- No me digas que el ofrecido de Xiao ya le abrió las piernas al chico nuevo - sonríe burlón.

Noto cómo a los segundos Zhan suelta feromonas de enojo pero antes que diga o haga cualquier cosa yo le respondo de forma déspota a aquel alfa.

- Vuelves a repetir lo que acabas de decirle y te callo el hocico de un sólo golpe - dije que un semblante serio en el rostro.

Me habían colmado y no es como que yo tuviera tanta paciencia que digamos.

Alto ahí no acepto alfas ¡Pero si eres mi omega!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora