2 son compañía, 4 son orgía

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Ya conocen a Nacho, ya quedo presentada Valeria, habíamos aceptado y nos condujeron a su mejor habitación, en el 2do piso, como Drácula y su vampiresa predilecta conduciendo a sus invitados a sus aposentos. Notamos que la casa era tan grande porque contaba con varios dormitorios, como mínimo 3 (bastantes para una casa de dos) y estábamos en uno empapelado con mal gusto, desprovisto de cualquier mueble, adornos o cuadros, solo una cama matrimonial grande con varios almohadones mullidos y algunas sillas mejores de las que tenían en el comedor.

- Gracias por aceptar, pendejo, te la voy a dejar afilada como una estaca. - Me dijo Vale al oído, demasiado fuerte. - Después de esto no van a querer dejar de venir.

- Dale, sobri, dame un besito, animate, no tengas miedo. - Insistía Nacho con mi hermana, víctima de su excitación.

Acto seguido, la hermosa rubia me arrojo a la cama haciéndome rebotar mientras que Nacho y Tammy, que se disponían a ir a otra habitación, cambiaron su trayectoria.

- Quiero estar donde está mi hermano. Todos juntos.

- Nena traviesa, lo que vos quieras, nos hacen un lugar, permiso.

Si me apuran, no quería estar en la misma habitación que yo por lujuria sino por seguridad. La aventura tenía que tener un límite y el límite era hacerlo en presencia mía, pobre, con semejante mujerón como Valeria iba a estar muy distraído.

No puede mirar lo que hacían mi hermana y mi tío, ya que Valeria quería captar toda mi atención y tenía con qué. Se acostó sobre mí, me besó el cuello, los labios (no podía creer que una rubia así me estaba besando), me envolvió con sus cabellos rubios mientras sentía el colchón hundirse a mis lados. Nacho hacía lo mismo con Tammy que, al lado mío, me observaba extrañada, como si no supiera cómo llegamos a esa situación.

- ¿Era esto lo que querías hermanito? ¿Enfiestarnos con nuestros tíos?

Más extrañada pareció cuando los labios de su propio tío envolvieron los suyos en un beso apasionado, los labios de Nacho hurgaron en su boca con lujuria y Vale, que me pescó espiando, me tomo de la boca y me mandó lengua hasta adentro.

- Me encantan estos chicos aventureros, ni necesitan mamarse o drogarse para aceptar estos retos. - Le dijo a su pareja cuando nuestras bocas se despegaron y me besaba el cuello convirtiéndose así, en la 2da mujer que besaba en mi vida, también de la familia, todo un record para el escándalo.

- No te distraigas, amor, hay que ser buenos anfitriones. - Y la mano de mi tío se introdujo en la calza de Tammy provocando el primer gemido de la noche. Sus dedos experimentados, conocedores de mil vulvas, encontraron su punto más placentero al instante y lo masajearon con rigor.

- Eso es mi chiquita, déjate llevar por las manos de tu tío... así, así, que linda conchita que tenes, grande y suave como me gustan. – Le susurró observando su rostro sonriendo por el incipiente placer. - ¿Viste que te iba a gustar? Pensar siempre supe que ibas a ser toda una loquita.

- ¿Si? – Preguntó casi en un quejido. - ¿Ya de chiquita se me notaba que iba a ser muy puta?

- No te das una idea, uno se da cuenta de quienes nacen con el don de ser como vos... unas putitas hermosas... - Dijo sin dejar de masajearle la vagina por debajo de la cala, frotándole toda la almeja con sus hábiles dedos.

Nacho volvió a besar a mi hermana al lado mío mientras le tocaba la vagina, vi sus lenguas conectarse, sus labios realizar sonidos de succión muy guarros y a Tammy, ahora, disfrutándolo, encontrando sus lenguas en el exterior de la boca, golpeteándolas una con otra. Semejante visión me estaba excitando como no creí que pasaría, mi propia hermana, a la que creí mia y solo mía, siendo manoseada y besada como a una puta por el hermano de su padre.

Hermana OtakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora