Trampa familiar

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 Toda una incógnita saber lo que iba a pasar esa noche, en la cena con mi tío Nacho. Para mí, solo íbamos a comer y a reír con las chisporroteantes personalidades de Vale y nuestro tío. En cambio, Tamara no estaba tan segura.

- Es un tiro a aire, Tommy, no dejó de verme las tetas en toda la mañana y siempre que podía me mandaba mano. En especial cuando dijo que se quería sacar una foto. – Mencionó terminando de arreglarse frente al espejo del baño. Cualquier hombre le hubiera estado viendo las tetas toda la mañana, pensé, aunque me lo reservé.

- Era una playa nudista, todos van a mirarse y no dicen nada, no porque sea naturista tiene que ser degenerado, nosotros, nunca habíamos ido y sin embargo nos ganamos nuestra parcela en el infierno.

Metiéndome en el baño y abrazándola desde atrás, muy pegote, sintiendo el perfume que se había puesto. Para alguien que quería tener una cena tranquila se estaba produciendo más de la cuenta y me gustaba la idea de hablar cosas picantes con mis tíos de por medio.

- Dios (si existe) tiene cosas más graves de qué preocuparse en estos momentos, que nos deje culear tranquilos. - Mencionó tajante sin importarle mis arrumacos, mis besos, mis caricias. – Ya casi estoy ¿Cómo me queda?

Preguntó mirando mi reflejo en el espejo del baño. Se había puesto una calza corta negra, ajustada y un top a juego con un buzo holgado sobre ella. Para mí el short le quedaba chico, y eso se traducía a que le quedaba apretadito, de diez.

- Sí, definitivamente nuestro tío se te va a entrar como Chester J. Lampwick al hígado encebollado. - Bromeé admirando su figura como siempre (manía que tenía de preguntarme opiniones sobre su apariencia cuando hasta un nido de pájaro en la cabeza le quedaría sexy)

- ¿Y ese quien carajos es? ¿El cantante que se suicidó?

- Era un chiste de los Simpson, deja, me siento decepcionado por los dos, vamos de una vez.

- Yo soy de otras referencias, me hubieras dicho como Misato a Shinji o la Androide 18 a Krilin.

Recordaba cuando esperaba a que nos vinieran a buscar, la frase de Tammy "Dios tiene cosas más graves de qué preocuparse en estos momentos" sin embargo, las conversaciones de nuestro tío y Valeria ya empezada la cena en su casa bien podían captar su atención y delatarnos ante el creador. También el atuendo de la rubia ojiazul podía captar su atención, era de un rojo fogoso y de un escote que peligrosamente, la desnudaba cada vez que se inclinaba para servirnos los platos.

- ... entonces fuimos a la casa de ellos tras recibir la invitación, nosotros recién nos conocíamos, de hecho, tras vendernos la movida muy bien, no me esperaba que ella aceptara. - Señalando a Valeria en la mesa, cosa que nos pareció de mala educación. De carácter podían ser idénticos, en las maneras y el aspecto eran la viva imagen de la bella y la bestia, opuestos a más no poder. - Ellos insistieron tanto y hablaron tan bien de esa experiencia, que aceptamos.

- No bolacees, aceptaste porque es de Aldosivi como vos y te mostró un tatuaje. Enfermitos. - Lo ubicó la blonda. - Se podría decir que nos metimos en la onda swinger por el club, se mostraron los tatuajes como Homero cuando le mostró la marca de los Magios al plomero.

- ¡Entendí esa referencia! - Expresé sin poder controlar mi tono. Esa mujer era oro puro y si encima le gustaban los Simpson estábamos hablando de lo más cercano a la perfección posible.

Tammy me dio una disimulada patada en el tobillo que me hizo dar cuenta de que tenía cara de baboso, por lo que me apresuré a disimular.

- Ejem ¿Y hacen reuniones seguido? ¿Cómo funciona eso? - Pregunté tratando de ocultar mi interés en el asunto. Era la primera vez que dialogaba esos temas en una cena, en una mesa, con familiares, y Tammy, aunque más cayada que yo, sé que escuchaba con atención las anécdotas triple X de Nacho.

Hermana OtakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora