Una noche insuperable

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 No había manera de describir como me sentía. Podría tirar momentos de la cultura pop a modo de comparación, como He-man levantando su espada y exclamando "Yo tengo el poder" o los Power Ranger fusionando todas las partes del megazord tras presentarse (con el villano enfrente esperando) o Iron-Man pagándole a Thanos con la misma moneda, no obstante, mi momento de éxtasis era de una naturaleza distinta, tenía a dos hermosas mujeres complaciéndome en la cama con sus bocas y sus manos, llevándose a sus bocas edulcoradas cada parte de mi sexualidad y hurgándome dónde no da el sol. Ese era mi momento de gloria máxima y dudo que lo pueda superar, tan solo igualar.

Una mano de la Valeria me ahorcaba la verga en la base, inflándola con sus ruidosas succiones en mi glande, masajeándome el pequeño orificio por donde eyaculaba con su lengua. Mi mano, gracias a la anatomía humana, podía llegar a su vagina y colarle dos dedos que entraban como si pertenecieran allí.

Mi hermana estaba más abajo ocupándose de mis testículos, que debo confesar, tras tanta acción y frote, no estaban ideales para llevarse a la boca. A ella no le importaba un carajo, y a ojos cerrados, con sentimiento, me los limpiaba como una gata. Decidido a recibir lo que más me gustaba, levante una pata y Tammy entendió mi mensaje descendiendo de mis testículos a mi ano, lamiéndolo en cada milímetro. Sentí su lengua escarbándome con toda su fuerza mientras me chupaban la verga, volviéndome un zombi en vida.

- Uuuy nena, no pensé que vería algo así en mi vida. - Expresó Vale en una pausa en la que me la jaló mientras no dejaba de masturbarla. - Te superás segundo a segundo.

- Conozco los gustos de mi hermanito, cuando levanta los pies es porque quiero que le lama acá. - Expresó tocándome el agujerito con los dedos y pasándome la lengua por toda la raya. - Más cochinos somos más me gusta, somos así.

- Excelente filosofía, dejame ayudarte.

La rubia se me subió hundiéndome en el colchón y perdiendo mi rostro entre sus piernas. Acto seguido se sentó sobre mi boca sosteniendo mis piernas abiertas con los brazos y mi hermana, como si fueran actrices porno acostumbradas a trabajar juntas, continuó con el anilingus pajeándome al mismo tiempo, mucho más cómoda.

- Mmm que excitante verte hacer eso la puta madre... y ni hablar de lo que me hace a mí, me está comiendo la concha que da calambres.

Era bueno que me reconozca el cunnilingus. Estaba prácticamente sentada sobre mi boca, todo lo que respiraba, todo lo que iba a mi boca, pasaba por su vagina como si ella fuera un filtro de aire. Llegue a chupársela tanto que pensé que no me sacaría ese sabor y olor delicioso jamás de mi boca y piel. Tammy, ajena a mi acción oral, seguía y seguía sin dejar en paz mi agujerito de hombre, demostrando que las mujeres también gozaban de la degustación de asterisco sin restricciones, hurgando en mi centro, intentando colarse y besándolo con descaro.

En eso llegó Nacho. No le di demasiada importancia, Vale dijo algo como "Éramos muchos y parió la abuela." pero no intervino. Calculo que por el silencio y la cama (se hundía, crujía o movía de acuerdo a lo que hacíamos, indicándome lo que pasaba sin ver) se sentó a ver o a pajearse. Yo habría hecho eso al ver a mi pareja sentada en un sobrino, y la sobrina comiéndole el culo al afortunado hijo de puta.

- Ahhh, déjame tomar un poco de aire, se me cansa el brazo y la lengua, dame una mano, dale. - Le pidió a Valeria que, acostándose en posición de 69, refregándome el sexo en mi cara, retomó la mamada y mis piernas retornaron a su posición original.

- Listo preciosa, en posición, sigamos... - Dijo Vale muy cómoda usándome como su colchón humano.

- Dejame recompensarte, no me gusta ver que den sin recibir. - Aunque no pude verlo, apostaría mi pene a que Nacho se unió a nuestro ciempiés humano hundiendo su boca en alguna zona erógena de Tammy.

Hermana OtakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora