En cuestión de minutos, subí a la habitación de mi hermana con la expectativa de otra noche relajada, de películas o series junto a ella, cosa que cada día se volvía más frecuente.
No sé cómo será en otras familias, entiendo que comúnmente los hermanos se llevan como perro y gato, sé que algunos se ayudan, se soportan y otros pocos se quieren, pero muy pocos son amorosos como Tammy. Creí que solo la pasaba bien conmigo porque yo había crecido y compartíamos los gustos, la verdad éramos dos frikis, nos entendíamos bien.
Sin embargo, había algo más detrás de toda su cándida fachada de hermana mayor cariñosa...
- ¿Qué miramos hoy? - Me preguntó acostada al revés (piernas apuntando al respaldar de la cama) colita para arriba en su cama ni bien entré. Navegaba en la pantalla de selección como si nada, como si fuera lo más normal del mundo estar ligera de ropas así frente a su hermano. – Ponete cómodo. – Me indicó mirándome.
Debo admitir que me hice el boludo y me acosté sobre la almohada, frente al tv y por supuesto, el escultural cuerpo de mi hermana o, mejor dicho, su cordillerana cola. Quería ver si se incomodaba, si me decía algo, si cambiaba de posición, si se tapaba. Eso no ocurrió. Tenía frente a mí las nalguitas apretadas con la bombacha estrangulada entre ellas y admito que la mire demasiado.
- ¿Y? ¿Qué queres ver? Decime que pongo...- Se ofreció sin mirarme a la cara mientras fingía pensar en algo.
- Veamos la última temporada de Black Mirror. - Sugerí casi sin pensar. Hace unas tres semanas habíamos visto varios episodios de esa serie de ciencia ficción.
- Me gusta, me gusta, la tengo pendiente, estos días colgué viendo Oreimo, Dark, Boku no Hero Academy... - Tammy pasó a gatas sobre mí (sentí su peso por unos segundos), cerró la puerta y apagó la luz. Lo único que nos iluminaba era la oscura pantalla de selección de la plataforma de streaming.
- ¡Listo! A ver qué onda...- Y se acostó a mi lado. Ya no tenía ese paisaje exuberante ante mis ojos, pero lo pegada que se ponía a mí me gustaba también, sin saber bien porqué.
Me gusta que me trate bien, que sea cariñosa y "pegote" conmigo, así como esos momentos que últimamente vivíamos juntos, sin embargo, nunca imaginé lo que ocurriría esa misma noche. Mi grado de perversión no va más allá de admirar su cuerpo en secreto y verla muy hermosa a pesar de ser familia. A veces, pensamientos inusuales me invadían, debo admitirlo, como que me sentiría celoso cuando se ponga en pareja o que un hombre va a ser muy feliz haciéndolo con ella...
Tammy le puso pausa antes de que el capítulo arranque.
- Haceme un favor. Saquémonos una fotito...- Me pidió, encendiendo la lámpara aferrada al respaldo de su cama y tomando el celular con la cara pegada a mí. - Dale, sonreí, no seas tan amargo que la subo a insta.
- No sabía que tenías instagram he, nunca dijiste nada. - Comento mientras tomaba las fotos. Ella hacia caras amistosas, gestos con las manos (la clásica mano con dos dedos) y hasta me obsequiaba un beso en la mejilla.
Me sentí incómodo al extremo. Estaba en su cama, en su pieza y con poca luz, no era común ni en los hermanos más unidos, y se puso aún mejor...
- Es secreto, no quiero que ningún conocido lo vea, con vos voy a hacer una excepción si me guardas el secreto.
No supe si era yo, si los oídos me fallaban o de verdad había lascivia en su tono de voz.
- ¿Por qué tanto misterio hermana? - Pregunte extrañado.
- Ya vas a ver. - Contestó misteriosa. - Tengo otra idea, vení, dame un piquito.
Me puse rojo como un tomate casi de inmediato.
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Hermana Otaku
RomanceSu hermana mayor Tamara ya no era la misma... Tomás sabía que algo había cambiado cuando dejó de pelearlo, de acosarlo con su malhumor y sus incesantes retos. Una noche de jueves, las señales se hicieron más que evidentes: Tamara deambulaba ligera...