~ Domingo; 1:30 PM; Casa de Rafa ~
-TIC-TAC- -TIC-TAC- -TIC-TAC-
Rafa: Ugh...
El chico se encontraba sentado en uno de sus muebles mientras veía el reloj en la pared.
Rafa: Veamos... son las... ehrm... Ag~ es cierto, no sé leer la hora en este reloj. ¿Por qué rayos lo compré siquiera?... Un momento, ¿yo lo compré... o me lo regalaron? Espera... ¿desde cuándo yo tengo un reloj? —Mira a ambos lados extrañado, esperando encontrar un fantasma o algo similar.
[Han pasado algunos días desde la explosión del laboratorio, tal vez... ¿casi una semana? Ya logré recuperarme lo suficiente como para moverme libremente, incluso pude subir a la mata de mango del vecino para conseguir el desayuno; aún me duele un poco, pero podría estar peor.
Por alguna razón, no han pasado nada referente a la explosión en las noticias ni en la radio. Uno esperaría que fuese un evento de alcance nacional o hasta internacional, pero no es el caso... Aunque creo que eso es bueno, digo, si se supiera del asunto, también se sabría que yo estuve ahí.
Las clases empiezan mañana como siempre, un poco rápido para mi gusto, pero tampoco me quejo. Una parte de mí quiere que ya sea de mañana, y otra no.]
Rafa: Mug~ oficialmente estoy aburrido. Quiero algo qué hacer.
[Y la parte que sí quiere las clases está ganando. ¡Bueno, no es que tenga otra opción, así que tocará procrastinar hasta mañana!]
Se levanta de un salto de ese viejo mueble y se dirige hacia la nevera, la cual al ser abierta revela que está a tope de mangos.
Rafa: Verde... Verde... Muy blando... Muy duro... Verde... ¡Bingo!
Luego de ir tanteando cada fruta, finalmente escoge una y se asoma por la ventana de la sala.
Rafa: Debo seguir comiendo mangos si quiero llegar a ser igual de fuerte que Héctor. ¡No puedo dejarme morir!
Pero cuando está a punto de darle una mordida a su comida.
-¡TRIS!- -¡TRIS!-
Rafa: ¿Eh? ¿Qué es...?
Intentó buscar el origen del ruido con la mirada.
Lo logró.
Se trataba de un gato callejero que estaba dándose un festín con las bolsas de basura de Rafa; este veía horrorizado la escena.
Rafa: Ay... no... ¡Cualquier cosa menos eso! ¡Oye, tú, deja mi basura en paz!
El chico sale por la ventana y corre hasta el gato, este sale espantando saltando sobre la cerca.
Rafa: Uff... (Bueno, hora de seguir mi almuerzo). —Se percata que dejó de caer el mango al suelo. —(...O tal vez no).
Él entra de nuevo por la ventana, para luego volver a la nevera, esta vez eligiendo un mango totalmente al azar.
Rafa: *Nom*... Verde.
[Años viviendo solo y ni cocinar sé. La última vez casi quemo mi casa, ¡pero nadie me dijo que al aceite no se le agregaba agua! Yo solo quería enfriarlo un poquito...]
-¡TRIS!- -¡TRIS!-
Rafa: Ugh. No de nuevo.
Otra vez, Rafa se asoma por la ventana, topándose con la misma vista de hace un par de minutos: el gato haciendo una masacre de bolsas de basura. Rafa sale por la ventana en carrera hacia el felino.
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I am Rafa
HumorEn una ciudad sin nombre, Rafael Matos vive su vida con tranquilidad junto a sus amigos más preciados. Sin embargo, la normalidad de su vida empieza a desmoronarse lentamente a causa de dilemas pasados y futuros por igual, así como por cierto poder...