One-shots; AC/DC

Back in Black ~ Brian x Angus

El sol brillaba con poca fuerza pero había una temperatura agradable afuera. Las mañanas en el Compas Point Studios se pasaban rápido últimamente. Allí no había mucho para hacer más allá de grabar y escribir un poco, lo que era lo más interesante por lejos del resto de cosas que había.

—¿Qué te parece, eh? —preguntó Malcolm mirando a su hermano, sonriendo mientras ambos observaban a su nuevo vocalista grabar su línea de canto.

—No está nada mal. —le respondió él, con las manos en su cintura, aunque una expresión tal vez no tan convencida. -Si fuera un poco más alto... -recibió un codazo por parte del otro guitarrista, aunque rio un poco él también.

—¿Les importa su estatura? Les recuerdo que ninguno de los dos llegas al metro sesenta. —se burló el baterista de forma amistosa, quien recién volvía de afuera, donde había estado fumando.

—Hey, no los molestes. —dijo Cliff sin despegar la vista de una revista algo vieja que estaba husmeando sin mucho entusiasmo, sentando en una silla de madera cerca de ellos. Nada muy interesante que decir sobre sus artículos, sólo algunos chismes que ya se sabía.

—Bien, bien —tomó asiento a su lado, en un taburete alto y se unió a su lectura, mirando por sobre los hombros del otro.

La puerta de la cabina de grabación se abrió y Brian salió de ahí adentro, sonriendo satisfecho con lo que acaba de hacer. Estaba contento de haber obtenido el puesto y más todavía lo estaba por haberse topado con ese lindo y pequeño guitarrista. Suspiró sonriente mientras se acercaba a los dos que estaban de pie.

Colocó una mano sobre la cintura del de cabello rizado, atrayendolo hacía él para dejar un pequeño beso sobre sus carnosos y rosados labios.

—¿Pueden no hacer eso en frente de todos? —pidió el tercero, cerrando los ojos con algo de asco que era en su mayoría simulado. No le desagradaba en realidad.

—No te pongas celoso, Mal, ya tendrás un novio tú también. —se burló un poco, abrazando aún al otro.

—No necesito un novio. —se cruzó se brazos, mirándolo con ese toque de superioridad que siempre tenía con él.

—Aw, claro que lo necesitas. —apretó una de las mejillas de su hermano, recibiendo un pequeño manotazo que lo hizo reír. Johnson rio también, ese par se le hacía tan agradable.

—Hey, ustedes dos —dijo el guitarrista rítmico mientras se daba la vuelta para mirara a los otros dos que hasta ahora no se habían movido de sus asientos ni abierto la boca para mucho. Bueno, Rudd sí pero solamente lo hizo para fumar, así que no contaba.-¿Pretenden grabar sus partes hoy sí o no?

—Nah, tal vez mañana. —le resto importancia el inglés, agitando su mano para indicarle que ya no los molestara.

—Era una pregunta retórica, Phil. —le dijo, poniendo las manos sobre su cintura.

—Ni siquiera sé que eso. —antes de poder decir cualquier otra cosa, él ya los estaba forzando a levantarse.

Mientras ellos tres "peleaban", aunque en realidad no lo estaba haciendo, los otros dos se salieron del estudio. Iban debajo del sol que quemaba un poco por estar ya cerca del mediodía, aún así, se tomaban de las manos.

Sorprendentemente, no había tanta gente en las veredas. Ninguno de los dos estaba muy seguro de dónde iban pero mientras hubiera movimiento, se confiaban de que podrían preguntar y para volver sólo debían ir por donde vinieron.

Al final ambos terminaron sentados una banca, mientras comían unas paletas de agua que Brian insistió en pagar. Él no podía despegar la vista de Angus, era demasiado bonito. Ese cabello que parecía de muñeco de porcelana, su cuerpo pequeño y delgado, sus hermosos ojos claros. Se mordió un poco el labio inferior tratando de disimular la manera en que lo miraba, pero es que le gustaba tanto que no podía parar de hacerlo.

Su relación había avanzado muy rápido, al principio sabía que no le caía muy bien a Young pero de alguna manera terminó siendo su pareja. Quizá porque se tomó con humor el hecho de que lo ignoraba o maldecía por debajo. Algunos meses más tarde, a Angus se le fue esa bronca sin que el cantante hiciera nada y comenzó a llamarle la atención la manera en la que le daba igual que hiciera o pensara sobre él.

Eso fue lo que más le gustó. No le importaba en lo más mínimo nada de lo que saliera de su boca, si era algo malo sobre su persona.

—¿Crees que ya hayan terminado de grabar? —preguntó el más joven mirándolo, ya sólo le quedaba el palito de madera de su helado.

—No creo —respondió, dándole la última mordida al suyo.

—¿Tengo la lengua azul? —volvio a hablar el otro, abriendo la boca.

—Dejame ver... —apoyó el palito de madera sobre su lengua presionando un poco, lograndole arcadas y ganándose un pequeño golpe en su hombro.

—Idiota —rio despacio. Y ambos se quedaron en silencio un rato más.

—No quiero volver al estudio, ese lugar debe ser un caos.

—Sí, aunque tu hermano logra ponerlos a raya siempre, ¿No crees?

—Él debería relajarse un poco más. Ya tenemos otro cantante, ya no tiene que preocuparse tanto.

—Tú también estabas preocupado, hasta que llegué yo y te mejoré la vida.

—No puedo creer que seas tan fanfarrón.
—se cruzó de brazos, fingiendo estar enojado con él.

—Así me amas. —besó despacio su mejilla, consiguiendo otro beso en sus labios.