Siento cosquillas en las manos.
Abrí los ojos, es de noche y la luz de la luna parece más brillante que de costumbre.
-Otra vez este sueño- dije reconociendo el mismo hospital de mi anterior sueño.
Estoy en el jardín del mismo.
Me sacudí las manos de la tierra un poco molesto, no me gusta la tierra.
-¿Por qué trabajas tan tarde?.
Me sorprendí porque no esperaba encontrar a alguien más a parte de mí. Shuichi tiene una bolsa en su mano.
Ni si quiera pude hablar.
El pelinegro se agacho a donde se ve mi pantalón roto, tengo una herida que no había sentido hasta que la vi.
-Te dije que era mala idea estar aquí tan tarde.
Ya recuerdo, él se había ofrecido a ayudarme a cuidar de los jardines pero trabajo de madrugada para no molestar a los empleados. Me terminé haciendo daño y se fue por algunas cosas para curarme.
-Lo siento...-dije y Shuichi suspiró.
-Eres demasiado amable- sonó a regaño y agache la cabeza pero el chico hizo que no lo hiciera poniendo su mano en mi quijada tiernamente -No es malo, pero la gente puede aprovecharse de tí, cuidaré que eso no pase.
Siguió limpiando mi herida y me alegro porque mi cara está tan sonriente que es verdaderamente obvio que me gusta que diga cosas así.
Una persona tan importante para mí, me cuida como si fuera un tesoro. Estos sueños no son tan malos.
Ver a Saihara de una manera que jamás creí es enternecedor, acerque mis manos a su cabello porque siento una gran necesidad de abrazarle.
-¿Ya despertaste?.
Abrí los ojos de par en par. Aquel sueño en el que era de noche se remplazo por la mañana y una situación distinta.
De hecho, ¿Qué situación es esta? Estoy en un cuarto de hotel acostado sobre un sillón rodeado de botellas.
Me sujete la cabeza -¿Dónde estamos?.
-Seguimos en el hotel arcano.
Me fije al rededor pero no recuerdo nada.
Me llamo la atención la cara atenta del de ojos amielados.
-¿Por qué me miras así?
-Es que tenias una sonrisa muy boba ¿Qué estabas soñando?
Le empuje la cara con uno de los cojines.
-Con nada.
-Dijiste mi nombre.
-¿Eso hice?- asintió -Pues que raro, soñé que comía sushi.
Me pare después de haber inventado esa excusa.
En la ventana semi abierta me di cuenta que hay un alboroto afuera.
-Debemos irnos, parece que ni si quiera en el paraíso hay paz.
-¿Qué ocurrió?- le pregunte.
-Mataron a alguien anoche.
-La gente muere diario ¿Qué tiene de sorprendente?- digo yo que he visto ya muchos espectros y él también está acostumbrado a ellos.
-Qué aquí se supone no debe morir ningún dios ni ser viviente con razonamiento, si eso pasa, entonces ninguno de nosotros está a salvo en su propio universo.
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La Muerte De Un Dios [Saiouma]
Ciencia FicciónEl mundo cambió desde el día en que te conocí. La maldición me persigue para dondequiera que vaya. Estos seres no paran de murmurar que quieren matarme. Debo estar loco, porque a pesar de todo quiero estar contigo y amarte hasta que alguno de los...