Extra

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[Noche en el hotel arcano]

💜

Salimos del arco, me da una sensación fría en el cuerpo.

Ah sí. Supongo que es por la bebida, ¿Saben la cantidad de gente que había ahí adentro? Futa.

Chingo de gente.

—¿Seguro que quieres seguir?

Le puse la mano en la boca a Shucihi —Shhh sh sh Shhhuishuu, cállate, no digas nada. Me choca que seas tan... tú.

El pelinegro cerró los ojos por un momento y apartó mi mano.
—Estás ebrio, no te voy a dejar en este lugar vagando...

—¡Agh, Anubis!— caminé para huir a donde sea, al lugar más bonito al que pueda explorar y conquistar a alguna morena o blanca de ojos chipiaditos...o algún extraño sobrenatural antropomorfo.

El suelo se me mueve tanto que no di más de tres pasos antes de caer.

El chico se agacho a mi altura, siento que me mira con pena
—Voy a pedir un cuarto.

—Chico, invítame a cenar antes, no porque este borracho creas que...pienses que voy a caer así— chaqueé los dedos —por tu cara de pendejo, precioso.

—Ouma— se acercó y me tomó del rostro, veo un poco borroso sus ojos dorados, me acerque para besarle pero se alejo, entonces me di cuenta que su intención no es darme un beso —No duermo con borrachos.

Me dio una palmadita en la mejilla y se alejo.

Me sentí tremendamente herido
—¡Ni quien quiera...!— una arcada no me dejó seguir hablando y me limité a mirar ese extraño cielo que parece una pintura psicodelica.

Estar borracho y ver eso, se siente bastante extraño, casi no parece real.

—¿Por qué me habías traído aquí?

Se sentó a mi lado viendo lo mismo que yo —Quería enseñarte uno de mis lugares favoritos.

Me sorprendí y le mire.

—Cuando vine aquí por primera vez, todo era tan nuevo e increíble que pensé que realmente hay cosas buenas en esto de ser un semidios. Me hizo sentir menos mierda en aquel entonces.

No esperaba que el ambiente se pusiera así de melancólico, acerque mi mano a la de él pero olvide que ya no estamos tras del arco hecho de ramas; aquí no puedo sentir como se siente con exactitud y de alguna manera me molesta.

Pero creo que no necesito de un lugar que aumente mis sentidos para saber con exactitud cómo se siente.

Con ver su rostro y sus manías me doy una idea. Aquellos tics nerviosos por su ansiedad y la mirada perdida.

—Shuichi—me levante a duras penas —Hay que seguir viendo este lugar, quiero conocer que más mierda exótica hay aquí.

El chico sonrió porque vio detrás de mis palabras: quiero pasar más tiempo con él en este lugar.

—Primero, quítate lo borracho.

Resople harto de sus ordenes pero no quiero enojarme ahora así que a la mala acepte —¿Hay algo para comer aquí?

Caminamos por el resto del jardín y poco a poco me sentía más cuerdo.

Me gire a verle y me sorprendí un poco por esa expresión en su rostro.

—¿Por qué sonríes de esa forma?—le pregunte dándole un golpe en el brazo.

—¿Te molesta?

—Casi nunca sonríes, Shuichi.

La Muerte De Un Dios [Saiouma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora