Albus se había llevado a Hugo al palacio. Ya había ido muchas otras veces, así que sus madres no se opusieron; aunque por lo general eran muy protectoras con su hijo. Ambas sabían que él lo cuidaba bien. En ese momento estaban dando un paseo por el jardín.
— ...y estas hortensias de por aquí crecieron apenas esta primavera.
— ¿Tienes rosas?
— ¿Qué color?
— Azul.
Albus alzó un ceja y Hugo rio.
— La última vez que revisé... no; pero veamos a ver qué se puede hacer.
Fueron hasta el rosal blanco. Cuando llegaron Albus tomó una y la pintó de azul con magia. Hugo aplaudió emocionado y recibió su flor encantado. Entonces alguien se acercó a ellos.
— Albus.
Él conocía perfectamente esa voz. Se giró solo para confirmar sus sospechas.
— Malfoy, buenas tardes.
Todavía no lo perdonaba por abandonarlo mientras dormía. Estaba tan concentrado en la expresión de tristeza de Scorpius, que solo vagamente se dio cuenta de que Hugo se había colgado a su brazo. Lo notó realmente en el momento en que la mirada del rubio se desvió hacia él y su rostro tomó otro matiz.
— Buenas tardes. Disculpa, no te conozco. ¿Quién eres?
— Mi nombre es Hugo. — Respondió con tranquilidad
Su rostro perdió toda amabilidad rápidamente, como si lo reconociera; lo cual era imposible, pensó Albus, pues nunca antes los había presentado.
— Así que Hugo... tú eres el novio de Albus, ¿no es así?
— ¿Novio? ¿De dónde sacas eso? — Preguntó el aludido sorprendido.
— Tú me lo dijiste.
Albus no lo recordaba realmente.
— Cuando estabas enfermo.
Estaba a punto de decirle que eso tenía sentido, pues debía estar delirando; pero se le adelantaron.
— No nos gusta divulgarlo. Bien es sabido que una pareja de igual sexo no será bien tomada por nadie.
Hugo estaba mintiendo por él. No podía decir que le sorprendía, lo había sacado de peores, pero la forma tan experta de mentir era algo que no conocía del chico.
— Ya veo...
Scorpius lo observó de arriba a abajo, con cierto aire despectivo del que, de seguro, ni siquiera estaba consciente. Pero Hugo sí podía sentirlo y, aunque mantenía una expresión orgullosa, se pegó más a Albus; con lo cual el chico sabía que por dentro estaba incómodo.
— Hugo, ¿Podrías traerme unas cuantas amapolas? Quiero armar un ramo.
— Claro.
El chico parecía aliviado de poder escapar de la mirada crítica de Scorpius.
— Deja de mirarlo así. — Le advirtió cuando el otro se hubo ido
— ¿Cómo? — Preguntó Scorpius, como si de verdad no supiera
Albus se acercó más y él no se movió ni un centímetro.
— Como si te estuvieras preguntando qué tiene él que tú no.
Scorpius no comentó nada.
— No sabía eso de ti.
— ¿Qué? — Dijo sosteniéndole la mirada con soberbia
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𝕸𝖎 𝖕𝖗𝖎́𝖓𝖈𝖎𝖕𝖊
FanfictionAlbus y Scorpius llevan años en la misma rutina. Verse a escondidas en el bosque. ¿De que otra manera podría el príncipe del reino del norte ver a su amor, un simple campesino sureño?. Todas las tardes se veían en el mismo lugar sin falta; con los r...