"Toc, toc"
Albus bajó su libro. Era ya entrada la tarde y se preguntó quién sería.
— Pase.
Su corazón se saltó un latido cuando el dulce príncipe del norte asomó por la puerta.
— ¡Scorpius! Que sorpresa, no te esperaba.
El chico se levantó de golpe de su cama.
— Buenas tardes, Albus. — Saludó con amabilidad
Scorpius se adentró en la habitación y ambos se acomodaron en la salita para té que había en una esquina.
— ¿A qué debo tu agradable visita?
El príncipe no respondió de inmediato; en cambio, se quedó contemplando al otro chico en silencio, como si estuviera debatiendo algo internamente.
— Quería hablar contigo. ¿Me permitirías tu tiempo y atención?
Ahora ganaba tiempo para poder seguir pensando. ¿A qué iba si no estaba seguro de lo que le iba a decir? Albus se podía imaginar de qué se trataba.
— Por supuesto.
Estregó sus manos suavemente contra su pantalón, intentando secar el sudor que le había entrado de repente.
— Es verdad.
Lo soltó como si nada. Albus enserio no quería hacerse esperanzas, pero no pudo evitar notar el leve temblar de sus manos al tomar la taza de té.
— ¿Qué es verdad?
— Lo que te dije. No me voy a casar.
El príncipe se inquietó tanto que no pudo permanecer sentado; se levantó y dijo vueltas por la habitación, olvidando su taza de té en la mesita
— ¿Entonces qué harás?
Scorpius se levantó y fue hasta su lado. Tomó sus manos con cariño, observándolo a los ojos.
— Escapar contigo, mi amor... si aún quieres hacerlo.
— ¡Pero claro que sí! Iría al fin del mundo si es contigo, Scorpius Malfoy.
Albus sonrió ampliamente y alzó al chico en volandas, dándole vueltas. Scorpius rio entre sus brazos, siendo realmente feliz.
— Te amo, Albus. — Le dijo cuando por fin lo bajó.
— Te amo, mi príncipe.
El rey recuperó su consciencia paulatinamente. Primero sintió su cuerpo, cada parte de él; luego fue consciente de la luz y el calor que caía sobre él. Abrió los ojos con lentitud y se encontró a sí mismo descansando en la cama de una cálida y acogedora habitación. Las paredes y pisos eran de madera, había una chimenea junto a la cama y unos pocos muebles que la hacían ver espaciosa.
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𝕸𝖎 𝖕𝖗𝖎́𝖓𝖈𝖎𝖕𝖊
FanfictionAlbus y Scorpius llevan años en la misma rutina. Verse a escondidas en el bosque. ¿De que otra manera podría el príncipe del reino del norte ver a su amor, un simple campesino sureño?. Todas las tardes se veían en el mismo lugar sin falta; con los r...