Historias de Naruto por la Historia de Poniente

Campo de Fuego (II)

Visenya estaba en el suelo viendo a su dragón y los de sus hermanos volar. Eso era normal, lo que no era normal era el zorro de nueve colas luchando contra ellos y ganando con facilidad.

Podía oler perfectamente el olor a ceniza, el sabor de sangre y el ambiente de guerra. Notaba el calor que estaba en el ambiente que le hacía sudar, aunque no hubiera fuego.

Pero había algo que hacía que sus pelos se pusieran de punta y era como podía ese zorro demoníaco sobrevivir a sus dragones y más a Balerion.

No podía concebirlo. Ese bicho era un demonio que había ido a por ella y sus hermanos, por los pecados cometidos según muchos.

Ellos eran dragones, no había leyes que les juntaba con otras personas. Eran valyrios, una raza superior que podía tener una conexión con animales tan fantásticos como los dragones.

Pero aquí estaba viendo como ese demonio y fantástico animal jugaba con su preciado Vhagar como si fuera un juguete viejo.

Miro alrededor quitan su mirada de la pelea. Y pudo ver que no era un pueblo común. Eran tan diferentes y veía tantas cosas que su mente no podía concebir que paró de mirar ya que un dolor se hacía presente y ver otra vez la pelea.

Solo pudo tragar cuando una de las nueve colas golpeó en el torso a Balerion mandandole contra una montaña donde había siete caras esculpidas.

Pudo ver perfectamente como el dragón el cual mandaba terror por los campos de batalla era derrotado y estaba soltando rugidos de dolor. Otro estruendo la hizo mirar y ver como el dragón de su hermana, Meraxes, era golpeado contra el suelo y un chillido de dolor salía de la garganta de este.

Y por último estaba Vhagar volando enfrente del demonio de nueve colas, el cual miro con esos ojos de color rojo hacia su dragon. Y con un coletazo el zorro tumba a Vhagar en el suelo.

No había nada en esos ojos rojos.

Y su cabeza giró.

Fue durante un instante miró hacia ella haciendo que su espalda se pusiera recta. Solo pudo ver como el zorro le dio una pequeña sonrisa y su boca se abrió una bola negra empezara a salir y en un instante salió hacia ella haciendo que cerrara los ojos.

Como si aire le faltaba ella se levantó y rápidamente pasó una mano por su cara haciendo que su sudor se quitará. — Fue solo un sueño, un sueño de dragón — pensó ella mientras que una mano fuera a su pecho y apretaba con fuerza el vendaje que tenía mientras intentaba relajarse

Había sido su primer sueño de dragón en años. El primero fue cuando se vinculó con Vhagar y ahí se acabaron, no tuvo ninguno más. Y esto le aterrorizaba, ella era experta en magia y estos solo aparecen en momentos importantes, y que un animal pudiera derrotar así a sus dragones solo la hizo temblar.

— Veo que estás despierta — escucho la voz masculina para ver ahí sentado en una mesa escribiendo algo. Era el hombre que había visto antes de caer desmayada. Cuando giro pudo ver como lo mismo en los ojos que en el demonio zorro, nada