" QUE SIN TU VOZ Y TU ALIENTO, YO NO ERA NADA "
Aún no le he contado nada a Nico. Ni él me ha forzado a hacerlo. Me alegro tanto de que este aquí. Lo necesitaba. Lo necesitaba a él. Cuando hoy lo he visto todo lo que sentía por él, todo lo que creí muerto y enterrado, resucitó. Nico siempre fue mi lugar seguro, mi refugio. Apoyo mi cabeza en su pecho mientras él me abraza más fuerte. Hace rato que terminamos los dos tumbados en la cama. Y como siempre mi pierna derecha encima de la suya.
Sus dedos acarician mi hombro desnudo. El pijama se me bajó y no he querido ponérmelo bien para no perder el contacto de su mano. Su respiración está más calmada. Pero su corazón sigue latiendo deprisa.
- Deberías comer algo, ya es la hora de la cena -me dice Nico. Me muevo un poco más hasta rodearlo aún más con mi cuerpo.
- Es que...no quiero que te vayas...
No quiero que me deje. No quiero perderme ni un minuto más de estar sin él.
- No voy a irme Sara. Y si me voy, volveré neni.
Alzo mi cabeza y lo miro. Él me saca la lengua mientras yo apoyo mi barbilla en su pecho.
- Tengo contactos, ¿quieres cenar conmigo? -le pregunto algo nerviosa.
- ¿Me estás pidiendo una cita Sara Cruz? -siento como mis mejillas me arden y escondo mi cabeza en su pecho.
- Te pido lo que quieras, Nico.
El gallego pone una de sus manos en mi barbilla y la alza con un par de sus dedos. Mis ojos se clavan en los suyos y me muerdo los labios nerviosa. Esa mirada. Esa mirada aún sigue desarmándome. Así me miraba cuando quería que hiciéramos el amor. Cuando nos perdíamos el uno en el otro sin importarnos nada ni nadie.
- Claro que me quedo a cenar contigo. Pero espero que el menú sea bueno.
- Seguro que te sorprendes. No se come tan mal aquí.
Me levanto de encima suya y Nico vuelve a tirar de mi hasta que nuestros ojos hacen contacto de nuevo. Una de sus manos va a mi mejilla apartándome el pelo de la cara.
- En cualquier momento tendré que besarte Sara. Me muero por probar tus labios de nuevo.
Trago saliva mirando a Nico. Mirando sus labios. Esos labios que aún siguen volviéndome loca. Recuerdo la primera vez que nos besamos. No podíamos dejar de hacerlo, aunque todos a nuestro alrededor nos llamaran la atención. Recuerdos de tantos besos, y de lo que venía detrás de los besos. Me acerco a él y mis labios besan su mejilla. Nico contiene la respiración y afloja su agarre en mi cintura.
Me quito de encima suya y me siento en la cama poniéndome las zapatillas. Me doy la vuelta y cojo mi teléfono móvil que está en la mesilla. Voy a salir de la habitación cuando me giro para mirarlo.
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El último latido/Nico González
FanfictionCuando Nico vió a Sara por primera vez sintió eso que llaman el primer amor. Ese que te enseña a amar, pero también a sufrir. Unieron sus almas desde la primera mirada. Se amaron con cada latido de su corazón. Crearon su pequeño mundo a miles de k...