°one shots°

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°Frío°

❝Dazai osamu tiene frío❞

Frío, el frío puede ser la sensación más molesta en ocasiones

Dazai siempre ha sentido frío, o al menos no recuerda lo que es sentirse cálido, no los recuerda a ellos, las primeras personas que le brindaron calidez, no, no recuerda cómo lucían ellos, y eso hacía que la sensación de frío incrementará en él.

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Por alguna razón Kunikida se encontraba frente al dormitorio del castaño, no era la primera vez pues el idealista siempre buscaba al castaño cada vez que este tenía minutos de retraso. Pero justo ese era un día de descanso.

_ kunikida-kun ¿qué haces aquí? _ pregunto el castaño un poco sorprendido pues no esperaba la visita del idealista.

_ Solo vengo a confirmar que tú dormitorio tenga los implementos necesarios para albergar vida _ dijo el idealista de manera sería mientras acomodaba sus lentes, '¿Que?'  pensó el castaño con indignación para seguidamente poner en su rostro una sonrisa burlona.

_ kunikida-kun~ no necesitas poner una excusa para ver mi bello rostro _ dijo haciendo una pose exageradamente dramática.

_ ¡No son excusas! ¡Y déjame pasar, maldito desperdicio de vendas! _ dijo el idealista con un pequeño sonrojo en sus mejillas mientras golpeaba al castaño con su cuaderno.

Luego de que el castaño dejara pasar a su compañero surgió la idea de tomar algo mientras conversaban, el idealista a pesar de haber estado muchas veces en el dormitorio del castaño nunca prestó atención a la decoración y orden del pequeño espacio, ciertamente era minimalista, pero había algo que llamaba demasiado la atención.

Era un pequeño mueble de madera, sobre él se encontraba una se encontraba una fotografía, al estar un poco alejado no pudo distinguir a las personas en ella, también había una pequeña maceta de Brezos morados, pero lo que más llamaba la atención era una bonita katana que se encontraba postrada en la pared, de inmediato le ganó la curiosidad.

_ Dazai _  llamó el idealista al castaño.

_ Mmm? _   respondió el castaño, su "tranquilidad" era tanta que perturbó un poco al idealista, era demasiado extraño ver a su compañero de esa forma.

_ ¿De dónde salió esa katana? _ pregunto kunikida, Osamu solo cerró los ojos mientras sonreía y sujetaba la taza de té cerca de sus labios, el idealista de inmediato se percató que el castaño no tenía intención de responder esa pregunta así que cambió el tema de inmediato, no quería que el ambiente se volviera incómodo.

Luego de unos minutos de hablar Kunikida sintió algo que al inicio no pudo percibir, el dormitorio del castaño era frío, demasiado frío, además de que no había nada que pudiera provocar el frío, ¿Acaso esa era la temperatura común de la habitación?, inconscientemente se acercó al castaño, haciendo que el anterior mencionado dirigiera su mirada hacia él, y Kunikida lo noto, noto la pequeña gota de tristeza que se escapa de la máscara del castaño.

No sabe muy bien por qué lo hizo pero por alguna razón se recostó en los muslos del castaño mientras rodeaba su cintura, esa pequeña acción sorprendió al castaño, quien no supo cómo reaccionar al principio.

Minutos después sus ojos se llenaron de lágrimas al sentir como el idealista dejaba pequeñas caricias en su espalda, casi nadie lo había tocado con tanto cariño y las pocas que lo hicieron hoy en día se encontraban muertas, en su pecho se instaló un nuevo sentimiento, la calidez, la calidez de ser tratado con cariño, bajo su cabeza mientras sus manos se dirigía al cabello del idealista, acariciándolo como ella solía hacerlo.

Esa tarde no solo se derramaron lágrimas silenciosas, si no que el castaño hizo algo que en un futuro cercano se arrepentía.

Se aferró a esa pequeña gota de calidez.

Tal vez nunca debió hacerlo. 

Pero por primera vez en mucho tiempo, dejó de sentir frío.