°Bufanda°
❝Gracias...❞
La primera vez que lo vio caminaba detrás del jefe, como un pequeño patito que persigue a su madre.◑♢◐
La segunda vez que lo vio estaba detrás de él en un espejo, pudo observar su mirada, su oscura y penetrante mirada.
◑♢◐
La tercera vez que lo vio estaba a su lado en un ascensor, él estaba hablando, a pesar de la distancia podía escucharlo, pero cuando intento oírlo sus susurros hacían que le dolieran los oídos.
◑♢◐
Pasó el tiempo, él siempre lo veía pero el castaño no lo notaba o eso creía.
Habían pasado meses, meses desde la última vez que vio al joven, por esa razón fue una sorpresa verlo en el puerto.
Era pleno invierno y estaba claro que el castaño se estaba congelando, debido a qué lo único que abrigaba al menor era una gabardina negra, con una mano en el pecho tomó una decisión y se acercó al castaño .
_ Disculpa _
_ Mmm _ Cuando el menor voltio a verlo con una agradable sonrisa en la cara callo en cuenta de algo muy grande, ahora que se supone que debía hacer, como se suponía que debía decirle que 'estaba preocupado por su salud y quería prestarle su bufanda' cuando ni siquiera se conocen
_ Ah~ tu debes ser oda sakunosuke, un placer poder conocerte _ dijo el castaño agrandando su sonrisa de una manera agradable
_ Eh, si ese soy yo _ no tenía ni la menor idea de cómo lo conocía, pero no iba a juzgarlo.
Luego de unos minutos de charla el peli-rojo ya había olvidado la razón del por qué se acercó al castaño.
◑♢◐
_ Oye odasaku _
_ Mmm _
_ Te gustaría ir a beber algo conmigo _
_ Claro _
El mayor pudo observar como el rostro del menor se relajaba en una pequeña sonrisa al escuchar su respuesta.
Estaban apunto de partir cuando el peli-rojo detuvo al menor y se Posiciono frente a él, se quitó la bufanda para ponerla suavemente sobre los hombros del menor y envolverla delicadamente.
Se preocupó al sentir como el menor se tensaba contra su toque, al terminar dió una pequeña sonrisa al castaño hizo un pequeño gesto con la cabeza indicando al castaño que lo siguiera.
El castaño obedientemente lo siguió por detrás tratando de suprimir el pequeño sonrojo que cubría sus mejillas.
Estaba genuinamente feliz de poder hablar con este hombre otra vez.