°Flores°
❝Las flores son bonitos
agradecimientos❞Atsushi estaba muy agradecido con Dazai, por ayudarlo así que decide darle un regalo como agradecimiento.
❏
❐
❑_ Dazai-san!! _ llamó el peli-plata con las manos en la espalda
_ umm Atsushi-kun? ¿Necesitas algo? _ responde el castaño mientras dirige toda su atención al más joven.
_ si, quería darle esto _ dice mientras saca un ramo de flores de durazno de su espalda y lo extiende al mayor.
_ uh? _ dice el castaño mientras sus ojos se abren en total shock.
_ me gustaría agradecerle por todo lo que a hecho por mi y por ser tan amable _ por los nervios Atsushi cierra los ojos y se preocupa por la falta de respuesta del mayor, al abrir sus ojos se percata que la reacción del castaño no es la que él esperaba.
Si es sincero nunca antes había visto esa expresión en el rostro de su mentor, sus ojos estaban oscuros abiertos en puro pavor y su rostro estaba un poco pálido.
_ umm..Atsushi-kun eso es… muy amable de tu parte pero yo… no puedo aceptarlo _ el rostro del peli-plata palideció, bajo la cabeza mientras atraía las flores hacía él, 'acaso el regalo que le hizo al moreno no fue lo suficientemente bueno' al pensar así sus ojitos se llenaron de lágrimas, esas flores las había comprado con tanto cariño, ¿no le habían gustado a su mentor?.
_ Atsushi-kun _ al escuchar su nombre observó levemente hacía al frente para sentir como una mano se posaba en su cabello.
_ no es que no me gustará ti regalo, en realidad esas flores siempre me parecieron bonitas, pero yo no puedo aceptarlo _ el menor levantó su mirada para observar los ojos del castaño notando que ya no estaba oscura, era brillante otra vez.
_ pero, por favor Dazai-san solo podría aceptarlas, por favor _ luego de minutos de silencio el castaño tomó delicadamente el ramo de flores que sostenía el peli-plata para darle una sonrisa ligera.
Atsushi sonrió abiertamente hacía su mentor secándose las pocas lágrimas que nunca salieron, para darle un abrazo al castaño.
Minutos después el peli-plata se despidió del mayor con una amplia sonrisa diciendo que mañana lo esperaría en el trabajo.
Al castaño le gustaba ver la sonrisa del menor, era como ver a su ¿Hijo? Pero había algo que lo inquietaba, algo que lo hizo apretar el tallo de las flores y que sus ojos perdieran el brillo.
El no quería por nada del mundo que el niño muriera, ya lo apreciaba demasiado, en ese lugar a la luz de la luna el juró proteger a ese niño.
Un juramento que lamentablemente en el futuro quedará hecho polvo.