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Hoy presentamos: «Copygato»
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Haber pasado tanto tiempo con Nathaniel en el último tiempo los hizo ser muy cercanos, tenían algo ya estable como una amistad, ya que los dos tenían mucho en común. A ti te gustaba escribir historias y él las dibujaba, era increíble para ti tener al fin tener a un amigo dibujante y que dibuje de una manera hermosa como lo hacía Nathaniel.
Sabías que eso lo tendrías que dejar de hacer algún día por respeto al futuro "novio" de Nathaniel ya que los shipeabas o incluso, los tres podían hacer grandes comics, nada estaba escrito aún pero tú te dabas ideas.
──¡Alo!── dijiste colocándote los zapatos en lo que contestabas una llamada.
"(______), ¿Vienes? Theo va a mostrar su escultura de Ladybug y Chat Noir en el parque" Estabas preparada para esa llamada, así que asentiste, pero como él no podía verlo respondiste positivamente para emprender el camino hacía ahí.
Tomaste el bus esta vez, así llegarías a tiempo. Mientras viajabas contabas los edificios o mirabas las nubes mientras escuchabas música, en esa dimensión tus padres te dejaban tener el celular siempre, ya que era importante andar con él caso de emergencia.
──Emergencia...── Miraste tu celular y lo acariciaste con el pulgar, aun así, extrañabas tu otro celular, ahí tenías a tus amigos de internet y tus fotos de Chat Noir, cosas que te hacían feliz en ese lugar. Ahora tenías de contacto a Alya, Marinette, Nathaniel, Adrien y fotos más reales del héroe gatuno; no capturas de pantallas, fotos que jamás verías en tu vida de él mismo.
Solo sonreíste con nostalgia al recordar esas cosas de tu mundo para luego poner los pies en la tierra.
«Lo siento, mamá» Pensaste cerrando los ojos, pensar en ella te hacía sentir egoísta ya que estabas viviendo la vida que querías. Cada día eras la chica que soñabas ser (o sea, ser libre.)
Refutaste en tu mente que ella también era egoísta contigo al no dejarte elegir tu propio camino así que dejaste de pensar en ella y miraste por la ventana que en dos paradas más debías bajarte.
Llegaste al parqué a tiempo y te acercaste a Nathaniel abrazándolo con fuerza, luego de pensar en tu antigua madre, necesitabas un abrazó. Él pelirrojo correspondió al abrazó al instante, como eras un poco más baja que él, dio palmaditas en tú cabeza.
──Llegas a tiempo esta vez ¿Ya no vendrás en la espalda de una tortuga cuando te invite a algún lugar? ──
──Ja, ja, muy gracioso── rodaste los ojos sonriendo para separarte del abrazo; observaste el lugar encontrándote con la máxima autoridad de Paris, el alcalde Bourgeois.
