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Hoy presentamos: «Princesa Fragancia parte 2»
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El ascensor subía hasta el piso en donde te encontrabas anteriormente, este se abrió dejando ver a la princesa Fragancia frente a ti, con una sonrisa maliciosa y con su arma dispuesta a disparar. No era lo que esperabas, pues se suponía que ella usaría el ascensor en ese momento y el perfume te hubiera hipnotizado, pero al parecer también quería vengarse o usarte a ti en su plan.
──(____) mi gran amiga y compañera, siempre ayudando a todos. Serías perfecta como mi sirvienta── detrás de ti se encontraban el príncipe con su madre y la rubia, había cosas que no te cuadraban en el lugar, pero ambas se percataron de la presencia de alguien más que si debía estar en ese preciso momento.
──Vaya olor, me parece que hace falta un poco de aire fresco por aquí── mencionó burlón el gato que estaba en la ventana del edificio. La akumatizada le disparó, pero él esquivó el perfume yendo hacia a ti con agilidad, tomándote en brazos y poniéndote a un lado de los rehenes de la princesa fragancia.
──Te ves hermosa, (____). Deberías usar vestidos de vez en cuando── halago a la nombrada con una sonrisa coqueta, para luego ponerse en posición de batalla.
──No es algo tan mío, pero lo intentaría por ti── respondiste burlona.
La princesa atacó, pero con gran destreza el felino se defendió tomándola a la misma, con el bastón y lanzándole hacía la cocina del lugar, este volvió a la ventana y con su bastón fuera, lo extendió hasta llegar al suelo.
──Evacuación de emergencia, todos fuera── menciono el felino.
──Es muy peligroso para el príncipe── habló la madre del mismo. El miro hacia un lado para ver en una mesa unas fuentes de metal.
──Tiene razón── este tomo las mismas y le puso una en la cabeza al príncipe ──La seguridad es primero── al tener la fuente de metal en la cabeza, el príncipe sonrió. Mientras entregaba las fuentes, te dio la última a ti.
──Sabes que ya he chocado contigo varias veces, no necesito esto── sonreíste vacilona tomando la fuente.
──Solo quiero protegerte, belleza── guiño el ojo.
──¡Ahg! Basta ya de cursilerías, hay que irnos ¿No? ── gritó la rubia molesta.
No habías percatado el mal olor que la Bourgeois tenía, pero sabías que la princesa fragancia le había lanzado una bomba de olor a pescado, tal cual decía la rubia de su perfume, ese era su karma.
El felino bajo para recibir a todos, tú fuiste la última y cuando te bajo, te tomo de la mano.
──Debes irte a casa, no quiero que te pase nada malo── menciono con seriedad.
