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Hoy presentamos: «Volpina»
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Un nuevo día comenzaba en la ciudad de París y el joven Agreste debía iniciar sus clases de esgrima, pero algo lo detuvo en seguir con su cometido. Su padre hablaba en la oficina con su puerta entre abierta sobre unas prendas para un desfile de modas, pero sin dudas, algo captó más su atención que esa llamada típica de un diseñador de modas.
A Adrien le dio curiosidad saber que contenía el libro que su padre estaba revisando mientras este hablaba al teléfono y el que luego escondió en una caja fuerte detrás del cuadro de su madre, esto realmente fue una sorpresa, por lo que sentía mucha más curiosidad ahora.
Al percatarse de que su padre se había ido de la oficina, se metió en ella a registrar aquel descubrimiento. Al principio tuvo miedo al pensar que podía ser descubierto y no quería registrar nada escudándose de que iba tardé a su clase, pero el kwami sediento de curiosidad, abrió la caja fuerte con sus poderes y dejo expuesto varias cosas, y sin dudas, el libro con aquel símbolo místico fue lo que llenaría de preguntas a Adrien. Este lo examinó, dando así con la inmensa cantidad de información de héroes y Hawk Moth que tenía el libro en códigos.
Escucharon que alguien se aproximaba y a punto de ser atrapado por la secretaría de si padre, el rubio tomo el libro y lo oculto en su bolso para irse a su clase. Mientras que en tu día a día, comenzaste a ir todas las tardes a casa del Maestro Fu, el cual te entrenó sin descanso alguno, debías tener la mente preparada, incluso rechazaste algunas salidas de Adrien para servirle en alguna futura misión y ayudarlo a él y a Ladybug en las batallas.
Solías ir temprano en la mañana para meditar y justo ese día antes de ir a la escuela estuviste ahí, para que el maestro te hiciera entrega de algo que no esperabas.
──Para ayudar a Ladybug y Chat Noir debes ser sigilosa, ser astuta y mantener un perfil bajo, ser precavida y desconfiada. Nunca sabes quién te atacará por la espalda── el maestro se paseaba de lado a lado mientras que tú estabas arrodillada en una almohada mirándolo con su kwami a tu lado.
──Y veo que ya posees la habilidad de utilizar... Un Miraculous── concluyó.
──¡Felicidades, (____)!── dio una pequeña vuelta el kwami de tortuga con gran felicidad.
──¿Q-que? ¿En serio? ¿Me dará un miraculous? P-pero no estoy preparada── tenías miedo; aunque te encantaba la idea de poseer un miraculous, sabias que no era tan fácil como pensabas.
──Claro que los estas. La constancia, la responsabilidad y la disciplina que tienes me hizo darme cuenta que eres una digna súper heroína. Confió en que puedes manejar uno y que lo usarás por el bien mayor──
