¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narrador Omnisciente
— Rivers... — Susurro el Mariana intentando despertar a su amiga.
— Rivers — Hablo normal, golpeandola con su pie.
— ¡Rivers ya levanté pinche floja! — Le gritó más fuerte.
— No... Quiero dormir — Se quejo la rubia moviendose a un lado para acomodarse.
Pero al darse vuelta cayó al piso, golpeandose la nariz.
— Nombre mano, ya vez por estupido te pasa — Se burló Osvaldo.
— Ya que quieres, tengo sueño — Se volvió a quejar Samantha, levantándose del suelo para volver a subirse al sofá.
— Tengo hambre, son las 12 del medio día — Dijo Osvaldo al azar.
— Que?! — Samy rápido se levantó del sofá para ver la hora, pero está marcaban las 8:34 de la mañana.
— No seas mentiroso y duérmete — Otra vez se acostó y está vez encima de las piernas de su amigo.
— No, espérate tengo hambre — Se dramatizo quitando sus pies.
— Ahí hay maizoro y leche o huevos no se — Dijo para después cubrirse con las cobijas.
(FunFac: Acá en Sonora se le dice maizoro al cereal)
— Está bien, no te preocupes por mí yo puedo solo — Se levanto del sofá y se fue lentamente hasta la cocina de su amiga.
— Ni te preocupes, eh — Le grito Osvaldo desde la cocina.
— Ya déjame dormir mojón — Le devolvió el grito.
— Esta bien, tu tranquila yo me hago de comer — Rivers suspiro y se levanto del sofá hasta la cocina para estar con el mariana.
— Ya, ¿Desayunamos? — Pregunto Rivers sentándose justo al lado de su amigo.
— Si — Osvaldo le pasó el plato y el maizoro para que se sirviera.
— No tienes leche de almendras? — Pregunto el Mariana abriendo el refri.
— No! No mames Mariana, que asco, pira leche de vaca — Le dijo Rivers acercándose hasta el refri y agachándose para tomar la leche.
— Toma de está — Volvió a decir, le echo leche a ambos platos con maizoro y empezó a comer.
( . . . )
— ¿Ya me llevas a mi casa? — Preguntó el Mariana viendo la tele.
— Está bien, tengo que ir a Meimei por unas cosas, solo deja me pongo más decente — Bromeó Rivers llendo hasta su cuarto para cambiarse.
— Pero te apuras ! — Le gritó.
Rivers tardo aproximadamente unos 7 minutos, salió ya arreglada, con su típica sudadera color caqui.
— Apoco te cambiaste? — Preguntó Osvaldo.
— Si pendejo — Respondió Rivers sonriendo.
Ambos salieron de la casa de los padres de Samantha y subieron al carro para que Samy pudiera llevar al Mariana hasta su casa.
El transcurso fue un silencio total, pero cómodo para ambos.
El camino no era largo, pero tampoco corto, unos 10 minutos quizá y si había tráfico unos 30.
— Y si vamos al Meimei a comer? Tu me invitas — Propuso Osvaldo viendo el tráfico que había.
— Jajaja Está bien — Samy se desvío del camino y tomo ruta hasta Meimei.
( . . . )
— Quiero un pollo de esos del instagram pero del que no pica y el spaghetti café, por favor — Dijo el Mariana, Rivers se había ido a quien sabe dónde del local.
Para arreglar ese problema que tenían.
— Rivers paga, por cierto — Dijo para después esperar a que le prepararán la comida.
A los pocos segundos Samantha apareció y se sentó junto a el.
— Ya pediste? — Preguntó Rivers doblándose las mangas de su sudadera.
— Si, pero nomás para mí, no sabía que querías — Respondió Osvaldo sacándole unas risas a su amiga.
— Yo te convidó, yo no soy envidioso — Volvio a decir.
Unos minutos después les llegó un tazón con Meimei chicken y otro Tokyo noodles.
Les entregaron dos platos pequeños, uno para cada uno y empezaron a comer.
( . . . )
— Ya me llevas... — Iba a reinar su frase el Mariana pero Rivers le interrumpió.
— Si ya vámonos, que es tarde —
Nuevamente tomaron rumbo a casa del Osvaldo.
Esta vez el tráfico no estaba tan pesado pero aún así se hicieron unos 20 minutos de recorrido.
( . . . )
— Andele mojón, nos vemos otro dia — Se despidió Rivers.
Pero antes de que pasara otra cosa.
Osvaldo la abrazo muy fuerte.
— Gracias amiga, por lo de ayer y lo de hoy, no se que haría sin ti — Le susurro.
Y así ambos se quedaron por unos minutos, hasta que ambos se separaron para tomar diferentes rumbos.
Rivers a su casa.
Y Osvaldo a la de el.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
