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Narrador Omnisciente
El sonido constante de un timbrado, hizo despertar del profundo sueño a Osvaldo. Pensando que el teléfono celular que sonaba era de el, decidió responder la llamada.
─ Bueno? ─ Preguntó adormilado, tallo levemente sus ojos pues la luz del celular le había calado la vista.
─ Por qué contestas el teléfono de Rivers? ─ Cuestionó la mujer que llamaba desde la otra línea. Rápidamente vio el nombre del contacto y vio el nombre de Ari, junto a un corazón rosado.
─ Es que Samy está dormida ─ Respondió velozmente.
─ Y ti estas en su casa o que? ─ Preguntó Ari, algo aturdida por que le contestara el teléfono alguien más.
─ Si, Aldo y Rocío están en mi departamento y. . . Bueno y Rivers dejo su celular aquí en la encimera de la cocina, yo ando durmiendo en su sala y así ─ Trató de safarse de la pregunta de su amiga.
─ Mmm. . . Solo para decirles que en nos vemos a las 11:00 en punto ─ Dijo Ari y colgó rápidamente.
Al finalizar la llamada lo llevó a la pantalla de bloqueo. En donde pudo visualizar que se trataba de una foto de ambos, juntos.
Cuando asistieron a la fórmula 1, era una especie de collage de varias fotos. Una de ella había sido tomada por el y otra por su hermano menor, Beto.
También vio la hora y aún faltaban unas cuatro horas más para la hora de encuentro.
Así que opto por descansar un rato más, sin la preocupación de que Ari siguiera cuestionando cuando se vieran, y aún que la excusa que se le ocurrió de un momento a otro le pareció la mejor.
Ari más que nadie sabía que Rivers solo tenía un sillón y en ese ni siquiera su esposo cabría. Por algo había colgado tan rápido como pudo.
Sin que ellos se dieran cuenta; Ari y Ana tenían la leve sospecha de que Rivers estaba saliendo con alguien y al único que conocían era a Felix.
Que aun que fuera ex pareja de la rubia, ambos habían formado una amistad muy fuerte y se seguían llevando, hablando y saliendo juntos. Así que ambas hermanas creían o tenían la sospecha de que aún seguía en una relación con Felix.
Pero al escuchar a Osvaldo, con la voz ronca por la siesta y la tan mala mentira proporcionada, ahora ella tenía una barra libre de posibilidades.
Pasó aproximadamente un hora y cuarto de hora cuando Osvaldo despertó a todos por igual y les avisó que debían alistarse para que no se les hiciera tarde como siempre.
─ Vas Rocío báñate we al chile ─ Dijo Aldo recostandose en la cama, misma en donde se encontraba acostada la castaña.
─ Yo me bañe en la madrugada Aldo, vas tu ─ Le respondió esta, quitandole la sabana con la que estaban ambos tapados.
─ Apurense puercos, voy por la niña y espero ya se hayan alistando cuando vuelva ─ Amezo Osvaldo jalandoles la saban a ambos.
─ Si wey, pero tu niña ya se sabe bañar sola, no ocupa de tu ayuda ─ Aldo se levanto para quitarle la sabana que Osvaldo tenía entre sus manos.
─ Ya a la verga, se alistan pendejos, no quiero andar correteandolos ─ Dicho eso. Osvaldo salio de su departamento para entrar al de su novia, que aún se encontraba plácidamente dormida.
─ Rivers ─ Murmuró sentándose junto a ella en la cama mientras retiraba algunos cabellos que se habían enredado en su rostro.
─ Mami, levántate ─ Susurro al oído de la rubia y le dio un beso húmedo en el cuello.
Samantha solo se removió a un lado de la cama dándole la espalda.
─ Que cabrona ─ Río sutilmente colocando una mano sobre la cintura de su amada y comenzó a mover la por la silueta tratando de despertarla.
Pasó así unos pocos minutos pero la rubia parecía no despertarse y Osvaldo ya comenzaba a desesperarse.
Sin obtener el éxito el decidió meterse a duchar en lo que Rivers se despertaba.
Abrió la regadera y comenzó a darse un bien baño, esperando que con el ruido la mujer pudiera despertar de un sueño que parecía invernacion.
No estuvo mucho tiempo cuando terminó de bañarse y con lo único que se seco fue con una toalla que había dejado ya tiempo atrás cuando pasó una de sus primeras noches con su pareja.
Primero se seco el cabello y después el cuerpo, se ató la toalla a la cintura y salió del baño. En la cama ya estaba Samantha totalmente despierta.
─ Métete a bañar, que se nos puede hacer tarde ─ Le dijo mientras se sentaba en la esquina de la cama.
─ Me gusta verte así ─ Dijo acercándose lentamente.
─ ¿Cómo así? ¿Encuerado? ─ Preguntó recibiendola entre sus brazos.
Ella asintió besándolo.
─ Cámbiate en lo que yo me doy un buen baño ─ Osvaldo asintió y la bajo del lugar en donde su novia se encontraba sentada.
─ Llamó Ari y dijo que nos quería a las 11:00 así que apúrate mamasita que tiempo ya casi no tenemos ─ Le avisó Osvaldo quitándose la tolla.
─ Pero no hagas eso que me distraes ─ Lo regañó y entre risas se metió al baño a bañarse.
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Lo admito, no es buena idea escuchar Chase Atlantic a las casi dos de la mañana.
Pero por otra parte me dio una ideota bien grandota para un próximo capítulo.