Contrato

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 El fin del año escolar esta a la vuelta de la esquina. Y en cuanto regrese a Londres... tendré que viajar a Estados Unidos, donde esta la única entrada al inframundo que conozco.

En el comedor, mientras Yolanda se pierde en sus anotaciones, repasando para el próximo examen, mi mente se desvía hacia el inframundo.

Digamos que conozco la teoría, pero al llevarlo a la practica. Se como llegar al inframundo, tengo un mapa de donde esta la entrada al tártaro. Pero saber las direcciones de las cosas no me dice que peligros enfrentare, a quienes me encontrare ni me dará el valor de ir. Primero el reino de los muertos y luego el reino de los monstruos.

Mastique la cuchara distraídamente, hasta que casi me parto un diente. Maldición, debo acostumbrarme a este cuerpo débil. Antes, seguramente serian la cuchara la que se partiría. 

La hora del almuerzo termino y todos los de quinto año vamos a las aulas designadas para el examen de DCAO. 

Contraembrujos, encantamientos protectores, encantamiento repulsar de boggarts, entraron en el examen practico. Lance los encantamientos que recordé y por la cara osca de los profesores seguro tengo una buena nota.

La segunda semana de exámenes paso tan rapido como la primera. 

En el practico de pociones me equivoque en un ingrediente y mi caldero exploto. Yolanda esta segura que se saco un extraordinario en Cuidado de las criaturas Mágicas, yo no tengo esa materia. En historia de la magia, respondí solo la mitad de las preguntas en el examen escrito. En el examen de Astronomía me dormí mirando las estrellas. Estoy segura de que me sacare un extraordinario en Estudios muggles. Herbologia, pasable. Transformaciones, perfecto, digan lo que quieran los profesores, estoy segura de que no encontraran escusas para bajarme ni siquiera un punto. El examen de Encantamientos fue pan comido. 

Las dos semanas de exámenes pasaron lentamente rapidísimo. Y ahora que la temporada de exámenes acabo, en unos pocos dias regresaremos a nuestros hogares.

—¿Qué harás cuando regresemos?—pregunta Yoli mientras paseábamos por la orilla del lago.

Dudo unos segundos antes de contestar.

—Cumpliré el tercer paso.

—¿Y ese es...peligroso?

No conteste. Seguimos caminando en silencio, Yoli no me presiono.

***

Quedan un par de dias para que la escuela termine. E terminado de trazar mi plan de acción. Primero que nada, necesito enviar una carta. Yolanda esta muy ocupada, así que tendré que arrogármelas por mi misma.

Entro a la lechuceria rogando que Ella este de buen humor. De otra manera, solo conseguiré fallar y terminar en la enfermería como un bonus. Al verme, las lechuzas no se lanzaron al ataque. Suspire, aliviada. 

Levante la bolsa de comida que traje como soborno para alguna valiente, pero ninguna se acerco a mi. Esta bien, me lo esperaba. Levante un galeón. Nada. Agregue dos dracmas. Nada.

—Por favor, necesito enviar una carta, pagare el doble... no el triple. ¿Alguna?

—¿Te ayudo?—de detrás de una columna aparece Fred, el amigo pelirrojo de Teddy. 

Fred siempre a sido un ente invisible en su grupo de amigos. Demasiado callado y buen portado para captar la atención de otros. Portando el nombre de un muerto, el chico pelirrojo es como un fantasma. Además, nunca fue hostil hacia mi. Es un cobarde, lo cual es sorprendente que haya quedado en Gryffindor.

—Necesito enviar esta carta—alzo el sobre en mi mano—pero las lechuzas me odian. ¿Me ayudarías...?

—¿A quien...?

—Harry Potter.

Es todo o nada. Asi que me arriesgo. Fred se acerca y toma la carta de mi mano, luego se va al otro lado de la lechuceria y le murmura algo al pajarraco. La lechuza sacude las alas, alza el vuelo con el sobre atrapado en sus garras y se va por la ventana. 

—Ya esta—dice Fred.

—Eh...gracias, supongo.

Me dispongo a marcharme con el primer paso de mi plan cumplido cuando Fred me detiene. Miro la mano que tira de la manga de mi uniforme con curiosidad. Parece que quizás si tenga algo de Griffindor en el.

—¿Qué sucede?—pregunto al ver que no dice nada.

El suelta su agarre y mira hacia al suelo, avergonzado o temeroso, retuerce sus manos arrepintiéndose de su acto impulsivo.

—¿Qué es?—presiono empezando a impacientarme.

—Pues...veras... ¿puedes hablar con Tedd? Se que discutieron pero... todos los amigos discuten ¿no? el la a estado pasando mal ¿sabes? Esta muy arrepentido de lo que hizo

—¿En serio?—enarco una ceja burlona—y yo que creía que aun tenia ganas de matarme.

El rostro de Fred palidece. Naturalmente, el es pálido. Ahora realmente parece un muerto.

—Estoy segur de que si lo hablan podrán arreglar los problemas y las cosas mejoraran. Son amigos, los amigos se pelean...

—No somos amigos—lo detengo—ya no. Gracias por la ayuda de recién, pero lo que me pides a cambio es imposible. Asi que tendrás que contentarse con haber ayudado al monstruo que tanto temes y vivir con eso. Adiós.

Le doy la espalda y me alejo de la lechuceria. No vuelve a detenerme.

¿Arreglar las cosas con Teddy? Ja. Estoy preparando un viaje que me llevara directo al infierno, literalmente. No tengo tiempo ni ganas de intentar recomponer una amistad hecha pedazos, sobre todo cuando ninguna de las partes involucradas tiene interés en solucionar los problemas. 

Tenebrosa #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora