Reencuentro

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Antes de ir a la escuela para reintergrame al curso escolar, hice un pequeño viaje a Sérifos, una isla en el mar Egeo, una de los tantos trozos de tierra perteneciente a la antigua Grecia. El origen de mi madre, su ciudad natal.

Me tomo un dia entero encontrar un buen lugar. En la cima de una colina pelada, con una vista ezquicita al mar azul y la ciudad del otro lado. En ese pequeño rincon del mundo coloque una roca de granito y con una nueva varita, la otra la perdi al caer al rio de fuego, talle con palabras de oro un

"Lo que una vez fuiste y lo que llegaste a ser, en la hisotria grabado esta. Esta hija te amara siempre, aun mas en tu libertad"

"Aqui yace Medusa"

Sin cuerpo ni cenizas, un recuerdo es lo unico que queda para enterrar y atesorar.

Con un mobimiento de varita, una serpiente de jade se estiro y rodeo como un temible marco la placa de granito. Despues de hechizarlo para que mordiera hasta la muerte al desprevenido que lograra entrar, a esta zona anti-muggles mas la espesa niebla, y quisiera robar las joyas con las que decore la tumba, le di la espalda y regrese a Londres.

***

—Se hara una exepcion Ryddle por tus circuntancias especiales—dijo la directora.

Su despacho sigue siendo igual. El olor a galletas tambien. Asenti, ignorando su mirada aun incredula sobre mi cabeza. La curiosidad de sus ojos tan obvia...

No dije nada sobre como logre quitar la maldicion. Ni siquiera a Hermione, cuando le pedi su ayuda para ir a Hogwarts y convencer a la directora de no usar mi ausencia estos meses para expulsarme. La ministra no puso filtoros en su boca y me pregunto directamente, pero despues de una vaga respuesta y cambiar el tema ella no insistio mas. Lo unico que les permiti saber es que el tiempo que pase fuera fue por problemas personales y por romper la maldicion de mi ser.  Como no hubo ningun caos en el mundo magico o mortal por mis acciones, la ministra no tenia nada que decir y la escula podia hacer una exepcion. Despues de todo, con el registro escolar de exepciones que dejo Harry Potter, nadie puede decirme nada.


Con desgana pero sin mas opcion despues de ser presionada en persona por Hermione y por las palabras dulces de Sr. Potter, regrese a la escuela. Sinemargo esta bajo mi propia capacidad ponerme al dia con el resto de mis compañeros. Tomaria los examenes al mismo tiempo que el resto  sin discucion. Acepte, es el mejor escenario que imagine entre todas las reacciones que pense que tendrian lugar.

—Concentrate estos cuatro meses y el verano en recuperar todo lo que debes saber para los EXTASIS del año que viene.

—Si, directora—asenti con un cabezeo. Sus ojos volvieron a rodar por mi cabello, su ceño furnciendose con preguntas atascadas en las arrugas.

—Puedes irte—solto al final, rindiendose con su curiosidad. Un destello calido cruzo por su mirada, tan rapudo como una estrella fugaz—tus amigos te esperan.

Rodee los ojos. Que hipocrita.

Mientras bajaba las escaleras para abandonar la oficina, me llego el susurro de los alumnos de fuera.

—¿Que crees que tiene a la directora tan ocupada?—prgunto una voz femenina infantil.

—Se que la ministra Granger la convoco al ministerio hace dos dias—respondio un niño que me sono familiar.

Tenebrosa #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora