Reunión familiar pt2

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Las gorgonas se deslizaron por el suelo de vidrio sin inmutarse debido a la protección de sus escamas duras como el acero. Tomadas del brazo como un par de amigas caminando por la quinta avenida paseando y burlándose de quienes pasan. Llegaron hasta mi, superando mi estatura promedio por un un par de muchos centímetros. Torcí mi cuello hasta el limite para poder verlas a los ojos, sus ojos que relucen como oro fundido gracias al reflejo de las llamas del rio. 

—Eres muy bajita—comento la de la derecha.

—Ustedes son muy altas—replique con un arranque de valentía y falta de sentido de supervivencia.

Y con un bufido ambas se encogieron. O, mas bien, transformaron sus colas de serpiente en un par de piernas humanas con una falda de piel de lagarto cubriendo su desnudes. La de la izquierda sacudio su cabello como una diva, y las serpientes rojas se movieron al compas de su movimiento. 

—Yo soy Esteno y ella es Euríale—una vez tuvieron piernas y su estatura era mas acorde a la mía, la de la derecha hizo las presentaciones con una dulce voz que armoniza con el silbido de sus cabellos—¿Qué tal?

—Dinos, hija de Medusa—Hablo Euríale con voz de mando, como una hermana mayor—¿Cómo llegaste aquí?¿Cual de todos esos tontos héroes te mato?

—Ninguno, de hecho. No me mataron—conteste.

Ambas fruncieron el ceño sin comprender y el parecido entre las tres fue asombroso. Obviando el par de ojos dorados, o amarillos dependiendo de la luz bajo la cual se mire, las serpientes en la cabeza y el resto de rasgos físicos que bueno, por obvias razones compartimos, los gestos y tonos al hablar son...tan parecidos. ¿Es algo que viene con la sangre?

—¿No estas muerta?—Euríale siseó.

—Nop, estoy muy viva. Por ahora—me encogí sobre mi misma ante sus miradas penetrantes. Sentí como si estuviera de pie frente a mi madre después de haber roto una de sus preciadas esculturas.

—¿Cómo llegaste aquí, cariño?—Esteno murmuro haciendo pucheros. Estiro sus dedos largos y peligrosos como las garras de un tigre, sostuvo mi rostro con delicadeza entre esas armas mortales y su rostro se retorció en una mueca de incomprensión y compasión.

Tal como me dijo mama, Esteno es la tía buena y Euríale la tía mala. 

—Baje solita—logre decir entre el apretón de meguillas de mi tía. Jamás creí que podría experimentar una de los métodos de tortura mas antiguos que los niños han tenido que sufrir.

—Que suave...y tierno...—murmuro con su lengua bífida Esteno acariciando mi cara con una mirada muy perturbadora.

—¿Por que?—espeto Euríale ignorando el comportamiento de su hermana, completamente rendida con ella.

—Porque—me quite suavemente las manos de mi cara y las deje con total amabilidad de nuevo en donde perteneces, al lado de la gorgona. Me aleje tres pasos por seguridad y solté la bomba a mi familia—voy a romper mi maldición.

Tres sacros segundos de silencio después, cuando la información llego a sus cerebros, sus mentes la procesasen y llegaron a una conclusión, ambas estallaron rebelando sus verdaderos y monstruosos rostros. Las serpientes se agitaron, formando un muro verde y rojo, en sus escamas se reflejaron las llamas del rio. Sus dientes se alargaron hasta que sobresalieron de sus labios y cortaron la piel, como los de una piraña. Sus pupilas se dilataron y el amarillo ocupo todo el ojo. 

—¿ESTAS LOCA?—Chillaron ambas. 

Esteno se recompuso enseguida, regresando a su yo de tía-buena-estruja-meguillas y con la dulce voz de una niñera que no quiere ser castigada por los padres del niño después de haberle golpeado por insoportable, intento llegar a un entendimiento entre ambas para hacerme cambiar de parecer.

Tenebrosa #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora