No es Amortentia

542 57 0
                                    


El sol me despertó. Estaba acostada sobre un suelo duro, pero extrañamente no era incomodo. Aunque todo mi cuerpo dolía, especialmente mis caderas y entre pierna, me sentía renovada. Los recuerdos de la noche regresaron y enrojecí como tomate. Sin embargo no habia nadie para que notara mi vergüenza. No me sorprendió ni me molesto. Es mas, me sentí mejor de que no estuviera.

Me senté con dificultad y ayuda de las chicas, quienes se disculpaban por haber cedido a sus ordenes. Recordé ese hecho de anoche y termine dejando el tema para otro momento, mi cerebro realmente no puede pensar en estos momentos como lo hizo. 

Descubrí que estaba desnuda y mi ropa habia desaparecido. ¿Acaso Tadeo es algún pervertido que se lleva las ropas de sus conquistas como premio?
A cambio, un suéter largo y cálido que evito que me congelara con el frio de la noche cubría mi desnudes. Era tan grande que me llegaba a medio muslo y las magas escondían la longitud de mis brazos por completo. El cuello de corte ancho provocaba que se deslizara por uno de mis hombros dejando a la vista mi pálido hombro y mis clavículas y todos los chupetones que me hizo. Puesto en Tadeo, el suéter le queda hecho a medida. En mi... bueno, es demasiado grande para mi. 

Las serpientes miraron con curiosidad mis moretones y sisearon sobre mi piel haciéndome cosquillas. Les dije que pararan, luego estire mis músculos agarrotados cuando Yolanda llego de repente. 

Se abrió paso dentro del cobijo del sauce llorón con la respiración agitada y la mirada de un ciervo asustado. Al verme sus ojos se nublaron y corrió hacia mi entre lagrimas.

—¿En donde estabas? ¡Llevo buscándote toda la mañana!

—¿Qué hora es?—pregunte como una tonta, ahogando un bostezo.

Yolanda se separo y luego me reviso. Al ver como iba vestida, fijo sus ojos en los chupetones. Incomoda y avergonzada, intente cubrirlos con el suéter de Tadeo. Entonces Yoli noto el suéter que claramente no me pertenecía y luego busco alrededor, pero como se esperaba no encontró mi ropa.

—¿Qué te paso?—entonces se acerco a mi cara, agarro mis parpados y los estiro hacia arriba—¿Te drogaron?

—¿Que?—pregunte confundida—¡No!

—Parece que te drogaron con Amortentia—dijo preocupada—dime la verdad ¿comiste algo extraño ayer?¿alguien sospechoso se acerco a ti?¿comiste algo que te cayo mal?

—Yolanda, recuerdo todo lo que paso anoche y te juro que estaba consiente y dispuesta.

Yoli parpadeo sorprendida.

—Ósea que tu...—me señalo. Asentí—Tu realmente....—volví a asentir con la cabeza—¿Tuviste sexo...?

—Si...—suspire. 

—¡AH!—Chilló emocionada y salto sobre mi para abrazarme. Me queje de dolor y enseguida me soltó—Cuéntamelo todo. ¿Cómo fue?¿cuando fue?¿como paso?¿te gusto? Quiero detalles jugosos—me miro haciendo un juego raro con las cejas. La mire raro—pero primero, dime lo mas importante. ¿Quién fue?


***


Yolanda regreso con un conjunto de ropa para mi. Me vestí pero deje el suéter sobre mi. Es calentito y... tiene su aroma.

—¿Estas enamorada de el, sea quien sea?—pregunto Yolanda al verme hundir la nariz en el suéter por quinta vez.

Las puertas de la escuela aparecieron frente a nosotras. Hay algunos grupos de amigos sentados en la hierba sobre mantas, con libros haciendo tareas o solamente charlando. Algunas cabezas se giraron para mirarme, pero nadie me molesto. Un milagro.

—No es amor—negué—es... ¿atracción física? El despierta todos mis instintos. Y huele a magia.

—¿Magia?—pregunto Yoli asombrada—¿Cómo puede alguien oler a magia?

Volví a olisquear el suéter. Si, huele a magia. A una magia antigua y poderosa. No sabría decir con palabras textuales exactamente como huele, no puedo decir que es dulce o picante. Solo puedo decir como se siente, como una descarga de adrenalina que sacude mis huesos y al mismos tiempo un calmante potente que relaja mis músculos hasta dejarme suave y levitando. Despierta recuerdos de mi subconsciente que mi mente no puede atrapar.

Yoli se acerca y olfatea. Arruga la frente y niega con la cabeza.

—No digo que huela a magia, pero el perfume es rico—respondió.

Extraño. Pero todo en él es extraño y yo también soy extraña.

Me encojo de hombros.

—¿Me dirás su nombre?

Dudo un segundo.

—Tadeo, creo.

—¿Creo?¿No sabes como se llama?¿su apellido?¿familia?

—Ni siquiera es estudiante aquí—me encojo de hombros—lo conocí en el campamento.

Yoli se congelo. Después de asegurarme que no fue un petrificus que fallo de objetivo, la sacudo un poco y la empujo dentro del castillo. Las sombras nos envuelven y las serpientes siseas encantadas.

—¿El campamento...?—murmuro Yoli mirándome asustada—¿Quién es él... no, que es él?

—No lo se—soy sincera.

—¿Y aun así te acostaste con el?—exclamo mi amiga, tomándome de los hombros y sacudiéndome. Las serpientes se enroscaros y lamieron sus manos mientras que las mas agresivas le mostraron furiosas los colmillos. No me preocupe, porque ellas jamás lastimarían a Yoli, solo intentan asustarla. Y ella también lo sabe, porque las ignora y sus manos aprietan con mas fuerza mis hombros.

Entonces lo veo. Teddy pasa por detrás de Yoli, acompañado de su amigo Jack, y me mira. Nuestros ojos se encuentras y veo allí el enfado y rechazo por mi existencia que veo en los ojos de todos los estudiantes. Me concentro en Yoli y sonrió, me encojo de hombros y le respondo:

—Si. Quería hacerlo aunque fuera una sola vez con alguien que me acepte tal cual soy ahora.

—Tina...

—Lo hecho hecho esta—replique—y no me arrepiento. Fue genial, el fue genial. Creí que me felicitarías.

—No se...ni siquiera estas segura de que sea un humano.

—¿Y que sino lo es?—pregunte. Yoli abrió la boca, luego la cerro. Me miro dudosa por un rato y siguió el resto del camino dándole vueltas a mi pregunta.

Llegamos a la casa de Slytherin. Yoli entro como si fuera su casa y nos movimos a mi habitación.

—¿Cuánto tiempo falta para que tomes el veneno?—pregunto, el tema de nuestra conversación pasada quedo suspendido. No me moleste y en cambio busque el almanaque donde tenia anotado la fecha.

Se lo mostré.

—¿Qué haremos hasta entonces?—pregunto Yoli.

—Sobrevivir.




Tenebrosa #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora