El sábado llegó más pronto de lo que imaginé. Bianca pasó la tarde cocinando y yo ayudé a limpiar la casa. Queríamos que la noche no fuese una noche nefasta.
Mi chica había preparado una lasaña de ensueño, y de postre hizo brownies. Le dije que no tenía que hacer todo eso, pero insistió.
Cuando empecé a poner la mesa coloqué seis lugares.
—¿Por qué seis lugares? —preguntó confundida.
—Olvidé decirte que Viktor y George también van a venir. —Claramente, esto la sorprendió y por su expresión pude saber que no le gustaba lo que acababa de decir.
—¿Olvidaste decirme?
—Lo siento, es que pensé que no importaría. Además, creo que saldrá todo bien. —Me acerqué y le di un beso en los labios y empleé sus mismos trucos haciendo un puchero.
—Vale. No me puedo enojar contigo cuando me miras de esa manera y pones esa boquita seductora. —Sonrió—. ¿Cómo me veo?
¿Estaba bromeando? Se veía genial. Se había puesto un labial rosa pálido, y había delineado sus ojos. Su vestido era vintage, color rosa y con un leve escote en el frente. Sus tacones negros la hacían ver más alta y su cabello estaba recogido en un moño alto.
—Como una diosa —dije mirándola de pies a cabeza.
—Aduladora. —Ella golpeó mi hombro.
¡Ding dong!
Era el timbre. Me dirigí a la puerta dejando a Bianca en la cocina. Al abrir la puerta los recién llegados me dieron un beso en la mejilla. Eran George y Viktor; estos traían consigo una botella de vino blanco.
—¡Wow, Princesita! ¿Dónde dejaste tu lado Vampírico? —dijo George haciendo una de sus bromas.
—Déjala ya. —Lo interrumpió Viktor—. Luces muy bien, Ali.
La verdad es que no había mucho de dónde escoger. Un vestido púrpura que se amoldaba a mi cuerpo y tacones blancos. Mi cabello estaba suelto y había usado casi que el mismo maquillaje que tenía Bianca.
—Ustedes también se ven muy bien. —Eran chicos con Jeans y camisas con mangas largas. Solo que la de George era de rayas verticales a blanco y negro y la camisa de Viktor era vino tinto—. Pasen adelante.
—¿Dónde está la reina de esta casa? —preguntó George yendo hasta la cocina.
—Vino blanco —dijo Bianca quitándole la botella de las manos a George—. Servirá para acompañar la cena.
—También me alegro de verte —dijo este con sarcasmo.
Viktor y yo llegamos a la cocina también y nos sumamos a la plática.
—Mmm brownies. —Los ojos de Viktor se ensancharon—. ¿Tienen marihuana?
—¿Cómo crees? —dije yo riendo.
—Haría de esta cena una velada inolvidable —respondió George.
—Y los llevarían presos por manejar drogados —declaró Bianca lavándose las manos—. Vengan aquí par de idiotas.
Estos se unieron en un abrazo grupal y yo solo los miraba con admiración. Pronto la mirada de Bianca se cruzó con la mía y gesticuló lo siguiente: "esta noche eres mía." Lo cual hizo que me sonrojara por completo.
¡Ding dong!
El timbre nuevamente.
—Iré yo.
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Tempestad - Inseguridades ocultas [Completa]
RomansaSinopsis En la vida he aprendido que no somos personas estáticas, que requerimos de movimientos para vivir. También había aprendido que las personas que eliges se vuelven familia, porque a veces tu propia familia te abandona. Bianca era mi familia y...