Pasó un largo mes, Lucia aún seguía con sus negocios sucios de comprar a los jueces pero no siempre le saldría bien la jugada...
Abogado: Señora es que ya no podemos hacer nada, tendrá que ir a esa audiencia.
Lucia: ¿Para esto te pago tanto dinero? Haz algo ya!!
Abogado: Pero señora...
Lucia: Si haces las cosas bien (acercándose a él) podemos arreglar de otra manera quizá.
Abogado: Se-señora..
Lucia: No soy tonta, crees que no me doy cuenta que me miras.
Abogado: Si pero...yo...
Pablo: Lu, tienes que firmar esto (entrando).
Lucia: Si (separándose rápido de su abogado).
Pablo: ¿Pasa algo? Algo con el juicio?
Lucia: Estábamos en eso ¿verdad abogado?
Abogado: Si señora.
Lucia: Pero ven amor, quédate, él ya se iba y recuerde lo que le dije abogado (sonrió).
Abogado: Si señora, permiso.
Pablo: ¿Que paso?
Lucia: Tenemos una audiencia mañana en la tarde.
Pablo: No te preocupes, no te dejare sola.
Lucia: Lo se, gracias mi amor, que haría sin ti (lo besó).
Día de la audiencia
Pablo: ¿Cómo salió todo?
Lucia: Bien, aún no tienen pruebas en mi contra, porque no las hay.
Mariana: No creas que ganaste!!
Facundo: Ya Mariana (sosteniendola).
Mariana: Vas a ir a la cárcel, lo juro, por mi madre que irás.
Lucia: Ya calla a esa niña, me estresa, vamos Pablo.
Antonia: Ni siquiera vas a saludarme ¿Verdad? Ya no te importa tu familia y tus amigos.
Pablo: Antonia, no quiero pelear.
Antonia: Claro, no quieres nada pero ya ve, que te espera tu "mujer".
Lucia: Ya vámonos Pablo!!
Antonia: Ve hermanito, no la hagas esperar.
Facundo: Lo veo y no lo creo.
Antonia: Ay ya!! Que haga lo que quiera, vamos Mariana, ya no llores por algo que no vale la pena, esa mujer estará dónde merece.
Facundo: Anto tiene razón mi amor, todo va a salir bien.
Mariana: Gracias por apoyarme, los quiero.
Casa de Lucia
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Mi Maldición
Fiksi PenggemarLucia Castro (Erika Buenfil), empresaria famosa, única dueña de la empresa más importante de perfumes, ya que sus padres y su hermana mayor habían muerto, ella había heredado todo, fría y algo calculadora, exigente pero amorosa cuando quería, ella h...