Poché aún sostenía el teléfono en su mano mirando fijamente la pantalla, sabía que no había sido un sueño, después de todo el registro de la llamada estaba ahí.
No lo entiendo.
¿Quién era ella?
Era la pregunta que de momento rondaba en su cabeza.
—Pero mira nada más lo que nos trago la tormenta — oyó que decían a su espalda, sabía perfectamente a quién pertenecía aquella voz y era justamente la última persona a quien Poché deseaba ver.
Lentamente volteó rogando porque sus sospechas no fueran ciertas, aunque claramente no sería así.
—Hola Fer — saludó de la manera más educada que pudo y tratando de poner su mejor sonrisa fingida.
Fernanda Ríos, una chica de la carrera de Economía y la peor pesadilla para María José. Era guapa no podía negarlo, alta, pelirroja, esbelta y con una mirada penetrante. El sueño de cualquier hombre o mujer, de cualquiera excepto para María José Garzón.
Se habían conocido el año pasado durante la fiesta que la universidad ofrecía todos los años para celebrar el final de cursos, coincidiendo gracias a algunos amigos en común quienes habían decidido seguir la fiesta y terminando enfrascadas en una excitante lucha bajo las sábanas.
Aunque para Poché sólo había significado una tontería de una noche propiciada por el exceso de alcohol que había en su cuerpo, para Fernanda parecía haberse convertido en un auténtico reto personal, a fin de cuentas, a ella nadie le decía que no.
—Que sorpresa Garzón — la chica sonrió de lado tratando de demostrar coquetería — Quién te viera pensaría que me estás evitando — dijo acercándose un poco más a la ojiverde — ¿Acaso me evitas Garzón?
—Claro que no Fer, ¿por qué lo haría? — Poché dio un paso hacia atrás tratando de mantener la distancia y queriendo que la chica frente a ella no notara su nerviosismo.
—No lo sé Garzón ¿por qué no me lo dices tú? — volvió a acercarse acariciando el brazo de Poché y fijando la vista en los labios de la chica.
—Yo… — poché tragó grueso.
—¿Qué te parece si te llevo a tu casa y en el camino me lo explicas? — Fernanda se acercaba peligrosamente a su rostro.
—Tal vez te evita porque cada que la ves te comportas como una loca acosadora.
La voz de Juancho hizo que ambas pegaran un brinco y provocando que Fernanda se alejara de Poché.
—Siempre tan simpático y oportuno Juanito — habló Fernanda con sarcasmo — ¿Por qué no me extraña?
—Ya ves querida, suerte la mía de estar en el lugar y el momento justo — le sonrió el chico con burla.
—Si claro, como digas. Nos vemos luego Garzón — Fernanda se despidió de Poché guiñándole un ojo y lanzándole un beso volado antes de darse la vuelta y caminar hacia dentro del edificio.
Poché soltó todo el aire que jamás imaginó haber estar reteniendo y agradeció internamente que Juancho la hubiera salvado.
—Gracias… en verdad gracias — Poché miró a su mejor amigo.
—De verdad no sé en que pensabas cuando te metiste con la loca esa — su amigo le habló serio.
—Ese es el problema — Poché le dijo bajando un poco la mirada, sintiéndose como niña regañada — que no pensaba, si no lo recuerdas estábamos borrachos, o ya se te olvidó que tú…
—Ya, ya, ya… ya entendí — Juancho la interrumpió levantando los brazos en señal de rendición haciendo que la chica riera.
—Pensé que ya te habías ido — Poché le dijo abrazándolo por la cintura.
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Tiempo y Destino
FanfictionCuánto tiempo necesitas para que tu destino se cruce con el de otra persona...