Capítulo 11 Entrevista

339 22 0
                                    

—Tengo que ir al supermercado para surtir la despensa — Juliana le habló desde su lugar en el comedor mientras desayunaban — Tal vez quieras acompañarme.

—Aja — Daniela medio respondió picando la fruta en su plato con un tenedor.

—Después podríamos almorzar en la plaza.

—Aja — era evidente que la castaña no estaba prestando la más mínima atención a lo que su hermana le estaba diciendo.

—Dani… — la llamó, pero sin obtener respuesta — Dani… — su hermana parecía absorta en sus pensamientos — ¡Daniela! — la volvió a llamar esta vez alzando un poco la voz.

—¿Qué? — Daniela sacudió su cabeza alejando los pensamientos a los que llevaba rato dándole vueltas — ¿Qué pasó? ¿Por qué gritas? — preguntó mirando a su hermana.

—Daniela, te estoy hablando y no me haces caso — le reclamó Juliana — ¿Estás bien? ¿Te ocurre algo? — preguntó preocupada.

—Estoy bien Juli — Daniela le aseguró — Perdóname son cosas de la escuela — trató de justificarse — Ya sabes, la graduación está cerca y todo es un poco abrumador — miró a su hermana esperanzada en que le creyera, no quería preocuparla.

—Ya, te entiendo — Juliana respondió más tranquila — Tranquila, todo va a estar bien — le dijo estirando su mano sobre la mesa para tomar la de su hermana dándole un ligero apretón como muestra de apoyo.

—Sí, lo sé — Daniela sonrió — ¿Qué me decías? — le preguntó a su hermana quien soltó su mano.

—Que voy al super por la despensa — le dijo nuevamente tomando su taza y dándole un sorbo — Te pregunté si querías acompañarme y después podríamos ir a la plaza y almorzar ahí.

—Sí, me parece bien. Voy a alistarme ¿te parece? — la castaña le dijo a su hermana levantándose de la mesa y recogiendo los restos de su desayuno para ponerlos en la cocina.

—Está bien, mientras yo recojo y limpio todo esto — Juliana se levantó de la mesa con sus trates sucios en la mano.

Daniela subió a su recámara y sacó un conjunto de deportivo para cambiarse después de darse una ducha.

Como había hecho en varias ocasiones se detuvo un momento frente al espejo de su recámara y se quedó mirando fijamente su reflejo en él. Por muy tonto que le pareciera aún guardaba la esperanza de volver a ver aquellos ojos verdosos reflejados como aquella noche.

Sin embargo, como tantas otras veces no pudo ver más que el reflejo de los suyos, aunque estaba segura de que la noche anterior había visto un muy breve destello de ellos por un segundo.

“¿Dónde estás? Sé que no fue un sueño” se dijo internamente.

Cerró los ojos mientras negaba con su cabeza y soltó un suspiro de decepción antes de dar la vuelta, tomar sus cosas y dirigirse al cuarto de baño.
 

°   °   °   °
 

La inmensa calma y el silencio que reinaba en aquel sitio era algo que Poché agradecía con todas sus fuerzas en estos momentos.

Llevaba ya más de una hora sentada en aquella banca del parque cercano a su casa. Aún era temprano cuando decidió salir de su casa para caminar un poco, le había dicho a su padre que se reuniría con Juancho lo cual, si bien era cierto, era algo que haría más tarde ya que habían acordado desayunar juntos. Lo cierto es que necesitaba pensar, lo sucedido la noche anterior la tenía sumamente ansiosa. ¿Podría de verdad ser posible que aquellos “sueños” no fueran otra cosa más que situaciones que de algún modo ella estaba viviendo?

Tiempo y DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora