Overlord "El Reino Dragonico"

Intermedio

Después de entrar en la habitación, Maximilian Oreiro Laguer se sentó. Trató de controlar sus manos temblorosas. No era la primera vez que se encontraba con la otra parte, pero aún se sentía nervioso. Él se sintió en conflicto. Frente a él estaba sentado un ser no-muerto; la Teocracia odiaba a los muertos vivientes. Sin embargo, este ser no era solo alguien que conocía a los Seis Grandes Dioses, sino que fue escogido a mano y enseñado por el más poderoso de los Dioses. Sin embargo, este hombre exaltado había elegido convertirse en el no-muerto odiado. Maximilian no pudo evitar preguntarse si el camino que había elegido en la vida era el correcto.

La Teocracia Slane promovió la supremacía humana y el odio hacia los
muertos vivientes, pero ¿podría afirmar que tal interpretación de la voluntad de los Seis Grandes Dioses era correcta frente al primer discípulo de uno de dichos Dioses?
Trató de reprimir sus emociones y reunir sus pensamientos antes de hablar.
-"Yvon-sama, he venido a hablarte en nombre de la Teocracia Slane"-, comenzó.
La otra parte asintió, permitiéndole hablar más.
-"El lanzador de magia no muerto, Ainz Ooal Gown, había establecido una nación, con la ciudad de E-Rantel como capital, y había comenzado a absorber a los países vecinos. Nos gustaría saber qué piensa de él"-, dijo Maximilian.
-"Sería difícil detenerlo"-, la voz ronca hizo estremecerse a Maximilian.
-"Entonces, ¿qué hay de la llamada sacerdotisa Neia? Una chica del Reino Santo, ella había comenzado a difundir la religión de adorar a este Ainz como un Dios"-.
-"Un impostor y un Dios falso. Solo hay un muerto viviente que es digno de ser adorado"-.
-"Entonces, ¿significa que Zuranon se moverá contra ella?"-
-"No te preocupes por ella"-, el orador agitó su mano con desdén.
-"Entiendo. Como saben, Ainz había perecido mientras luchaba contra el demonio Jaldabaoth. Nos gustaría destruir el Reino Hechicero y sus subordinados antes de que reviva..."- comenzó Maximiliano.
-"¿Quieres que me alíe contigo?"- Hubo un toque de burla en su voz.
-"Yvon-sama, sé que tienes ciertos desacuerdos con la Teocracia, pero sin duda, como mi venerado predecesor, el destino de nuestra nación te concierne"-

El Cardenal de la Oscuridad intentó sonar convincente.
-"Dices eso, pero ¿te sentirías cómodo trabajando junto a mí?"-
-"Si eso es lo que se necesita para destruir a este Rey Hechicero"-,
Maximilian miró directamente a las cuencas vacías del ser esquelético frente a él.
-"Tienes algo, chico. ¿Qué sabes de los subordinados de Ainz?-
-"Todavía estamos recopilando información"-.
-"¿Qué hay de los aliados?- La Teocracia sola probablemente no sea suficiente”.
-"Hemos comenzado a reunirlos, pero necesitamos más tiempo. Esperamos contar con la ayuda del héroe adamantita Momon”-. Sus hazañas son similares a las de los grandes héroes del pasado
-"Momon, ¿eh? Hay un nombre familiar. Si he escuchado que él es bastante poderoso, y aumentaría mucho tu fuerza. Incluso algunos de mis subordinados ya han experimentado de primera mano su poder.-
respondió el no muerto.
-"También te sugiero que te acerques a los Señores Dragón restantes, tuvimos un pacto con ellos una vez".-
-"Gracias por tu consejo, Yvon-sama".-
-"Mmmm, quién más, esos dos, de los 13 héroes, Rigrit y Evileye son bastante fuertes. El Caballero Oscuro de la Alianza Estado-Ciudad ejerce un gran poder. Esa chica de Ijaniya es bastante buena también. ¿Crees que Felvia Olan Valur, la antigua Reina del Santo Reino se uniría a tu causa?-
-"Eso, eso parece poco probable"-, respondió Maximilian después de una
breve consideración.
"-El rey elfo obviamente no se unirá. Creo que eso es todo"-.
"-Sobre el rey elfo, estamos poniendo en marcha un plan para hacer que entren directamente en conflicto con el Reino hechicero-"
-Ehh, ya veo-
-"Gracias de nuevo por tu consejo, Yvon-sama. Entonces, si reunimos una
coalición, ¿podemos contar con su apoyo?-
-"Eso dependerá de tu plan. Después de todo, a diferencia de ti, tengo todo el tiempo del mundo"-, el no muerto se río de su propio chiste.
-"Traeré tus palabras a los otros Cardenales"-, se inclinó Maximiliano.
Después de que el Cardenal salió de la habitación, Yvon continuó sentado en su silla, su mirada nublada por los recuerdos del pasado. Fue hace tanto tiempo...