—¿Joseph? ¿Caesar?—
Un escalofrío nos recorrió el cuerpo al escuchar aquella voz.
Caesar me miró, con una mirada que expresaba más que mil palabras.
Con aquella mirada me insultaba, repitiendome "Te lo dije" un mar de veces. A la vez, una mirada asustada, preocupada, todas esas sensaciones en un lapso de 5 segundos.—Yo... Puedo explicarlo, profesora, lo
juro — dijo con voz temblorosa —Instantáneamente soltó mis manos, dejándolas a un lado.
Con una presencia abrumadora, se sentó al medio de nosotros.
Me tomó de las manos, ignorando por completo a Caesar.
Bajó la mirada, avergonzada, decepcionada.—Yo no pensaba que fueras así...— dijo cabizbaja.—
Un silencio nos acorraló, Caesar no sabía que hacer, me miraba a los ojos tratando de comunicarse conmigo por medio de sus ojos, sin embargo, no podía comprenderlo.
—Lisa Lisa, haha, creo que lo ha malentendido — dijo Caesar para evitar el momento. — Nosotros no somos maricas.—
—No, Caesar, los he visto durante las prácticas... —
—Lisa Lisa, es en serio, sólo hemos estado más juntos porque nos hemos hecho más amigos, eso es todo —dije tratando de apoyar a Caesar, lo cuál afortunadamente resultó.
Lisa sacó un pañuelo para limpiar sus lágrimas, en ese momento, Caesar me miró buscando una repsuesta a que hacer, la cual yo no tenía.
—Lamento tanto... Todas las cosas que sufrirán por amarse...—
Tan sólo con esa frase, pude comprender que estaba de “nuestro lado”.
Caesar tomó su mano para generarle confianza, para que no se preocupara.—Maestra... —internamente, sabía ya que no podía tapar el sol con el dedo, y que ya habíamos sido descubiertos— No se preocupe por nosotros, estaremos bien.—
—Por favor, tengan cuidado, éste mundo está lleno de personas repugnantes que les dañarán, sé que es difícil amarse en secreto, pero es por su propio bien...—
Caesar asintió, para no muy tarde Lisa Lisa levantarse para irse del cuarto, sin antes decirnos...
—Los quiero como a mis hijos, por favor, cuídense—
Al cerrar la puerta, nuestros suspiros de alivio resonaron al mismo tiempo que el sonido de la puerta cerrarse.
Pude ver en la figura de Caesar como tiritaban sus manos. Las posó en su cara, restregandolas con furia, su respiración entrecortada y fuerte.Apenado, acaricié su humeda mejilla, a continuación se apoyó en mí pecho.
—Lo siento tanto, fué mi culpa, no volveré a ponerme así de cariñoso—
—Hey, Caesar, yo también cedí al beso, no es culpa de nadie—
—¡Te dije! Debíamos dejar de actuar así... Te amo, en serio lo hago, pero el miedo de que nos pase algo me perseguirá hasta la muerte.—
Mo tenía argumentos contra eso, sabía perfectamente que algo así podía suceder, aún así, soy alguien demasiado impulsivo, ¿Qué acaso no puedo dejar de pensar solo en mi mismo?
Miralo, temblando y llorando por mi culpa, ¿Acaso no tienes empatía?
—Lo siento tanto... En serio, no quiero que sigas sufriendo por mi culpa—
Me abrazó fuertemente, por poco desgarrandome la espalda con sus uñas.
—¡Te amo mucho... Eres tan lindo!, en serio, no entiendo como me puedes soportar...—
Besó cada cachete al menos 6 veces para luego frotar su cabeza contra mi cuerpo.
Posé mis manos en su espalda, devolviendo sus besos en su cuello.
Podía sentir su tristeza en mis hombros, con toda la responsabilidad que tenía que cargar quería que al menos tuviera un descanso.Puedo entenderlo, aquella preocupación inmensa que tiene de decepcionar a quienes ama.
He sido un completo egoísta.
Y yo realmente intento mantener ésto en secreto, pero ni siquiera yo conozco con certeza mis sentimientos.“Te amo” murmuró.
Sus ojos cristalizados me miraban sumisamente, casí haciendo un puchero.—Tengo miedo de que algo nos pase, pero tengo una cosa... Es difícil de explicar — dijo Caesar.
—Está bien, puedes confiarme lo que quieras.—
—Tengo la sensación de que alguien me vigila, o sea, no literalmente... Pero siento la presencia de alguien que me juzga.— se acomodó para seguir contando— Y pienso que aquella sensación es la de mi padre, ¡Y luego llega a mi mente todas aquellas cosas religiosas y se juntan en mi mente y...! No sé... Es inútil...—
—Yo... Realmente no sé como tratar éstas cosas —dije preocupado— Pero yo trataré de escuchar tus sentimientos y haré el esfuerzo de comprenderlas y estar ahí contigo.—
—Gracias, Jojo, entiendo que haces un esfuerzo y realmente lo valoro. Eres mi persona favorita... Quiero... Ser tu novio—
Aquellas palabras me sorprendieron, un sentimiento tan lindo, chicloso, rosado, romántico y todas esas cosas tan románticas se apoderaron de mí.
—¿En serio..? —Quedé aún procesando la información—¡No le dices eso ni siquiera a las chicas con quien te acuestas, haha! ¿En serio soy tan especial?—
—¿No quedó claro aquello las al menos 6 veces que nos hemos besado?—
Lo abracé fuertemente sonriendo de oreja a oreja. Caesar solamente se río mientras me devolvía el abrazo.
Lo amo mucho, pero de ahora en adelante procuraré controlarme mejor.
(Fragmento Diario de Caesar Zeppelin)
{ 20 de enero.
Mis sentimientos por él no son del todos seguros, ¿Realmente lo amo o simplemente es una confusión?
Me gusta besarlo, acariciarlo, abrazarlo, especialmente a él.
Dudo que quiera que lo trate como trato a las chicas, con collares, citas, chocolates y demás ¿Tendré que preguntarle?No suelo escribir mucho en mi diario, antes solía ser un diario de entrenamiento, ahora sólo se centra en él.
A veces deseo simplemente ser una mujer, o que Jojo sea una.
Todo sería más fácil.
No quiero escribir en mi diario cosas empalagosas sobre él, pero quién sabe, capaz y algún día lo haga. }
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Larvas En El Estómago
Romance(COMPLETA) En 1940, la homosexualidad era mal vista, despreciada y castigada de formas atroces. Esto era un problema para Joseph Joestar, que estaba completamente enamorado de su mejor amigo, Caesar Zeppeli. Joseph, a pesar de todas las circunstanci...