11

606 67 82
                                    

Un molesto ruido me despierta.
Asustado, trato de moverme para lograr apagarlo, pero me caigo de la cama.

-Ugh...- Sobé mi cabeza en un intento inútil de aliviar el dolor.

-¿Estás bien? - escuche una voz que venía desde la cama.

Oh mierda, me quedé dormido.

Rápidamente apago el despertador para no molestar a Lisa Lisa y los demás.
Puedo ver como Joseph aún no realiza lo que está pasando, pues, no es muy atento cuando está medio dormido.
Son las... 7:00 de la mañana, de costumbre, sé que Lisa Lisa se despierta antes que nosotros.

Me levanto del suelo para ir hacia la puerta, con la esperanza de que Lisa Lisa no esté revisando las habitaciones para ver si seguimos dormidos.
Trato de mirar entre el espacio que queda en la puerta, No veo nada...

Resalto al sentir una piel rozar con la mía, pero no es nadie más que Jojo.

-¿Qué pasa? - Joseph me mira con ojos de curiosidas y confusión, buscando una respuesta en mis ojos.

-Shh... Perdón Jojo, me quedé
dormido- dirijo mi dedo índice a mi labio para indicarle silencio, siendo respondido por un abrazo.

En ese momento noté que ninguno de los dos tenía una camisa puesta ¿Qué es lo que piensa éste idiota abrazandome? Si Lisa Lisa nos llega a ver, no se lo perdonaré.

-Oh, Caesar~ No sabía que eras tam bueno en la cama, deberíamos repetirlo.- Me dijo mientras subía de manera "sensual" su trasero, cambiando su tono de voz y mirándome a los ojos de manera... Asquerosa.

-¿¡Ehh!? - mi cara estaba roja como una rosa, estaba demasiado avergonzado- ¿¡Qué fue básicamente lo que pasó ayer!?-

Las camisas, los latidos, la respiración agitada... ¿Realmente tuvimos... Sexo?
Estaba tan confundido, no es que encuentre malo amar a Joseph, o sea, si tengo un conflicto con ese amor pero, ¿Tener relaciones sexuales con él? Es una idea que no me gusta.

Sentí su mano acariciar mi pecho, mientras mi corazón latía más y más fuerte.
No, no quiero ésto, pero no puedo reaccionar.

Pude ver sus labios tiritear, ¿Estaba nervioso también?

-¡Pfff! Haha, lo siento Caesar, ¡Era una broma! - Joseph estalló de risa, tapándose la boca para evitar hacer más ruido.- ¡Estabas rojo!

-¡Cállate! Lisa Lisa nos puede pillar, Idiota. - en un impulso de nervios, le tapé bruscamente la boca- Escucha, Lisa Lisa no está por aquí aún, debemos ponernos ropa y luego saldré como si nada de ésto hubiera pasado-

Solté mi mano lentamente, mientras miraba a Jojo.
La tensión en ese momento la podía sentir en el aire.

-Caesar, Te pusiste muy nervioso cuando te dije la broma...
¿Pasa algo?-

Sus ojos llenos de curiosidad invadían mi mente.
No sabía cómo responder a esa pregunta.

-No, Jojo, no pasa nada -

Dije en una respuesta rápida, sin siquiera adentrarme en la pregunta.
No quiso hacer más preguntas invasivas, así que tampoco dije nada.

Sentí sus brazos rodear mi espalda, formando un cálido abrazo.
Sus labios chocaban contra mi mejilla, haciendo ruidos y besos infantiles.
Entre sus besos, podía escuchar murmullos incomprendibles.
Sus besos invadían mi cara, y pude ver gracias al sol que se asomaba una sonrisa en su rostro.
Entre uno de sus murmullos, pude escuchar un "Te amo".
Joseph no se preocupó por si Lisa Lisa entrace, o que estabamos sin camisa, o el simple hecho de que seamos hombres, él seguía besandome.
Algo que tenemos en común Jojo y yo es que buscamos afecto en otras personas para poder llenar nuestro vacío, así que, simplemente dejé que me tocara.

Larvas En El EstómagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora