Capítulo 20

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—A dormir. Tengo sueño— dije con voz seria, mirando sus lindos ojos.

—Oh, yo también tengo sueño. Vamos a dormir— tomó mí mano y me llevó hasta la habitación. Tragué saliva.

—T-tú dormirás a-aquí?—Pregunté nerviosa alejándome un poco. Jennie sonrió.

—Sí, Lili.

—Eh...—miré a todos lados. —Entonces dormiré en el sofá- los ojos de Jennie se volvieron sombríos.

—¿Es por Nayeon, verdad? ¿Te enamoraste de Nayeon el tiempo que estuviste con ella? ¿Tuvieron sexo, verdad?—Preguntó todo rápidamente.

Agaché mí cabeza. —¡Claro! ¡Mientras yo estaba preocupada buscándote, tú te follabas a esa zorra!-—gritó.

—Jennie, ella no me gusta— dije en un Susurró.

—¡Talvez no eso! ¡Pero te la follaste! ¡Y te gustó!— se acercó a mí y miró mí cuello para luego darme una cachetada. —¡Te dejaste hacer jodidos chupetones!

Suspiré. —¡Sí, Jennie! ¡Sí! ¡Ella me violó! ¡Déjame de joder!— su rostro se volvió sereno y luego en segundos, cambio a rabia. Salí de esa habitación sin mirarla.

Sentí un golpe en mí nuca. —¿Quién te crees para gritarle a mí amiga?—escuché la voz de Rosé antes de que todo fuera negro.

No sé cuándo tiempo dormí sólo desperté y estaba esposada a la cama, Jennie entró, sólo tenía una bata, justo cómo Nayeon esa vez.

Recordé las veces que le supliqué a Nayeon que me dejara en paz por qué me sentía mal y me dolía mí miembro. A ella no le importó. Aunque, si me dolió el hecho de que Nayeon me haya echo esto.

Sigo con la duda de quién mató a Karina, Giselle y Solar. Sin duda fue Jennie, estoy segura. Sólo que ella no me lo dijo para no aumentar más sus crímenes. La odio. Quiero irme de aquí ya.

Ella se subió encima mío y besó mí cuello. —¡Déjame, Jennie!—grité. —¡Jennie, basta! ¡Jennie! ¡Carajo, Jennie! ¡Te odio!—intenté alejarla de mí.

—No me odias—Susurró en mí oído. —No dejaré rastro de Nayeon en tú cuerpo, Lisa. Tu eres mía. Solo mía.

Tocó mí miembro y me odié al sentir placer. Gemí y Jennie sonrió, quitó mí bóxer y comenzó a masturbarme, su mano subía y bajaba, luego entró su boca, ella chupó la punta.

—Vamos, Lisa, hazme tuya… saca todo ese odio conmigo…

Pensé en todo lo que ha pasado últimamente, y la rabia recorrió mi cuerpo, llenando me rápidamente de aquel mal sentimiento.

Tomé las caderas de Jennie y sin juegos previos la penetré. Ella gimió de dolor y placer. Le di con rabia, con dolor.

—Ponte en cuatro— ordené, ella así lo hizo, exponiendo su bonito atributo a mi. Mordí mi labio inferior y toqué sus pechos con bastante fuerza, ella soltó un gemido lastimero y volví a meter toda mi longitud en ella, no parando ni un segundo para ver si le dolía.

Ahora ya nada es como antes; yo ya cambié.

Ya soy como Jennie.








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Jennie me dió un último beso, antes de ver la hora. Miré hacia la misma dirección; genial. Más de trece horas haciendo el amor. ¿Cómo carajos aguanté tanto? Suspiré y me alejé un poco de Jennie. Intentaré dormir.

—Te amo, Lili— Susurró Jennie antes de dormirse.

Desperté poco a poco, me levanté de la cama y me dí cuenta que ya no estaba esposada, busqué a Jennie con la mirada pero no la encontré. Salí del lugar, encontrando a Rosé.

—Buenos días. Jennie no está aquí y te tendré que cuidar, a la primera no más y me conocerás, ¿Oíste?

Rosé iba a seguir caminando pero la frené.

—Oye, tengo novia— bromeó, rodando los ojos, suspiré. —Dime lo que quieras decir, al contrario de ti, yo no tengo mucho tiempo que digamos.

—No, no. Solo quiero saber si ustedes mataron a Karina, Giselle y Solar— dije como si nada. Rosé alzó un ceja y me miró con una sonrisa sincera. Si no supiera lo que hizo, pensaría que ella está cuerda.

—Seré sincera, no fuimos. Jennie y yo estamos investigando por qué al parecer hay otra aparte de Nayeon que te quiere a ti— dijo seriamente. —Matamos a todas pero no a ellas, admito que quería matar a Solar cuando la vi de resbalosa con Chu, pero me contuve para no tener más crímenes y ir al infierno más rápido.

Sonreí sin humor. —No sé cómo puedes tomar matar a alguien con humor— dije. —Ya de por sí está mal. Y tú, tú estás, al parecer, loca.

—¡Por dios! ¡No te hagas la loca, Lisa! Tú mataste a tú propio padre, y no digas que no por qué yo vi como cortadas su cuello, tienes demasiada creatividad— sonrió juguetona.

—¡El se lo merecía!— gritó. —No estoy tan loca como ustedes, esas chicas no merecían morir por qué no hicieron nada malo, mí padre sí. El solo me separó de Dahyun, por su culpa ella viajó a verme y si ella no hubiese hecho aquello, ella y su familia seguiría viva.

Rosé rodó los ojos. —No me digas que en serio sientes compasión por esa gente— ella negó con la cabeza. —Su padre, estafador, violador, su madre era una increíble prostituta a gusto y su hija… una jovencita ingenua que pensó que podía tener tu amor y ser feliz sin dar algo a cambio a la vida. Era su vida, o la tuya, Lisa— ella me miró sombría. —Porque te diré una cosa, Lisa… Si tú no eres de Jennie, tu no eres de nadie.

Eso fue lo último que dijo antes de irse a ver a mi hermana, estaba confundida. Sé que ellas saben algo más, pero no quieren decirlo por algo.

Está decidido que tengo que irme de este lugar. Aquí no estoy segura, Jennie está loca, Rosé también y al parecer mi hermana está peor, ella no quiere irse.

Ella quiere quedarse con Rosé.

Miré la puerta por dónde Rosé había desaparecido y negué con la cabeza, intentando darle forma a todo este caso. Si ni Aisha, ni Nayeon, mucho menos Rosé y Jennie fueron las que mataron a todas, ¿Entonces, quien fué?

Psycho Love - JenLisa G!P (Sick of love) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora