(Liam)
Son las 9:00 de la noche, salgo de la oficina como todos los demás trabajadores. Todos nos montamos en nuestros respectivos coches y conducimos a nuestras casas, todos hacemos lo mismo... con una diferencia, ellos al llegar a casa, tendrán a su mujer esperándoles en la puerta con los brazos abiertos para reconfortarles tras un largo día de trabajo, quizás incluso sus hijos salgan a darle un abrazo al llegar, hablarán de lo que han hecho durante el día y, finalmente, se irá a la cama sabiendo que tiene a su alma gemela al otro lado del colchón... pero ese no es mi caso. Yo al llegar a casa, tendré a mi mujer pero no espero ningún abrazo por su parte, en sustitución de los hijos, supongo que saldrá Jackson, nuestro Cocker Spaniel negro. No hablaremos a no ser que sea para discutir y nos acostaremos en la cama sabiendo que hay otra persona al otro lado del colchón, pero ya no estoy seguro de que sea mi alma gemela.
Finalmente llego a mi hogar, bueno, dejémoslo en casa. Aparco el coche en el aparcamiento del edificio y subo a casa. Al entrar, veo a Shailene sentada en el sofá llorando y algo nerviosa.
-Hola... -digo temeroso - ¿Pasa algo?
-No puedo más, Liam -me responde con la voz rota
-¿Cómo?
-Que no puedo más, he llegado a mi límite. Quiero el divorcio. -dice de pronto y el alma se me cae a los pies.
Quizás nuestra relación se haya enfriado, pero la amo.
-¿A qué mierda viene esto? -digo algo enfadado leyendo los papeles del divorcio -No pienso firmar esto -suelto los papeles sobre la mesa.
- Tienes que firmarlo, Liam. Yo no puedo seguir con esta farsa más.
-¿Farsa? ¿Acaso no me quieres?
-¿Acaso tú me quieres a mí?
-Claro que te quiero, Shai. Te amo -confieso algo más tranquilo
-Pues no lo parece -dice mirando hacia otro lado -No hay marcha atrás, Liam. Lo he estado pensando durante mucho tiempo y he tomado una decisión.
-¿Sabes qué te digo? -digo ya fuera de mis casillas - ¡Haz lo que quieras! ¿Quieres que nos divorciemos? ¡Nos divorciamos! Pero que sepas que eres una cobarde porque estás buscando la salida fácil a nuestros problemas en vez de hablarlo.
-¿Cobarde? ¿¡Me estás llamando cobarde a mí?! ¡Tú eres el que cada vez que discutimos sale corriendo de casa en busca del primer bar abierto que se encuentre para emborracharse, y después se va a por una puta para ponerme los cuernos! ¿¡Esa es tu forma de hablar los problemas?! -me echa en cara
-¡Es que contigo es imposible hablar! ¡Siempre acabas sacando la mierda del pasado! ¿¡Es que no puedes olvidarlo y pasar página?!
-¡No, no puedo! ¡Es que tenemos demasiada mierda acumulada, Liam! ¡Estoy hasta las narices de que tus mierdas se echen sobre las mías y me ahoguen! -dice llorando
-¡Eres una inmadura!
-¡Tú eres el inmaduro! ¡Yo jamás te he puesto los cuernos! ¡Tú sin embargo no lo has dudado ni una sola vez!
-¡CÁLLATE! -Sus palabras me duelen, la verdad duele, y grito levantando mi mano con intención de pegarle, pero afortunadamente, no llego a hacerlo.
Cuando me doy cuenta de lo que estoy haciendo y veo la cara de terror de Shailene, agarro las llaves del coche y salgo corriendo de casa. Las lágrimas comienzan a resbalar por mis mejillas y apenas veo la carretera delante mía. Nunca pensé que este día llegaría, bueno sí, pero nunca pensé que de verdad se haría realidad. Supongo que quería engañarme a mí mismo. Me he preguntado muchas veces por qué me casé con Shailene pero afortunadamente, siempre he encontrado la respuesta: Me casé porque estaba enamorado, y aún lo estoy aunque no os lo creáis. El día de mi boda fue el más feliz de mi vida porque conseguí casarme con la mujer más hermosa del mundo. Pero a partir de la boda, las cosas se torcieron. Ella podría dar unos motivos, yo podría dar otros y posiblemente ninguno de los dos tendríamos razón. Son un cúmulo de cosas surgidas por la convivencia diaria que vas guardando, guardando y guardando... y al final explota, y cuando explota ya no hay solución. Evidentemente siempre tiene que haber una llama que encienda la bomba, un motivo por el que hayamos llegado a la situación límite en la que estamos. Bueno pues, muy a mi pesar, esa llama soy yo. Yo encendí la bomba y a partir de entonces, la mecha se fue consumiendo hasta explotar. No habíamos probado la convivencia hasta estar una vez casados y la verdad es que ambos pensamos que sería más sencilla pese a las advertencias de nuestros padres. Nos fuimos cansando el uno del otro y de las diferencias que nos separan por escasas que sean, hasta que las discusiones eran diarias y nuestra relación entró en crisis. Entonces, movido por los "maravillosos" consejos de mis "amigos", cometí el mayor error de mi vida, error que me atormentará por el resto de los años y del que a día de hoy aún me arrepiento: Me acosté con otra mujer. Para defenderme, diré que no hubo amor por ningún lado... aunque eso no sea excusa suficientemente buena para que no penséis de mí que soy un gilipollas y no os culpo, yo también lo pienso. No puedo negar mi error, lo hecho, hecho está y lo peor de todo, es que gracias a mis "fieles amigos" que lo grabaron todo, Shailene se enteró en vez de tener la oportunidad de contárselo yo mismo. Evidentemente, me echó de casa al momento y creí que me moriría sin ella. Sin embargo, conseguí su perdón y volvimos, aunque las cosas no fueron a mejor ya que mi traición estaba siempre a la orden del día y por cada discusión, el tema volvía a ver la luz. Cogí una costumbre mala, muy mala... el alcohol. Por cada discusión, yo me emborrachaba, me acostaba con otra chica y después, pensando en lo que había hecho, me arrepentía de todo y comenzaba a llorar antes de volver a mirar a Shailene a la cara para contárselo. Sus padres nunca me aceptaron, siempre dijeron que no tendríamos futuro y cuando se enteraron de mis traiciones no cambiaron de idea, pero supongo que para darle en la cara a sus padres y demostrarles que lo nuestro podía funcionar, Shailene me perdonó todas y cada una de las traiciones, capacidad que admiro en ella. Mis padres siempre nos apoyaron, pero empezaron a posicionarse del lado de mis suegros al enterarse mis actos. A día de hoy, quizás no me acuesto con cada chica que me encuentro, pero las discusiones no paran de sucederse y ya no hay un verdadero motivo para ellas, simplemente discutimos...
No puedo negar que no amo a Shailene, no puedo negar que no puedo vivir sin verla cada día, sin discutir con ella porque eso significa que sigue conmigo a pesar de mis fallos. La amo, no quiero separarme de ella, no puedo. Tengo que recuperarla y esta vez de verdad.
Doy la vuelta al coche dispuesto a arreglar las cosas pero, cuando comienzo a hacer el camino de vuelta a casa a recuperar a mi mujer, un golpe impacta en mi coche. Todo comienza a dar vueltas, comienza a dolerme todo el cuerpo. Veo borroso y solo oigo voces gritando, pitidos de coches... nada nítido. Oigo a alguien que se acerca a mí para ayudarme, pero no puedo esperar a que llegue y mis ojos se cierran definitivamente sin escuchar, ver, ni sentir nada.
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Amnesia (CANCELADA)
FanficUna noche, una discusión, un accidente... AMNESIA ¿Serías capaz de olvidarlo TODO?