Capítulo 16 -El mayor aprendizaje de la vida-

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(Liam) 

Creo que no pasaba una noche tan mala desde...Bueno, en realidad no me acuerdo, pero estoy seguro de que no nunca he pasado una noche así. No soy capaz de dormirme, la imagen de Shai no se me quita de la cabeza. Doy vueltas en la cama del hospital intentando no hacer demasiado ruido para no despertar a Sophia, pero no aguanto estar en la cama sin poder dormir. Me levanto muy despacio y agarro el gotero al que estoy conectado, salgo de la habitación despacio y cierro la puerta tras de mí para dar un pequeño paseo por los pasillos. A esta hora no hay nadie, tan solo los pobres familiares preocupados por su seres queridos postrados en una cama. 

Sin darme cuenta, mi gotero tropieza con algo que me impide continuar. Miro a ver cuál puede ser el motivo por el que se ha enganchado y me encuentro con un señor mayor sentado en una de las sillas del pasillo, pero no es un familiar sino un paciente. 

-Perdón - digo inmediatamente, pero el viejo ni se ha enterado. 

Me acerco a él, parece estar profundamente dormido, ¿no estará...? Me siento en la silla contigua y le doy unos pequeños golpecitos en el hombro, iluso de mí pensar que se iba a despertar con eso si casi le tiro el gotero encima y ni se entera. Vuelvo a darle en el hombro pero no tengo éxito, decido tomarle el pulso por si estuviese muerto pero justo cuando mi mano toca su cuerpo, el hombre se despierta. 

-¿¡Qué coño estás haciendo?! -pregunta sobresaltado 

-Perdón - respondo asustado - Es que he tropezado con usted sin querer y como no se movía pensaba que...

-¿Qué? ¿Que estaba muerto? Está visto que un viejo ya no puede ni dormir - gruñe

-Lo siento, no pretendía molestar -me levanto de la silla y me encamino a volver a la habitación

-Perdóname joven, tengo muy mal despertar - me frena - Siéntate, ¿qué te ha traído hasta aquí? -me pregunta apoyando sus manos en su barriga

-No lo sé, no podía dormir y he decidido salir al pasillo a dar una vuelta, pero con el maldito gotero no puedo ir a ningún sitio. 

-Me refería a por qué estás ingresado 

-Ah... Me desmayé -respondo

-¿Y por un desmayo te han ingresado? Pf, lo que se aburren los médicos 

-No, tuve un accidente hace unas semanas y tengo amnesia, por eso me han ingresado

-Vaya... - dice mucho más tranquilo -Eso es más jodido

-Bastante... 

-¿Y qué es lo que te quita el sueño? -No respondo - Una chica, ¿me equivoco? 

-No se equivoca - le respondo -¿Y a usted? 

-A mi la edad me ha traído hasta este maldito hospital del que no creo que salga ya... - responde mirando al frente

-No diga eso, seguro que se cura. Aún le queda mucho que vivir - intento animar

-Tengo un cáncer terminal, no hay solución, así que no intentes animar si no sabes de qué va el tema

-Vaya... - no sé qué decir. 

-Ya... nadie sabe qué decir cuando le digo que me estoy muriendo.  

Me quedo callado ante las palabras del anciano, ¿qué le dices a una persona que se está muriendo justo a tu lado? 

-¿Y usted por qué está aquí sentado en una de estas sillas en vez de estar en la cama? -pregunto

-Porque no me apetece estar solo en la habitación, aquí al menos pasa gente despistada como tú y me entretengo un rato

-¿No tiene a nadie?

-No -responde seco - Mi mujer falleció y mi hija viene de vez en cuando, pero tiene mucho trabajo y tiene que cuidar de los tres diablillos que tiene por hijos. 

-La vida es una mierda, ¿no? Todos estamos solos al fin y al cabo 

-Pues sí, la vida es una mierda. Dicen que cuando te estás muriendo ves pasar toda tu vida delante de ti y yo lo estoy viendo estos últimos días. Veo todo lo que he hecho por amor, todo lo que he perdido por amor... Veo que al fin y al cabo, tus esfuerzos para con los demás no sirven de nada - mueve las manos a su alrededor - Estoy solo después de todos esos esfuerzos. Solo hay una cosa que me consuela.

-¿Cuál?

-Pensar lo feliz que fui durante el tiempo que disfruté de lo que tenía. Tuve una mujer maravillosa y una hija preciosa, es cierto que actualmente no las tengo o apenas las tengo, pero no las culpo por eso, he aprendido a quedarme con las personas que, a pesar de todo lo que hagan o lo que digan, están conmigo en las buenas y en las malas, que se preocupan por mí y esas personas que, aunque les hagamos daño continuamente, siguen con nosotros. Creo que ese el mayor aprendizaje que me llevo de la vida. - Me quedo embobado con sus palabras, tiene razón.... 

-Liam - escucho que me llama una voz. Miro más allá del anciano y veo a Sophia parada delante de nosotros - ¿Qué haces aquí? 

-No podía dormir -respondo

-Anda, volvamos a la habitación -dice acercándose a mí para ayudarme con el gotero 

-Ha sido un placer conocerle.... - dejo caer la frase intentando recordar si me dijo su nombre en algún momento 

-No necesitas conocer mi nombre, en unos días dejaré de existir así que es una tontería memorizarlo. Sigue mi consejo y todo te irá bien 

-Gracias - le agradezco con una sonrisa 

Sophia toma mi brazo y mi gotero y comenzamos a caminar de vuelta a la habitación. 

Amnesia (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora