(Liam)
Al llegar a la casa, un aire de riqueza y superioridad me golpea en toda la cara. No nos reciben los padres de Sophia sino la que parece ser la sirvienta. Una vez dentro, la casa parece casi más enorme que desde fuera. Un enorme pasillo, decorado con cuadros y una gran alfombra, se forma tras el recibidor y la madre de Sophia lo recorre desde el otro extremo para recibirnos.
-¡Cariño! - Dice acercándose a Sophia con los brazos abiertos.
La mujer no aparenta tener más de cincuenta y pocos años, se conserva muy bien. Viste muy elegante, unos pantalones negros anchos y una camisa blanca de media manga con unos tacones negro. En su juventud tuvo que ser guapa, aunque ahora parece que ha querido conservar su belleza a base de bótox y otro tipo de guarrerías en la cara.
-Habéis tardado mucho – le dice la mujer a Sophia
-Lo siento, Liam tuvo que salir y se retrasó un poco.
-Así que este es el famoso Liam, tu jefe. - dice examinándome de arriba a abajo -Encantada – me ofrece la mano – Mi nombre es Elena y soy la madre de Sophia
-Un placer conocerla – le digo tomando su mano
-Bueno, pasemos al comedor. Por aquí – me indica
Los tres caminamos, Sophia por delante de mí, hacia el comedor. Mientras camino por el pasillo me doy cuenta de lo ancho y señorial que es. Retratos de lo que parecen ser personas importantes lo rellenan de cabo a rabo. Parece la casa de unos reyes o algo así. Llega un punto en el que el pasillo hace un hueco y una enorme escalera sube a un segundo piso. Cuando llegamos al comedor ya no me sorprende que sea enorme, como el resto de la casa. El que supongo que será el padre de Sophia nos espera sentado en un sillón con una copa de vino en la mano.
-Papá – dice Sophia y por el tono, diría que está asustada
-Soph -le dice su padre cariñoso y se acerca a nosotros – Cuánto me alegro de que hayas venido. ¿Este es el famoso Liam?
-Sí, Liam este es mi padre Jeff; – su padre me ofrece la mano – papá, este es Liam, mi novio
-Encantado -le digo
-Espero poder decir lo mismo -me suelta el padre, cosa que me da miedo
-Bueno, será mejor que nos sentemos a cenar
La sirivienta nos lleva la comida y nos la sirve a cada uno en los platos. Es una cena muy fina, demasiado para mi gusto. El primer plato no acertaría a decir lo que es, en mi casa lo llamaría sopa, pero supongo que ese es un nombre demasiado común para usarlo en esta casa.
-Bueno Liam, cuéntanos, ¿qué tal te va en el trabajo? -me pregunta su madre sentada a un lado
-Bien, no me puedo quejar... -respondo
-¿Ganas lo suficiente como para poder mantener a mi hija? -pregunta Jeff desde enfrente
-¡Papá! -le regaña Sophia
-No importa... - respondo – Sí, entre su sueldo y el mío no tenemos ningún problema.
-Eso espero. Cuéntanos algo de tu familia, de tu infancia... Háblanos de tu vida – Ahí ha dado donde me duele. No puedo contarle nada de mi vida, de mi infancia, de mi pasado porque no recuerdo nada de lo anterior al accidente. Tan solo algunas discusiones con Shailene, pero eso no le interesa a nadie, solo a mí.
-Eemm... bueno... -miro a Sophia en busca de algo de ayuda y parece captar mi súplica.
-Papá, Liam tuvo un accidente hace unos meses y no recuerda nada de lo pasado, tiene amnesia.
-Oh vaya, lo siento. No lo sabía. -rectifica Jeff
Durante el resto de la cena no paran de preguntar por mí, por mi presente y mi futuro, mi pasado está algo borroso así que como si no lo tuviera. Siento que sus padres quieren algo demasiado especial y perfecto para Sophia, quieren a alguien como ellos pero yo no lo soy, soy lo opuesto. Tras la cena, Elena y Sophia permanecen en la cocina hablando mientras que yo me quedo en el comedor, incómodo, con el padre.
-¿Quieres tomar algo? ¿Un vino o algo? -me pregunta
-No, tengo que conducir – le respondo lo más amable posible
-Prudente, me gusta – punto a mi favor, supongo. -Mira Liam, me pareces un gran hombre, trabajador, prudente... Me gustas, así que te doy el visto bueno para que te cases con mi hija.
-Un momento... ¿casarnos? No quiero casarme con su hija, al menos de momento.
-Pero has venido a pedirme la mano de mi hija, ¿no?
-No, claro que no. He venido porque Sophia quería que les conociera, pero no tenemos planeado casarnos, es demasiado pronto para pensarlo.
-¿Pronto? No es pronto, dentro de nada Sophia no podrá tener hijos y ¿qué pasará? ¿La generación a la mierda? Sophia es hija única, es nuestra única esperanza de que el apellido continúe, de hecho vuestros hijos llevarán su apellido antes que el tuyo, si es que lo llevan. -Esto me parece demasiado, ya no es solo que quieran un marido para su hija perfecto, es que además solo quieren el beneficio propio y... ¿mandar sobre mis futuros hijos? De eso nada.
-Primero, el apellido de mis hijos los decidiremos sus padres y, a ser posible, llevarán el mío y el de su madre, los dos, en orden. Segundo, su hija es una mujer hecha y derecha y no sirve solo para tener hijos, trabajará si le apetece y usted no es nadie para impedírselo – Supongo que estoy elevando el volumen de la voz porque Elena y Sophia salen corriendo de la cocina. - y tercero, si quieren un marido ejemplar para su hija, van a conseguir que se quede sola, nadie es perfecto del todo y cada uno lo es a su manera. La que tiene que elegir es Sophia, no usted -digo apúntandole con el dedo.
-Muy bien...Muy buen discurso... ¿quién eres tú para venir aquí y decirme cómo debo tratar a mi hija? ¿¡Eh?! ¡LARGO DE MI CASA!
-Papá por favor -intenta intervenir Sophia
-¡LARGO HE DICHO! -Tira la copa al suelo y se da la vuelta
-Será mejor que os marchéis -nos dice la madre amablemente y visiblemente asustada
Cogemos nuestras cosas y salimos de la casa lo antes que podemos. Nos montamos en el coche y nos quedamos así un momento. Sophia no dice nada, tiene la mirada fija en sus piernas.
-Sophia yo...
-No importa -me interrumpe
-Lo siento mucho... solo quería que...
-Liam, no importa. Vamos a casa -levanta la mirada de sus piernas y la fija en la ventanilla.
Arranco el coche y conduzco hasta casa.
ESTÁS LEYENDO
Amnesia (CANCELADA)
Fiksi PenggemarUna noche, una discusión, un accidente... AMNESIA ¿Serías capaz de olvidarlo TODO?