Autor Original: MagickGarlick
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Stevens apareció a Harry en Nurmengard.
Harry se sintió enfermo hasta sus mismos órganos y huesos. Grindelwald se sentó en una silla lujosa al final de un gran salón.
'¿Eres feliz ahora?' gritó Harry, la voz rebotando en las frías paredes de piedra. '¿Estás satisfecho?'
Grindelwald se movió en su asiento.
'¿Ya está hecho, entonces?'
'Sí.' respondió Stevens, 'Fawley está tan muerto como una piedra'.
'Para responder a tu pregunta, Harry, todavía no estoy satisfecho, dudo que alguna vez lo esté. Aún así, te doy una última oportunidad. No tienes adónde ir en el mundo excepto a mí. Puedo ser bueno contigo, puedo darte poder, prestigio, puedo darte una nueva vida cuando ésta se derrumbe con la llegada de mi nuevo mundo. ¿Te unirás a mí, Harry?
Harry miró hacia arriba, entrenando sus ojos en Grindelwald.
'Como he expresado, preferiría no hacerlo'. Respondió.
'Pensé que ese podría ser el caso. Bueno, realmente no puedo hacerte nada debido a nuestro voto...' Grindelwald suspiró.
Apareció frente a Harry con un crack. Harry no se inmutó. 'Bueno,' dijo Grindelwald sombríamente, acercándose, estirando la mano para sostener el hombro de Harry con firmeza. Harry trató de encogerse de hombros pero se mantuvo firme. 'Te perdiste un par de cosas...'
Harry entrecerró los ojos.
'¿Oh?' La Varita de Saúco estaba justo ahí, justo-
'Imperio.' Grindelwald siseó.
Harry se quedó quieto. Su mirada se volvió plácida.
Grindelwald extendió su brazo. Eres un hombre inteligente, Harry, pero no eres muy inteligente. Toma mi brazo. El ordenó.
Harry lo tomó.
Ellos desaparecieron.
En el frío y pétreo silencio del castillo, Stevens se volvió hacia el otro traidor vestido de rojo. Su voz era pequeña cuando habló.
'¿Crees que están jodiendo?'
*
Harry y Grindelwald aparecieron en un lugar ventoso y cubierto de hierba. Estaban cerca del borde de un acantilado, con vistas al mar. Había un pueblo cerca de ellos, y de él llegaban los sonidos apagados de risas y canciones, el ajetreo y el bullicio del día, llevados por el viento.
Dissimor. Dijo Grindelwald. Hubo un brillo en el aire, y se reveló una gran red de runas y joyas preciosas y marcas quemadas en la hierba. Era un círculo ritual masivo y complejo, que llegaba cerca del borde del acantilado. 'Esta ciudad fue construida sobre un nexo de línea ley, Harry.' Él dijo. "Y en este tipo de lugares, el velo es delgado, muy delgado". Grindelwald se quedó en silencio por un rato, mirando el mar. 'No sé qué tan consciente eres, en este momento. Pero quiero que recuerdes... son solo muggles.'
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Tom dejó caer su taza de té y se estrelló contra el piso de madera de la casa de los Lovegood.
Aurora lo miró.
'¿Tom?' Ella preguntó.
Harry está en peligro. dijo Tom. Tenemos que ayudarlo.
