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Vi la habitación vacía con las paredes amarillas pálido, vi la cortina llena de polvo ondeando por el viento y las telarañas en las esquinas de un tono marrón. Tan sucia y vacía. Mi nueva habitación me hizo pensar que así luciría mi interior si la representaba en una habitación como dibujo.

Mamá probablemente se espantaría con el color de la casa”. Pensé.

Sacamos todo del camión de mudanzas y lo fuimos ordenando en toda la casa. Todavía quedaban cajas con algunos adornos que decidimos traer de nuestra antigua casa, justificándome con mi papá de que era muy buena idea si queríamos “iniciar de nuevo” y darle más color a nuestras vidas, pero la realidad era que todas aquellas cosas que mamá adoraba quería dejarlas en algún lugar para así tener algún recuerdo suyo a pesar de que le prometí que jamás la olvidaría.

Daegu se convertiría en mi nuevo hogar, no parecía la gran maravilla pero era menos caótico que la ciudad de donde veníamos. Nos bastó unas cuantas semanas para aclimatarnos y sentir que ya éramos parte de este pueblo, porque así era a mis ojos, un pueblo muy grande con gente que se metía en sus propios asuntos. Tampoco bastó tanto tiempo para que papá me inscribiera en una preparatoria para poder culminar mis estudios y elegir la carrera de ingeniería en arquitectura como él. Yo realmente no deseaba esa carrera, es más, la odiaba. Ese no era mi sueño, no era lo que yo elegiría para ser feliz, justo como le había prometido a mamá; desgraciadamente también estaba obedecer a mi padre. Él por su parte, estaría trabajando con una nueva compañía constructora para un mega proyecto respaldado por el gobierno y así levantar la economía de este distrito.

La preparatoria fue en sus primeros días, tedioso. Ser la nueva cara del lugar no era agradable, ni mucho menos respetable. Como todo instituto tenía a sus abusadores, estos vieron que no podían contra mí, pero sus comentarios fueron la comidilla del resto de los días para hacer burla del nuevo estudiante. Después de un par de días dejé de ser el “hazme reír” del lugar, para mi buena suerte llegó alguien de intercambio, al cual, no le hacían burla, pero que por ser extranjero les llamaba más la atención, así dejándome en paz.

Conocí a un chico, muy risueño y extrovertido en la hora del desayuno. Me sacó conversación y supe que se llamaba Kim TaeHyung, iba en cuarto semestre al igual que yo, pero lastimosamente en diferentes clases. Llegué a pensar que este lugar sería una verdadera tortura, pero con la compañia de mi nuevo amigo serían más tranquilas las cosas.

Esa tarde quedamos en vernos en la cafetería de la preparatoria para discutir porqué incluso la hamburguesa no debería de llevar piña. Para el horario de este día, tocaba historia y ya después lectura y redacción por lo que tenía que ir a la biblioteca la cual no tardé en encontrar. Los primeros días para localizar todo fueron tediosos, pero increíblemente me adapté ya que sabía como desenvolverme en los pasillos y las direcciones del campus. La biblioteca no era la gran cosa, a diferecia con la de la ciudad donde antes vivía. Era mas pequeña, pero no dejaba de ser magnífica y hasta algo atrayente para aquellos amantes de la lectura. Tuve que registrarme con la bibliotecaria para dar mi hora de entrada, qué libros iba a tomar prestados y mi hora de salida. No tardé mucho en encontrar los que buscaba, pero desafortunadamente estaban en la repisa más alta, y ese día odié ser bajito. Estiré mi brazo tanto como pude, las puntas de los pies me quemaban por estar apoyándome y hacer un esfuerzo sobrehumano, pero no alcanzaba a llegar. De pronto, una mano pálida con las venas marcandose se cruzó en mi campo de visión, tomó el libro y lo tendío hacia mí. Fue como conectar con algo extraño cuando miré su rostro.

Un lindo y atractivo rostro.

Era un chico, de tez pálida, nariz pequeña y respingada, rostro circular, pero con la mandíbula marcada, de ojos muy rasgados similares a los de un felino, sus orbes negras como la noche, sus cejas que era tapadas por la mata de cabello que cubría su frente; ese cabello que relucia en un gris platinado que le hacía ver como un ser de otro mundo donde la belleza era exquisita.

SI FUERAS LIBRE... ||YoonMin|| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora