El querer es poder. De eso no tenía ni la más mínima duda, pues fueron contadas las veces cuando yo hacía frente a algo que yo deseaba por más simple que fuera la cosa.
Siempre fui de aquellos que dejaban que otros decidieran por mí, pero había excepciones en cuanto a mis gustos o preferencias como los sabores que me gustaban y la ropa que vestía; al menos eso fue hasta los diecisiete años cuando según palabras de mi padre comenzaba a presentar los primeros signos de un verdadero hombre.
Todo fue gracias a mis padres quienes controlaban algunas facetas de mi vida por no decirlas todas. Si pudiera dividir el porcentaje, ellos tenían más del ochenta por ciento, donde mi madre tenía el cinco por ciento y mi parte el resto. Hoy en día, ese porcentaje de cinco lo tiene mi padre, asi que prácticamente sigue igual aunque no me guste.
Por esa razón, ese día me levanté con la valentía de pedirle a mi padre el permiso para ir al campamento que estaba organizando la preparatoria. Aunque aún no repartían los permisos, quería saber de primera mano la opinión de mi padre y así darle una respuesta definitiva a TaeHyung.
Por eso con la meta clara en mente y esperando a que mi padre terminara de servir los vasos, medité en la mesa si sería adecuado decirlo antes o después de que diéramos el primer bocado.
Pero cuando cruzamos miradas, formó una ligera mueca con su boca y procedió a rezar en silencio. Hice lo mismo en cuestión de segundos. El silencio no tardó en romperse cuando mi padre ya estaba tomando los palillos.
–¿Todo bien? –cuestiona sin detenerse a mirarme.
Trago saliva al sentir su mirada pesada.
–La preparatoria hace cada año un viaje al bosque para que los alumnos puedan acampar y hacer actividades recreativas... Y me preguntaba si...
–No irás, JiMin.
La respuesta contundente me hizo boquear como un pez fuera del agua, pero pronto reverti mi estado contrariado a uno de pacifismo para no alterar cualquier rasgo en mi padre.
–Sé que estoy cumpliendo con un castigo, pero sería una buena oportunidad para mí, además piden el consentimiento de los padres firmando un permiso... Puede pensarlo bien, padre –dije ansioso.
–Dije que no –la sentencia me hace encogerme de hombros. Rápidamente bajé la cabeza para recibir las palabras demandantes de mi primogénito–. Consentir tus deseos hará que el castigo sea en vano. Además, estás yengo a tu servicio, del cual, por cierto, hoy iré a la iglesia para saber de tus avances. Si el señor Jeon me dice cualquier cosa negativa por más mínima que sea, olvídate por completo de la idea de ir al campamento. ¿Queda claro?
Enmudeci ya que mordía mi lengua para no decir ningún pero, bastaba con escucharle la respiración para saber que lo había hecho enfadar sin siquiera habérmelo propuesto.
Sin más, asentí dos veces y me disculpé por la falta. El arrepintimiento después de ello fue más horrible que cuando me dio el no. Después de ello, ya no conversamos más y todo lo hicimos en silencio. Fue como una tortura porque deseaba tanto rogarselo y que pudiera obtener lo que yo quisiese, pero una vez más, el temor que le tenía a mi padre era una avalancha arrasando todo a su paso sin dejar ni un rastro.
Cuando fui llevado a la preparatoria, con una voz seria me dijo que me estaría esperando afuera durante la salida para ir a la iglesia como había dicho. Con el desazón en el pecho, me despedí de él y me fui de lleno a las clases con la cabeza llena de pesares. Incluso en el receso, quería desaparecer de todos, pues el hecho de que YoonGi estuviera a tan sólo unas mesas de distancia y que TaeHyung junto su amiguito de la capucha estuvieran viendo en mi dirección, era insoportable seguir como un bastardo totalmente solo y sin probar bocado. No obstante, llegó un momento donde tomé mi orgullo, ese que en muy raras ocasiones aparecía, y me quedé ahí diciéndome que podía con esto y peores cosas por venir. Para sacarle provecho a mi valía, miré en dirección a la mesa donde estaba YoonGi rodeado de sus amigos y me quedé esperando para ver si al menos alguno de ellos me correspondía la mirada. Ninguno de ellos volteó, a decir verdad, estaban más distraídos conversando de cualquier cosa que prestarle atención a su alrededor.
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SI FUERAS LIBRE... ||YoonMin|| +18
FanfictionPerder a su madre fue un dolor grande para JiMin, pero vivir bajo el yugo de su padre de ahora en adelante, le harán atravesar muchos obstáculos, como enamorarse de quien menos pensó, por ejemplo. Su vida cambió rotundamente cuando había llegado el...