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Dios nos ha dicho que vivamos con integridad y que procuremos al prójimo incluso si este nos hizo daño, porque cuando pedimos por aquellas personas que cometieron faltas y osaron levantar una mano contra los más débiles, debemos de perdonarlos y eso es muy bien apreciado por el Señor.

Ensimismado en mis pensamientos, así me encontraba a las afueras de la preparatoria preparándome para abordar uno de los cuatro camiones que había afuera para llevarnos al bosque Gakju.

Llevaba todo lo requerido por el permiso, y a falta de espacio en mi mochila, llevé conmigo el walk-man para escuchar un poco de música. Como habían dicho, traje ropa cómoda. En este momento llevaba unos tennis blancos deportivos, unas bermudas color café y una camisa blanca suelta y un gorro de pescador negro para taparme de los inmensos rayos de sol que habrían esa tarde.

Mi padre se había ido hace unos 15 minutos procurando que TaeHyung llegara y viera su compromiso conmigo. El pelirojo llegó vestido como si fuera al gimnasio con pans y sudadera negra a juego con una gorra de mezclilla y unos tennis blancos. Se habían saludado cortésmente y mi padre recalcó una vez más que TaeHyung estaba más que invitado a nuestra casa para comer algún día. Kim avergonzado le agradeció a mi padre modestamente.

Cuando HongDae se fue gracias al horario que debía de cumplir ese día por su trabajo, TaeHyung se reunió con JungKook en cuanto lo vió llegar. Se despidieron de mí como si nunca me fueran a ver de nuevo y se alejaron hasta donde ya no pude verlos más. Pensé que estaría con ellos en todo momento, pero decidieron irse por su cuenta y pasarla juntos. Al menos acepté el hecho de que si me la pasaba con ellos todos los tres días del campamento, terminaría por arrancarme la cabeza por los comentarios inapropiados e intolerantes de JungKook.

Estaba ansioso a decir verdad. Por una parte porque sería mi primer viaje completamente solo sin la compañía de algún familiar, y la otra porque quiera o no estaba a la expectativa de ver llegar a YoonGi. Había sido de los primeros en llegar al instituto, por eso mismo tuve bastante tiempo en ver mis alrededores y ver llegar a cada uno de los alumnos a los cuales les concedieron el permiso para ir. Desafortunadamente y con algo de desilusión, YoonGi no llegaba. Me encontraba triste por ello, pero también debía de aceptar que su presencia aquí y en el campamento iba a incomodarme. Aunque también debía de aceptar que sin su presencia las cosas ocurrirían con normalidad y sin alteraciones estrepitosas a mis emociones.

Con el pasar de los minutos más estudiantes empezaron a llegar, por lo que la capacidad de los autobuses se vería muy poco abarrotada, lo que hizo que los que no alcanzaran lugar en alguno de los cuatro transportes, debían de irse aparte en una mini-ban que había alquilado de emergencia la preparatoria para casos como estos.

Cuando la hora establecida llegó a su fin, los maestros a cargo de toda la organización del viaje, que eran como ocho, —entre ellos estaba el profesor Young— nos pidieron acercarnos hacia ellos para comunicarnos algo por medio de un megáfono portátil.

–¡A todos los estudiantes, favor de poner atención! –la voz de una de las profesoras, que vestía con ropa deportiva azul marino, salió estridente haciendo eco en los alrededores. Todos callaron y escucharon lo que tenía por decir–. ¡Queremos que su viaje sea agradable y que puedan llevarse muchos aprendizajes cuando termine el campamento! ¡Por eso mismo queremos incentivarlos a que no sólo se diviertan, si no que conozcan a mas personas afines a ustedes! ¡Que puedan socializar con otras personas, y porque no, hacer nuevos amigos! ¡Así que sortearemos los asientos de los autobuses para introducirlos a nuestra actividad integral, y así mismo lo haremos con las habitaciones que compartirán en las cabañas del bosque!

Al momento de que la profesora dejó de hablar por el megáfono, muchos no simpatizaron con la idea, pues habían hecho planes con sus mejores amigos y otros tantos querían pasarla solos. Yo por mi parte tomé la iniciativa como una buena idea, al fin y al cabo también estaba aquí para conseguir a otro amigo o al menos socializar con otra gente externa a las personas que yo conocía. A pesar de las oposiciones que algunos mostraban con mucha inconformidad, nos pidieron hacer una fila india, ya que un profesor estaría al inicio de ésta con dos cajas —femenino y masculino— en mano donde había cientos de papelitos para sólo tomar uno y abordar el autobús que nos dictaba el papel.

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⏰ Última actualización: Nov 03 ⏰

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SI FUERAS LIBRE... ||YoonMin|| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora