Incluso si el día parecía muy aburrido, y sin la compañía de TaeHyung por nuestra pequeña discusión, los alumnos se notaban más animados que de costumbre.
Habían cientos de anécdotas de aquella dichosa fiesta, desde comentarios positivos, hasta los más negativos. HoSeok se había convertido en el rey de las fiestas a boca de todos.
Me era muy fácil captar las conversaciones en la hora del desayuno, cada mesa mantenía una charla diferente y otros daban su punto de vista. Yo compartía los míos mentalmente conmigo haciendo alusión a que me la había perdido y que no era la gran cosa después de todo. Muchos otros decían lo mismo que yo, pero en cuanto notaba una ligera resonancia de envidia, yo me reí por lo absurdo. Si no haces algo que habías querido muchísimo hacerlo, entonces tenías más tiempo por delante, no importaba qué fuera, era suficiente con saber lo que se sentía al hacerlo, incluso como yendo a una fiesta.
También mis oídos acaparaban las conversaciones un poco subidas de tono, como una anécdota de una mesa frente a mí donde contaban cómo habían jugado a la botella y que muchas personas se habían unido para hacer retos muy candentes. Había preferido desviar mi atención de ellos, pero imaginarme que YoonGi haya participado en ese reto me puso los pelos de punta. Y de cierta forma me sentí intranquilo y triste. Pero ignoré esos pésimos sentimientos, pues la hora de clases volvía a empezar.
Tomé mis cosas y por el rabillo del ojo vi que TaeHyung se había sentado en el fondo con un chico que no conocía de lejos ya que llevaba una capucha negra cubriéndole el rostro, desvié mi vista para no llamar la atención de TaeHyung y salí dispuesto a entregar mis tareas atrasadas al profesor de matemática avanzada.
Como siempre y de lo poco que llevaba aquí, sabía de ante mano que esta materia no era la más amada y la menos preferida, pero si queríamos salir con un buen promedio de la preparatoria entonces debíamos aprender algo forzosamente o llevar los trabajos. Le di las gracias al profesor cuando calificó mis tareas, y le di las mismas a un compañero que me había ayudado a pasarmelas después de que me había quedado dormido detrás de los corredores menos concurridos del plantel. No recordaba el nombre del chico, pero éste sólo me regaló una sonrisa grata y ya no me volvió a hablar, pero era muy seguro que si ocupaba ayuda no dudaría ni un segundo en cobrarse el favor.
Aquello me recordó a YoonGi de mis primeros días, no pude evitar soltar un suspiro. Miré por las ventanas inconscientemente esperando encontrarme con YoonGi estando en su escondite predilecto, pero no había nadie rondando a estas horas por ahí.
Tuvimos que bajar a la biblioteca y de nuevo estuve esperanzado en encontrarlo, pero era como si su rastro se hubiera desaparecido.
Cuando llegué a mi casa, no tardé en hacer mis quehaceres de siempre, de la nada me di cuenta que había caído en la terrible monotonía. Y para hacerlo más exasperante, seguramente mi padre y yo iríamos a la iglesia después de no hacerlo por semanas.
Mañana iba a hacer un día muy ajetreado, pero al menos le daba gracias a Dios por darme mucha paciencia.
•🤍•
–... Y por los siglos de los siglos...
–Amén.
Había dicho el padre para comenzar a dar nuestro saludo de paz entre los presentes. Mi padre y yo saludabamos y dábamos las gracias a todos aquellos que lo necesitasen de buena fe. Miré a mi padre sonriéndome y yo por dentro me estremecí de pies a cabeza. Estaba siendo un pecador frente a la casa de Dios, estaba manchado y seguramente mi padre celestial estaría juzgandome, casi como la mirada de mi padre de sangre. Le devolví la sonrisa disimulando mi inestabilidad y seguimos escuchando lo que quedaba de la misa.
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SI FUERAS LIBRE... ||YoonMin|| +18
FanfictionPerder a su madre fue un dolor grande para JiMin, pero vivir bajo el yugo de su padre de ahora en adelante, le harán atravesar muchos obstáculos, como enamorarse de quien menos pensó, por ejemplo. Su vida cambió rotundamente cuando había llegado el...