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— Así que lo dijiste en medio del salón en uno de tus arranques...

— Adrián, es lo que dije, no es necesario que lo repitas como si fuera menso. — Golpeó su cabeza contra la puerta del baño con enojo, sus ojos se cerraban con fuerza y estaba seguro de que Adrián se estaba riendo de su poca suerte en la vida. — Y él no dijo nada.

— No lo dejaste tampoco.

— ¡No me podía quedar ahí!

— Si podías, lo sabes. — Zayn rodó los ojos y no debatió ante eso, pues era cierto, tampoco es como que haya dejado que Liam dijera algo, era mayor su miedo a ser rechazado y eso terminó por causar que corriera lejos de ahí hasta el baño. — No ibas a perder mucho.

Zayn volvió a golpear su frente contra la puerta y gruñó. — No sé qué tan normal sea para ti ir por ahí diciendo que tu amigo te encanta pero que suena tan pendejo pensarlo, baboso. — Volvió a golpear la puerta, pero está vez con su pie por error. — ¡Sabes que eso del público no era lo importante, si no que, no quería hacer las cosas así, yo quería! — Pausó. — Más bien tenía planeado decírselo de otra forma, algo más lindo, no en un salón, llamando la atención a base de mi desesperación y siendo cubierto por la bulla de mis compañeros. No. Simplemente no.

— No es como que puedas cambiarlo, Zayn, y no creo que a tu amigo le preocupe el hecho de que te hayas revelado en medio de tu grupo, si no que, te fuiste y no le diste la cara.

—De todos modos no lo iba hacer, soy miedoso.

— Otras veces lo has hecho.

— Pero no puedes comparar una cosa con la otra. — Volvió a gruñir con enojo. — Sólo, no le des más vueltas a esto, me siento mal por haberlo dejado con la palabra en la boca pero tampoco es como que quiera hacer algo por arreglarlo, prefiero no verlo por un rato porque no sé cómo decirle que sí, que es verdad todo lo que dije.

Zayn ni siquiera podía ver algo bueno en todo eso, más bien, se sentía un prisionero de sus pensamientos porque estos no han dejado de molestarlo desde que salió corriendo diciendo que tenía que ir al baño.

Y efectivamente, estaba en el baño siendo un mar de lágrimas y de pensamientos ofensivos por el miedo que le causaba tener que regresar al aula y verle su cara de sorpresa.

Le recordaba al primer día, cuando mojo ese libro que, aunque aún le sigue dando vergüenza recordarlo, no era pero a la vez sí importante.

— El maestro apenas y me dejó que trajera tu mochila.

— De todos modos gracias, porque no pienso ir ahí, no hasta mañana porque ya se me habrá pasado todo esto, quiero creer.

—Es que sí lo ves desde mi lado no es tan malo. Aparte de que estas asumiendo, TÚ el mismo chico que me dice que asumir está mal, así que, habla con él. Pero hazlo en persona, por mensaje no, sé que tienes miedo y eso, pero por mensaje no se puede tomar en serio. Al menos yo no lo haría, pero yo no soy Liam, así que esa decisión es tuya. Pero haz algo, no dejes que esto pase, ya lo dijiste, no como querías, pero al final de cuentas es algo.

Zayn no contestó, sólo se quedó en la misma posición mientras escuchaba el ruido de la mochila siendo empujada por debajo de la puerta del baño.

Ni siquiera escuchó si Adrián se despidió, pues su humor no estaba siendo el mejor desde hace un buen rato.

Era una montaña rusa, se sentía bien por haberlo dicho, mal porque no como quería, triste porque no se quedó y molesto por haber sido tan menso y decirlo frente a esos chismosos.

Es que, lo veía tan mal como bueno, pero no ningún sentimiento sobrepasaba los otros, sólo estaban ahí existiendo mientras le hacía compañía a los otros de una forma molesta y aterradora.

Pero de nuevo, nada lo llevaba a ningún lado.

Quería estar en su casa, haciendo galletas con su mamá mientras su papá le decía que debía ser valiente y después le hacía reír con chistes malos, pero que lo mandaban a otro lado.

Bueno, cualquier cosa en vez de estar oliendo el fabuloso olor a manzana verde que le recordaba a la vez que Liam lo estuvo esperando para poder perdonarlo.

— Zayn...

Malik se encogió en su lugar y cubrió su boca con su mano.

Era obvio, Adrián debió haberle dicho.

Aunque tampoco es como que sus escondites fueran los mejores.

Y estaba claro que Liam sabe está ahí pero, no tenía que hacérselo saber de forma directa.

Al menos no ahora.

— Uhm, yo... siento eso, pero no sabría que decirte... me siento tonto.

‹Yo más›

¿Lo que dijiste ahí es cierto? — Zayn miró abajo y asintió. De igual forma Liam no podía verlo, estaba bien con eso. — Yo– sigo confundido. No me había dado cuenta, creí que eras con todos como eres conmigo.

Mordió su labio y calló.

Era lo mejor, podía hablar de más y tenía miedo de hacerlo.

Recargó su frente de nuevo con el frío metal y escuchó los pasos del menor con atención.

— Lo siento mucho.

Una sonrisa triste se posó en sus labios. No sabía a qué se refería con eso, pero podía asumir a que era porque sus sentimientos no eran similares a los suyos.

Y eso estaba bien. Lo estaba.

Aún así dolía.

¿𝖢𝗈́𝗆𝗈 𝖹𝖺𝗒𝗇 𝖾𝗇𝖺𝗆𝗈𝗋𝗈́ 𝖺 𝖫𝗂𝖺𝗆 𝖯𝖺𝗒𝗇e?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora