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— Me siento solo, soltero y pobre.

— Lo estás.

— No ayudas, Zayn. — Adrián tiró una de sus almohadas a la cara del moreno mientras que este ni se inmutó ante eso. — Y tampoco entiendo porqué haces eso en mi casa.

— Mamá me dijo que no quería cochinero y que, si hago cualquier desmadre aquí, al final me sentiré con la obligación de limpiar.

— ¿Y se equivoca?

— No. Pero ese no es el punto. Papá me dijo que hiciera un boceto de como quería la jaula, pero ninguno de los que tengo me gustan y, no sé tampoco es como que quiera cualquier cosa. — Con el lápiz comenzó a dar golpes en su barbilla analizando el feo dibujo que tenía en sus manos. — Agradezco a Dios haberme hecho hermoso, porque de artista me muero de hambre.

—Lo sé, no me lo tienes que decir. — Miró sus uñas con despreocupación y después le sopló al tinte. — Mamá se enojó porque pinté mis uñas ayer. Me obligó a que lo retirara y dijo 'tantos colores en el mundo y te fuiste por el mas feo, Gerardo'.

— No te llamas Gerardo.

— Ante los ojos de mi santa madre me llamo hasta Paolo, así que cállate. El punto es que, creí que iba a reaccionar de otra forma y no, eso me hizo sentir aliviado. Creí que sería de las que dicen 'ay no, un joto'. — Negó con una ligera sonrisa en labios. — Pero no, contrario a eso me compró más pintauñas pero le dijo que no usara el negro porque no le gusta ese color. Y estoy bien con eso.

— A veces creo que tienes ideas erróneas del mundo entero.

— Es que tampoco es como que puedas confiar en todos. — Se acercó a la mesa, dejándose caer a un lado de Zayn y tomando la libreta entre sus manos para ayudarlo. — Papá solía creer que me gustabas porque siempre estábamos juntos. Y creo que el hecho de que juego 'fútbol' lo hizo dejar de pensar en eso. Me parece estúpido, a mamá y a mis hermanos también. Pero me da igual. Si me gustaran los chicos o no, no sería problema de nadie, salvo mío.

— Al menos tienes eso en cuenta. Y supongo que para 'la tranquilidad de tu padre' no lo eres.

—No, pero no es por eso, es que ningún chico ha llamado mi atención. Es decir, todos son lindos, pero las chicas me gustan más. — Sus mejillas se pusieron rojas y sonrió. —Antes había una chica, Laura.

— ¿La que solía llevar chongos y listones?

—Sí, ella. — Suspiró. — Nunca fuimos nada pero sentía que sí. Hablábamos hasta tarde y de todo, solía contarme de su familia y yo de la mía. Nuestros gustos, y también hacíamos promesas tontas que sabíamos que jamás se cumplirían, pero lo amaba. — Trazó el corazón con cuidado de no dañar el boceto. — Y ella un día solo dijo que ya no sentía nada pero que había sido lindo lo que tuvimos.

—Jamás me enteré de eso. — Zayn se acercó, rozando su rodilla con la de Adrián mientras dejaba su mano en su hombro. — Y lo siento, de haberme enterado antes habría hecho algo... no lo sé, a lo mejor se me hubiera ocurrido–

— No había nada que hacer. Y ya lo superé. — Se alejó del tacto de Zayn, dando ligeras sacudidas en su cabeza. — creo. Ya tiene tres años de eso y ambos éramos unos niños tontos. Estoy bien con lo que no fue.

— Eso no cambia que me siento mal.

—No fue tu culpa, ella simplemente me dejó atrás y yo también hice lo mismo. Tampoco es como que estuviera esperando por ella. — Sonrió, soplándole al cuaderno los restos de borrador. — Y siempre hay más chicas, y ella será importante pero no tiene porque estar presente el resto de mi vida. Sólo te cuento esto porque, hacia mucho que no te contaba de mí que, me sentía poco importante.

— Eres muy importante para mí. Eres mi mejor amigo desde hace años... te quiero mucho, estúpido mal parido. — Zayn golpeó su hombro con suavidad sin dejar de ver su rostro. — Así que cuéntame lo que desees. Al final estaré aquí.

Adrián frunció su nariz y negó. Le tendió la libreta y le enseñó su pulgar con satisfacción. — Sólo no le digas a nadie. Ni a mamá, ella cree que todo eso a quedado atrás y sí, pero le molesta un poco porque no cree que de un día a otro Laura se haya olvidado de lo nuestro.

— Al menos respetaste lo que te dijo.

— No te creas, me sentí tan mal y quería explicaciones, durante meses iba tras de ella esperando una respuesta a la cara. Pero jamás me la dió, y ya es tarde como para obtener una. — Con su índice señaló en dibujo y carraspeó. — El corazón está de más, puedes no ponérselo si quieres, pero sé que te gustan las cosas sencillas por eso es pequeña y angosta, y puedes hacerla tú si quieres. También la madera puede tener una forma menos delgada para darle otra figura, y las 'varillas' pueden tener una figura ovalada en la parte del medio, aunque no sé qué tan bien se vería en físico pero podrías intentarlo.

Zayn sonrió y asistió. La idea en su cabeza sonaba bien, pero deseaba que al momento de tenerlo en sus manos fuera igual. —¿Tú crees que le vaya a gustar?

— Sí, Zayn. Ahora relájate, a Liam siempre le gusta todo lo que tiene que ver contigo, sus ojos lo hacen notar, eso ya lo deberías de saber.

¿𝖢𝗈́𝗆𝗈 𝖹𝖺𝗒𝗇 𝖾𝗇𝖺𝗆𝗈𝗋𝗈́ 𝖺 𝖫𝗂𝖺𝗆 𝖯𝖺𝗒𝗇e?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora