CHOQUE DE MUNDOS PARALELOS {MDZS}

Capítulo 6. ¿Wei Wuxian? ¿Has vuelto?

—Dime.

—Es verdad...— dudó temerosa ante la futura respuesta.— Es verdad, ¿Que el líder de la Secta Yunmeng Jiang te asesinó?

Silencio.

Y la pantalla se apagó.

Un silencio tenso inundó el ambiente donde ninguno respiraba por las dudas de provocar la furia en el Líder de Secta Jiang, Jiang Cheng. Hablando de éste, tenía las manos cerrada en puños, sus hombros estaban tensos y la cabeza gacha sin poder ver su rostro, sin embargo Jiang Cheng de la otra versión y los dos Wei Wuxian,  sabían que estaba recordando la misma pregunta que hizo MianMian.

Pero, ¿Cuál era la respuesta?

¿Lo había hecho?

El Wei Wuxian de su tiempo no podía recordar como había muerto, solo cerró los ojos al saber que su ejército de cadáveres llegaban hacia el donde pensó que lo mejor era cerrar sus orbes para minimizar el dolor hasta que sintió un manto cálido que lo rodeaba cuando finalmente dejó de respirar. O eso es lo que recordaba. Así que no sabía que había pasado con su Meimei ni con su ex-shidi.

—¿Es verdad?

La pregunta causó que el ambiente se volviera más frío sin embargo la sorpresa fue la persona quien preguntó, nada más ni nada menos que, Nie Huaisang que se escondió detrás de su amigo Jiang Cheng al recibir la mirada helada del mayor.

Pero no le respondió cuando la pantalla volvió a mostrar las imágenes, sorprendiendo a todos el cambio de escena.

—¡¿Qué?!— chilló indignado Nie Huaisang.— ¡¿Acaso no nos mostrará la respuesta?!

La pantalla les estaba mostrando al mayor niño caminando adelante de Shen Lian y la menor que caminaba a su lado agarradas de las manos. Los presentes notaron que había una tensión incómoda entre ellos, sorprendiendo a los observadores, al ver al nene enojado y a la mujer abatida.

¿Qué había pasado?

—¿A-Jie?— llamó en susurros la menor, obteniendo la atención de esta.— Hablaré con Yun gege... se le pasará.

—No lo hagas.— susurró sonriendo suavemente hacia la menor.— Yo debo hablar seriamente con el, ¿Si?

—Pero...

—Todo estará bien.— se susurró para si misma que para la menor. Y es que era la primera vez que vivía el enojo de un niño hacia ella.