Jade (Segunda Parte)

Capítulo 11

Mis dedos temblaron levemente y miré hacia el suelo para ver si había salido del círculo, pero no era así, estaba dentro, solo que todo a mi alrededor había cambiado.

—Tranquila —susurró Daven apareciendo junto a mí como si de magia se tratara.

Pero era así, estábamos utilizando magia, magia oscura y peligrosa aparentemente.

—¿Dónde están los demás? —cuestioné en un susurro atemorizado como si alguien pudiera escucharme, pero no descartaba esa opción.

—En la oscuridad —contestó simplemente.

No quise cuestionar nada más ante su renuencia a observarme por más tiempo de lo debido.

Tal vez le recordaba a esos tiempos en los que fue un lobo normal, o tal vez de alguna forma me culpaba de haber perdido su olfato.

Él era el mayor de sus hermanos, por lo que había pasado más tiempo sin mí.

Y según lo que había leído después de mi despertar, hacía tantos años, no entendía como su manada podía seguir en pie sin una luna a su cargo.

Tragándome el mar de emociones que me envolvía esperé pacientemente hasta que Derek y Cowen aparecieron en sus respectivos lugares.

Agradecí no haber entrado en pánico cuando aparecí aquí sola.

Solo podía ver sus siluetas, pero su olor a mi alrededor era suficiente para mí.

—Ella debería estar aquí en cualquier momento —susurró Derek mirando a todos lados.

Y de un momento a otro la luna hizo su aparición como si alguien la hubiera llamado y sus tenues rayos plateados nos bañaron permitiendo la visibilidad más allá de nuestras narices.

—Pensé que estarías ocupada a estas horas —la voz de Sarkans me envolvió y suspiré aliviada.

De alguna forma había estado creyendo que esto podría salir mal y sí, había probabilidades, pero al menos todo estaba controlado por el momento.

Mis mejillas se ruborizaron al entender a que se refería y ardí de vergüenza.

—Bueno, mmm, tenemos un problema.

Ella se quedó en silencio vagando alrededor de nosotros expectante.

—Perdí el olfato hace unos años, no puedo reconocerla.

La voz de Daven fue gruesa, como si estuviera conteniendo algún tipo de sentimiento al soltar aquellas palabras.

Pero definitivamente lo estaba haciendo, los lobos necesitaban su olfato para ser quienes realmente eran y él lo había perdido.

—Mmm —el sonido simple que escapó de la garganta de Sarkans no me dio ningún consuelo.

—Puede ser por el tiempo que tienes sin encontrar lo que le da sentido a tu vida. En los hombres lobos su mate básicamente despierta de una forma diferente todos sus sentidos a mayor escala, no creo que lo hayas perdido, solo está adormecido y necesitas algo fuerte para reactivarlo.

—¿Algo como qué? —el ceño de Daven se frunció. Fue imperceptible, pero algo que si pude captar.

—Como el olor de tu mate.

La resolución absoluta de Sarkans me hizo sonreír.

Para ella no parecía un problema tan grande, en su mente solo era algo tan simple como darle mi olor a él, pero ya lo había hecho y no pareció funcionar.

—La tengo junto a mí y no ha servido de nada.

—Haz que despierten sus hormonas, percíbela en su estado más puro y natural, en su estado más salvaje y animal.

—¿Mientras folla? —cuestionó Derek sin ningún tipo de rodeos.

Era tal y como lo recordaba.

—Sí Derek. Daven debería estar en una habitación encerrada con ella mientras alguien se la folla, solo te advierto que terminarás salvajemente cogida niña y dudo que puedas con su fuerza después de despertarlo en todos los sentidos.

La sonrisa de Cowen fue salvaje y mientras se extendía por sus labios sus ojos brillaron con algo desconocido para mí.

—Pero puedo ayudar.

Sarkans miró a su alrededor y comenzó a buscar en el césped, detrás de los arbusto y quise reír.

—¿Qué se supone que haces? —Sarkans levantó su vista y miró a su alrededor frunciendo el ceño, luego simplemente chasqueó los dedos y todo el entorno desapareció dejándonos en el centro de la sala de estar de Sarkans.

—Están en mi casa, es solo que puse un fondo para cuando intrusos lo hacen, es como alguna llamada en un computador.

Fascinada observé alrededor deleitándome con las cosas que me había perdido por no haber encontrado este mundo antes.

—Con lo que te di antes de partir podría ser suficiente, pero considerando las problemitas que se carga tu lobito te regalaré esto.

Ella me tendió un frasco redondeado con un corcho como tapa y luego sonrió.

—Lo uso con tu mamá, ya sabes, cuando estoy muy cansada.

—Bien, suficiente, eso fue suficiente claramente —ella soltó un suave carcajada.

—Bueno, los veo pronto —y luego chasqueó los dedos deshaciéndose de nosotros y enviándonos de vuelta al sótano.

Y con un frasco en mano y una corta mirada supe que esta noche sería considerablemente larga. 

Viene sexooooo viene sexooo sexo lobunoooooo viene sexooooo.

Voy a comer y regreso con su dosis de pasión jsjsjsjsjs. 

Extrañaba esto, solo ahora me doy cuenta. 

Comenten mucho para que me anime. 

PUNTITOOOOOO. 

Se les ama. 

Darkness fuera.