Mis manos se aferraron con fuerza a las sábanas mientras Derek me lamía los pechos, los mordía y destrozaba mis pezones a la par con Cowen quien se encargaba de mi coño húmedo preparándome para cualquiera de ellos. Sus dedos se adentraban en mi entrada expandiéndome y tocando un punto deliciosamente sensible en mí.
La verdad era que no me importaba, no importaba quien me tomara primero, solo necesitaba sentirme llena, necesitaba sentir sus cuerpos piel con piel sin que importara nada más.
Y con esos pensamientos mi cuerpo se arqueó y mis ojos se entrecerraron recibiendo un orgasmo que me dejó caer en un vacío antes de dejarme explotar deliciosamente.
Mis gemidos salieron apresurados por mi boca sin esperar a que pudiera detenerlos.
Y luego de eso la mayoría de las cosas pasaron tan rápido en mi mente.
Derek desnudándose, dejándome apreciar la contextura musculosa de su cuerpo y quedando en su mayor esplendor frente a mi mientras me tomaba de las piernas para ajustar su polla en mi entrada.
Respiré profundo mientras lo sentía deslizarse lentamente en mi interior y al ver sus músculos tensos supe que se estaba conteniendo y de cierta forma lo agradecía, no quería terminar destrozada en los primeros minutos a causa del tamaño de su longitud.
Él era grueso y largo, llenado cada espacio de mi apretado coño mientras avanzaba.
Sus ojos no se separaban de la unión entre nuestros cuerpos y pronto un Cowen sin camiseta se encargó de besarme y chupar mis pezones mientras Dereck se adentraba en mi hasta la empuñadura.
Dolió, pero muy poco, fue leve gracias a la buena lubricación y la predisposición de mi cuerpo para recibirlo.
Atravesó mis barreras de una forma lenta y me hizo jadear ante la sensación de haber sida llenada completamente.
—¿Estás bien? —cuestionó en un susurro ronco que me ocasionó una oleada de calor en mi centro.
—Lo estoy.
Mis pezones duros fueron mordisqueados ocasionando un gemido entre el dolor y el placer mientras Dereck retrocedía para embestirme nuevamente, esta vez un poco más profundo, más rápido, sin retenciones y siendo recibido por mis húmedas paredes.
El vaivén comenzó suave pero poco a poco se fue volviendo frenético a medida que la fuerza de voluntad de Dereck se debilitaba.
Cowen hacía todo lo posible por distraerme de su tamaño, pero la sensación de pertenencia que tenía mi cuerpo al tenerlos a ambos adueñándose de mis gemidos, del latir desesperado de mi corazón, de mis jadeos, de mis orgasmos, sería difícil de ignorar.
Cowen comenzó a besar mi boca y su lengua se encontró con la mía haciéndome probar mi propio sabor en un beso obsceno que me hizo estremecer.
Se sentía tan bien tenerlos a ambos tocando cada parte de mi cuerpo hasta que un nuevo orgasmo se construyó y no pude evitar sostener el brazo de Cowen que atravesaba mi torso mientras me besaba y arañarlo.
Mis dientes sostuvieron su labio entre ellos y pronto sentí su sangre mientras el orgasmo me demolía de una forma aplacadora haciendo que mis paredes se cerraran alrededor del miembro de Dereck para llevarlo conmigo a descender la colina que habíamos escalado juntos.
Mi piel estaba perlada, mi pecho subía y bajaba tratando de regular mi respiración y mi boca se entreabrió para dejar escapar los gemidos que Cowen había intentado acallar.
—Hueles tan bien —susurró en mi oído haciendo que mi piel se erizara mientras Dereck salía de mi y se corría sobre mi vientre esparciendo toda su esperma sobre mí dándome una visión erótica que me hizo querer más en el instante en que mi vista se ordenó.
—Ah, mierda —no pude reaccionar, un minuto Cowen estaba besando mi mandíbula y en el otro se había apartado dejando ver a un muy agitado Daven que se lanzó hacia mi cuello como si su vida dependiera de ello.
Y luego simplemente sacó sus colmillo y me marcó ahí mismo.
Sobre aquellas sábanas blancas, con mis piernas debilitadas, mi vista aun borrosa y el esperma de su hermano sobre mi vientre mientras me recomponía de un jodido orgasmo.
Y aun así para mí fue perfecto que me marcara ahí, porque fue el momento justo en donde me reconoció, en donde mi aroma se le hizo familiar y pudo reconocer que era su mate, la mujer con la que pasaría el resto de su vida.
Bueno, la primera de unas cuantas.
Espero les guste. Mi forma de escribir ha tenido unos ligeros cambios, sumándole que mi vocabulario se ha vuelto un poquito más sucio, creo.
Gracias por leer.
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Darkness fuera.
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Jade (Segunda Parte)
WerewolfEs difícil vivir una vida que no quieres, una vida que no tiene las características de la vida perfecta que siempre has imaginado. Difícil pero no imposible y lo sabré yo, que he estado viviendo una vida que no quiero. Después de despertar, pasé l...