—Recuerdo que quedabas muy cerca de ellos.
Susurré mientras la veía terminar de arreglar una pequeña mochila de color marrón.
—Así fue en algún entonces, pero hace años que decidí venir aquí para estar mejor. Muchos hombres lobos no estaban de acuerdo con las prácticas que tenía y aunque estaba protegida por el alfa, nunca me ha gustado estar en un lugar donde mi presencia traiga desacuerdos.
—¿Me estás diciendo que tengo que recorrer un largo camino? —ella miró por la ventana deteniendo sus movimientos por unos segundos.
—Son las nueve y cuarto, si no te detienes nada más que para cortos descansos podrías estar ahí para las cuatro más o menos.
Mis cejas se levantaron con sorpresa y no pude evitar el jadeo que escapó de mis labios.
—Es una larga distancia, Jade, pero en unos pocos minutos más la pócima que te he dado hará su debido efecto y sentirás tu cuerpo más liviano, tu resistencia va a duplicarse y ya verás, te sentirás excepcionalmente capaz de recorrer la distancia que te separa de la aldea.
Asentí creyendo cada palabra que me decía y una vez su mano tendió la mochila que había estado rellenando con cosas que necesitaba, me guio hacia la sala para sentarme en el sofá y dibujar en la pequeña mesa un mapa con su dedos índice que comenzó a brillar cada vez que ella finalizaba un trazo.
Pronto empezó a tomar forma y pude entender cual era el punto de inicio y el punto a donde debía ir.
—El parque lo dejaste atrás en el momento en donde cruzaste la entrada hacia mi cabaña —explicó mostrando en un lateral la parte que crucé junto a mi madre —de este lado es todo terreno silvestre, vas a encontrarte con todo tipo de cosas, ya que esta zona es tierra virgen. Debes entrar por este camino —señaló una parte en el lateral del círculo de árboles que rodeaba su casa —no es recto, pero si es exacto, mientras no salgas de él podrás llegar sin perderte al río, ahí debes cruzar por el puente de roca y del otro lado debes seguir las flores silvestres rojas. Ellas marcan la dirección, pues no hay camino que te guie hacia la aldea directamente, solo las flores ¿me comprendes?
Asentí sin dudarlo mientras observaba las pequeñas flores que ella dibujaba en la orilla del rio mal tramado que había intentado trazar.
—¿Es solo eso? —cuestioné en un susurro mientras me acomodaba la mochila.
—El camino es largo, más no difícil, Jade, así que solo puedo desearte suerte.
—¿Por qué no van ustedes conmigo? —ella negó efusivamente.
—Este asunto es totalmente tuyo, solo puedo guiarte a él, pero si intervengo una vez más probablemente pase algo que no debería. Estaría cambiando el curso de la historia más de lo que ya lo estoy haciendo.
Asentí en comprensión y una vez di una bocanada de aire me acerqué a mi mamá y la rodeé con mis brazos para respirar el suave aroma en su cuello.
—Me alegra que estes bien, también me alegro de que ya hayas encontrado a alguien por quien valga la pena vivir, mamá y sé que justo ahora entiendes que me alejaré de ti sin saber por cuanto tiempo porque necesito esto, necesito volver a encontrarme con esos hombres que hicieron vibrar todo mi maldito mundo, mundo que no volvió a ser el mismo cuando me despertaste aquella mañana.
—Lo sé, lo sé, ahora lo entiendo y espero que puedas encontrar el camino a la felicidad cariño, porque ya no quiero tener que volver a ver esa mirada apagada en tus ojos.
—Si todo sale como Sarkans lo ha predicho, estoy segura de que no tendrás que verla jamás.
ESTÁS LEYENDO
Jade (Segunda Parte)
VlkodlaciEs difícil vivir una vida que no quieres, una vida que no tiene las características de la vida perfecta que siempre has imaginado. Difícil pero no imposible y lo sabré yo, que he estado viviendo una vida que no quiero. Después de despertar, pasé l...